Animales

El vínculo entre las ardillas del Polo Norte y los viajes interestelares que deja a los científicos sin palabras

Ardillas
Descubre cómo y dónde duermen las ardillas en invierno
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

La realidad siempre supera a la ficción, las ardillas que habitan el Polo Norte podrían tener el secreto de los viajes interestelares en su interior. Algo que ha dejado en shock a los científicos y está dando mucho de qué hablar en la comunidad científica internacional. Por lo que, habrá llegado el momento de empezar a pensar en aprovechar al máximo estos recursos de que disponemos para poder descubrir las profundidades del universo.

Salir de nuestro planeta con seguridad parece que será una tarea complicada, tal y como estamos viendo, no es nada fácil. Requiere de una serie de desafíos que van más allá de lo material. El ser humano debe prepararse para estar en unas condiciones totalmente ajenas al planeta en donde ha vivido durante meses o incluso años, algo que quizás puedan explicarnos unas ardillas que están acostumbradas a vivir en situaciones totalmente inesperadas. Viven en un lugar totalmente inhóspito, pero sobreviven y lo hacen de tal manera que han captado el interés de los expertos. No es casualidad que estos animales acaben siendo el futuro que todos desearíamos ver llegar.

Hay un vínculo secreto entre las ardillas y el espacio

Las ardillas del Polo Norte son uno de los animales más fascinantes que existen, siendo unos animales que pueden darnos más de una sorpresa inesperada, sobre todo por su forma de vivir. Estamos acostumbrados a ver a estas ardillas en sitios muy diferentes del planeta.

La imagen de ese parque repleto de sol y vida en la que se instalan. Son animales a los que les encanta esa interacción que les supone obtener la comida y también adaptarse a la falta de ella. Viven los distintos ciclos del año y lo hacen de tal forma que nos ayudan a obtener ciertos elementos.

Podemos ver en ellas, un animal, que además de bonito, puede acabar siendo de lo más nos afecte de lleno. En especial si tenemos en consideración que estaremos ante algunos cambios que pueden acabar siendo los que nos marquen muy de cerca.

Estos animales son expertos en el arte de sobrevivir, en especial los que viven en el Polo Norte, una zona que puede parecerse más de lo que nos imaginamos a un espacio que representa el último desafío de la humanidad. Los científicos nos descubren en poderoso y resistente vínculo.

Las ardillas del Polo Norte nos ayudarán en los viajes interestelares

Los viajes interestelares pueden estar más cerca de lo que nos imaginaríamos, gracias a las ardillas del Polo Norte que pueden darnos determinados elementos que nos sumergirán en una serie de datos importantes. Lo que, quizás no esperaríamos, se ha convertido en una realidad destacada.

Tal y como nos explican desde la revista Popular Science: «Ciertas especies de ardillas terrestres hibernan bajo tierra sin comida ni agua hasta por ocho meses del año. Es una estrategia de supervivencia superextrema, habilitada por una complicada cascada de procesos fisiológicos, algunos de los cuales entendemos y muchos de los cuales los científicos todavía están tratando de averiguar. Ayudándoles está la financiación y el interés de los grandes golpeadores en el mundo de la investigación como la NASA, la Agencia Espacial Europea y las empresas aeroespaciales privadas, porque, desde la década de 1960, aquellos con sus ojos puestos en las estrellas se han preguntado si la hibernación humana podría permitirnos viajar más lejos y de manera más segura en el espacio. La hibernación no es solo una larga siesta. Está más cerca de la muerte que del sueño. Mientras están en el letargo de la hibernación, las ardillas terrestres sufren hasta una reducción del 95 por ciento en su tasa metabólica. Sus frecuencias cardíacas y respiratorias caen a unos pocos latidos y respiraciones por minuto. Sus ondas cerebrales se aplanan. Sus temperaturas corporales se desploman a casi congelar para algunas especies (o incluso por debajo del punto de congelación para las ardillas de tierra del Ártico)».

Siguiendo con la misma explicación: «Sin embargo, en medio de todo esto, las ardillas se mantienen bastante saludables: mantienen la masa muscular, revierten la diabetes previa a la hibernación, experimentan la regeneración de órganos, estancan el envejecimiento y se someten a cambios fisiológicos que pueden repeler cosas como el daño por radiación. Por estas y más razones, los científicos han estado estudiando si podemos aprovechar el poder de la hibernación de las ardillas para nosotros mismos. Podría ayudar a impulsarnos a los confines de la galaxia. Incluso si no lo hace, está a punto de alimentar algunos grandes avances biomédicos en la Tierra. Escuche para obtener más información sobre las ardillas, los desafíos de los viajes espaciales de larga distancia y lo último en descanso reparador».

Lo último en Ciencia

Últimas noticias