PSC y separatistas ya piensan en una repetición electoral tras el indulto a los golpistas
Los equipos de los principales partidos catalanes ven muy difícil que se pueda formar gobierno tras el 14-F, a juzgar por los sondeos
El resultado de las elecciones catalanas de este domingo pueden provocar la primera repetición electoral en esta comunidad autónoma. Con ese escenario trabajan ya los equipos de los principales partidos, ante una evidencia cada vez mayor de lo difícil que será ponerse de acuerdo para formar gobierno, entre diferencias y vetos.
Aunque en Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y el PSC insisten en que se ven vencedores de estos comicios, y se manifiestan dispuestos a intentar encontrar los apoyos para presidir la Generalitat, lo cierto es que todos ellos ponen ya la mirada en una posible vuelta a las urnas en verano, si antes el Parlament no ha logrado investir a uno de los 135 diputados elegidos. Algo que parece muy difícil.
Y es que todos los sondeos encargados por las candidaturas dan como resultado un triple empate técnico entre JXCat, ERC y el PSC. Además, los documentos demoscópicos, según ha podido comprobar OKDIARIO, también evidencian que el independentismo no llega a día de hoy al 50% de los votos. Si bien el constitucionalismo podría superarlos, de forma muy ajustada, una suma unionista implicaría poner de acuerdo al PSC, los Comuns, Ciudadanos, el PP y VOX. Sobre el papel, complicado.
Todo apunta a que, como en 2017, la decisión de repetir o no las elecciones estará en manos de Esquerra Republicana. Entonces, la negativa del presidente del Parlament, Roger Torrent, a facilitar la investidura telemática del fugado Carles Puigdemont estuvo a punto de provocar la disolución automática de la Cámara catalana, dos meses después del primer intento de investidura del encarcelado Jordi Turull.
Ahora, la condición de procesada de la presidenciable de Junts per Catalunya, Laura Borràs, que, salvo sorpresa, será la separatista mejor situada para ser investida, podría ser el escollo que separase a ERC y a la CUP de apoyar su candidatura. El calendario de tramitación de los indultos, sobre la mesa del Consejo de Ministros desde hace ya algunas semanas, puede influir también en la negativa de los republicanos a facilitar la formación de un gabinete del que deberían formar parte.
Baja participación
El otro argumento que los partidos independentistas sopesan para provocar una repetición de las elecciones, si se confirma la baja participación, es la deslegitimación del resultado. Creen que el miedo de los ciudadanos a acudir al colegio electoral, en plena pandemia, provocará que la configuración no sea representativa. Este argumento se usará si las tres fuerzas secesionistas no llegan al 50% de los votos y, en consecuencia, pueden perder incluso el control del Parlament.
Los separatistas han defendido siempre que estas elecciones, que se convocaron de forma automática tras el cese de Quim Torra y el rechazo del Parlament a investir un nuevo president, deberían haberse aplazado hasta el 30 de mayo. Una postura que choca con la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que optó por mantenerlas para el segundo domingo del mes de febrero, al alegar que no existen motivos sanitarios para el aplazamiento. En el caso de repetición la nueva fecha se acercaría más a los deseos del independentismo.
Borràs
La imputada Laura Borràs, candidata de Junts per Catalunya, a la que la mayoría de encuestas internas y públicas sitúan como ganadora de las elecciones, no quiere una repetición electoral. Está pendiente de apertura de juicio oral en el Tribunal Supremo por haber adjudicado presuntamente contratos públicos a un amigo. Una dilatación del calendario postelectoral, hasta la repetición de los comicios, podría torcer sus aspiraciones de presidir la Generalitat.
‘Efecto Illa’
Donde más preocupa una repetición electoral es en el cuartel general del PSC y en especial a su candidato, Salvador Illa. Los socialistas, que quieren capitalizar el imaginario ‘efecto Illa’ celebrando las elecciones el 14 de febrero, aprovechando así el tirón mediático del ex ministro de Sanidad, el más conocido del gabinete de Pedro Sánchez, creen que una repetición disolvería todo ese efecto y podría condenarles a un mal resultado con un candidato poco empático y gris.
Junqueras
El indulto a los condenados por el 1-O, que el Gobierno tiene pendiente de tramitar en las próximas semanas, es la gran esperanza del ex vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras. Aunque es poco probable que el Ejecutivo le conceda un indulto total, lo que dejaría sin efecto la inhabilitación para cargo público, el líder de Esquerra se aferra a esa posibilidad para ser incluso candidato de su partido en caso de una repetición. El vicepresidente Pablo Iglesias, hace unos días, ya manifestó su deseo de que una vez indultado pueda volver a las instituciones.