Investigaciones científicas

La mirada de la Mona Lisa no es lo que crees que es

mirada de la Mona Lisa
La mirada de la Mona Lisa no es lo que crees que es según la ciencia

Durante años se ha pensado que la mirada de la Mona Lisa, una de las obras pictóricas más célebres de todo el mundo hecha por el gran Leonardo Da Vinci, tenía algo casi mágico, sin embargo, el efecto que sus ojos provoca a los visitantes no es para nada lo que mucha gente pensaba hasta hoy, según la ciencia, claro está.

Recordemos que si quieres saber en primera persona qué se siente cuando se observa este célebre cuadro, has de visitar el Museo del Louvre, en París, y compartir la experiencia con los millones de turistas que cada año se acercan a la capital francesa a disfrutar de esta obra única.

No es para nada extraño que la enigmática mirada de la Mona Lisa cautive a los visitantes del museo parisino. De hecho, y conociendo el talento y el genio de Leonardo Da Vinci, muchos, sobre todo científicos, han tratado de descubrir qué secreto esconden los ojos de esta muchacha.

Qué es realmente la mirada de la Mona Lisa

No son pocos los estudios que han investigado la obra, tratando de dilucidar incluso si se escondía algo tras sus enigmáticos ojos o si el color de su piel era producto de alguna enfermedad.

Se supone que el espectador, al ponerse ante el cuadro conocido como La Gioconda, si se mueve hacia la derecha o la izquierda, tiene la sensación de que la mujer pintada le sigue con su mirada.

Este hecho es tan célebre a nivel mundial que incluso se ha bautizado bajo el nombre de El Efecto Mona Lisa. Es algo que podemos observar en otras obras, en las que el espectador tiene la sensación de que siempre es seguido por la mirada.

Pero ahora, un par de investigadores del Grupo de Excelencia de Interacción Tecnológica Cognitiva, del CITEC, acaba de demostrar que el Efecto Mona Lisa nada tiene que ver con este cuadro de fama mundial.

Así pues, según se observa en la publicación de su estudio en la revista i-Perception, el efecto que tiene La Gioconda en el espectador solo es producto de la imaginación de quien mira.

Así parecen haberlo demostrado tras contar con 24 voluntarios que observaron a la Mona Lisa y a otras pinturas desde una pantalla de ordenador evaluando la dirección de las miradas.

Tras recopilar todos los datos, concluyeron que la mirada de La Gioconda no es directa, más bien se ubica en la parte derecha del espectador, con un ángulo de 15,4 grados. Así que, aunque otras pinturas sí logran este efecto, parece ser que la famosa Mona Lisa no lo hace.

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