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Cantar puede reducir el estrés y el Parkinson

Cantar puede reducir el estrés
Cantar puede reducir el estrés y el Parkinson según la ciencia

Cantar puede reducir el estrés y mejorar afecciones graves como el Parkinson, ya que mejora la función motora de los enfermos, tal como resalta un nuevo estudio que ha visto la luz recientemente.

Según el estudio llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos, cantar puede proporcionar grandes beneficios, ya que mejora el control de la deglución de las personas con Parkinson a la vez que aumenta el control de las vías respiratorias.

No obstante, este es un estudio piloto que todavía está en fase de consolidación. Aun así, tras las diversas investigaciones, se han observado grandes mejoras en este tipo de pacientes, ya que elevan su estado de ánimo, muestran mejores síntomas motores y una reducción considerable de los indicadores fisiológicos del estrés.

Aun así, como ya hemos comentado, son datos preliminares que han mostrado los participantes en un grupo de canto, y que podrían indicar que sus beneficios son tantos como los de tomar ciertos medicamentos.

Por qué cantar puede reducir el estrés y los síntomas del Parkinson

Según los investigadores, las personas del grupo de canto que participan en el estudio muestran semana a semana un mejor ánimo, por lo que se sienten mejor. Además, están mostrando avances en ciertos síntomas, como la marcha o el golpeteo de los dedos.

Durante este estudio se ha medido la presión arterial, la frecuencia cardiaca y los niveles de cortisol de los 17 participantes que forman el grupo de canto terapéutico. Además, ellos mismos informan sobre sus sentimientos y emociones personales como su nivel de ansiedad, enojo, tristeza o felicidad.

Con la recopilación de la información antes y después de las sesiones de canto de una hora, todos los participantes están demostrando importantes mejoras, ya que estos ejercicios vocales están afectando positivamente reduciendo los niveles de frecuencia cardiaca, cortisol y presión arterial.

Aun así, con estos datos preliminares todavía no se puede realizar una significación estadística. Y es que, aunque los participantes no mostraban cambios significativos en su nivel de felicidad o ira tras las clases de canto, sí que se sentían menos ansiosos.

De todas formas, son resultados alentadores que invitan al optimismo y a seguir investigando por este camino. Ahora, quedan cuestiones interesantes por responder, como los mecanismos que inciden en estos cambios, como el nivel de oxitocina, la inflamación y neuroplasticidad, que indican el avance de la enfermedad, etc. Respondiendo estas cuestiones podemos determinar los factores y saber usar el canto como método beneficioso de tratamiento.

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