Qué es el frente de choque de terminación
Ya hemos comentado en diversas ocasiones que el Sistema Solar es mucho más grande y complejo de lo que muchos piensan. Hemos comentado que tras la ubicación de Neptuno, octavo y último planeta, están los objetos transneptunianos como Plutón y otros en el Cinturón de Kuiper. Pero se extiende mucho más. Por eso hoy nos preguntamos qué es el frente de choque de terminación.
Como vimos, lejos de nuestros planetas cercanos al Sol, este astro todavía conserva su influencia en lejanas regiones como la Heliopausa y la Nube de Oort. Pero también descubrimos una zona que llamamos frente de choque de terminación.
También conocido como Terminal Shock o choque de terminación, es una de las últimas fronteras del Sistema Solar donde el Sol va teniendo cada vez menos influencia. Sería un área parecida a una esfera que rodea a la estrella y en la que el viento solar reduce bastante su velocidad, ya que comienzan las interacciones con el medio interestelar, y que ya choca con otra zona conocida como la heliosfera.
Se considera que este lugar se encuentra a una distancia de entre 75 y 90 UA (recuerda que una UA o unidad astronómica equivale a la distancia media entre la Tierra y el Sol, que es de 150 millones de kilómetros). No obstante, esta es una estimación, pues se creen que se debe expandir y contraer debido a la presión del viento solar y su velocidad.
En el límite más externo de este frente encontramos la zona que conocemos como heliopausa, es decir, el lugar en el que el viento del sol finaliza su influencia y choca contra el gas interestelar. O sea, la zona en la que nuestra estrella ya no tiene ningún poder.
Además, se considera que ente el choque de terminación y la heliopausa se encuentra la heliofunda, una extensión muy turbulenta en la que el viento solar se va acumulando y presionando la materia interestelar.
Cómo es el frente de choque de terminación
En esta zona se producen ondas de choque debido a la velocidad del viento solar, que supera a la velocidad del sonido, siendo el primero de unos 400 kilómetros por segundo frente a los 100 kilómetros por segundo del segundo en el medio interestelar.
De momento, solo las sondas Voyager 1 y 2 han alcanzado estas zonas tan alejadas del Sistema Solar, y siguen viajando por la eternidad superando ya cada una las 110 UA desde que zarparon de la Tierra hace más de 40 años. Todavía envían datos sobre rayos cósmicos que detectan en estos inhóspitos lugares.
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