El Gobierno alabó el «compromiso con la educación» de Granollers, donde enseñan a tirar cócteles molotov
La ciudad acogerá el Congreso de Ciudades Educadoras en 2026
Pilar Alegría, ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, alabó el «compromiso con la educación» de Granollers (Barcelona), el municipio donde se organizó un taller en su Fiesta Mayor para enseñar a los niños cómo tirar cócteles molotov a la Policía. La titular de Educación elogió la ciudad en marzo, tras mantener una reunión con la alcaldesa socialista de Granollers, Alba Barnusell i Ortuño.
La cita se produjo en la sede del Ministerio. Ambas políticas socialistas hablaron sobre «el gran compromiso que la ciudad tiene desde hace años con la educación». Además, se puso sobre la mesa «la elección del municipio para acoger el Congreso de Ciudades Educadoras en 2026», tal y como puede leerse en la nota de prensa emitida por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes.
La localidad es parte de la Red Internacional de Ciudades Educadoras, en las que hay otras 500 localidades alrededor de todo el mundo. Estos municipios se reunirán en Granollers en 2026 bajo el título Educación y cultura, estrategias para la construcción de la ciudad/comunidad y del desarrollo de una ciudadanía crítica e inclusiva.
En ese comunicado se ponía en valor que Granollers «tiene 10 escuelas públicas de Infantil y Primaria, cinco institutos públicos, seis centros concertados de Infantil, Primaria y Secundaria, un centro de educación especial y un centro de formación de adultos». Además, se celebraba que «la etapa educativa de 2 a 3 años es gratuita».
Polémico taller en Granollers
La polémica actividad se llamaba Práctica: técnicas aplicadas de la guerrilla urbana y se celebró este martes, 27 de agosto. Su puesta en marcha ha levantado la crítica de los sindicatos policiales y el Ayuntamiento, cuya alcaldesa, Alba Barsunell i Ortuño, socialista, ya ha emitido una nota disculpándose.
«El cóctel molotov es un artefacto incendiario en forma de recipiente de vidrio: cuando impacta con el objetivo se rompe y el contenido inflamable se libera y genera una llamarada», aleccionaba el cartel informativo previo al taller que se ofertaba para niños en Granollers. «Tiene un carácter improvisado, comúnmente utilizado en un escenario de guerra irregular, insurrección y conflictos asimétricos», añaden.
A continuación, explican cómo crear un cóctel molotov: «Una botella, tapada por una tela que actúa como una mecha y que evita que el líquido se salga antes de lanzarla». «La sustancia inflamable es un elemento clave, suele ser gasolina, pero puede variar según la disponibilidad», detallaba en el letrero a la entrada de la prueba. «Para defender la fiesta, afina la puntería y lanza el cóctel contra el objetivo. ¡Haz que arda tu rabia!», podía leerse.
Además del lanzamiento de cócteles molotov, también se han organizado otras actividades en ese mismo taller. Entre ellas, empujar y vandalizar contenedores, de un modo similar a como se producía en las protestas independentistas posteriores a la sentencia contra los políticos secesionistas que organizaron el referéndum del 1 de octubre de 2017.
El Ayuntamiento ha expresado a través de una nota de prensa su «apoyo a los cuerpos de seguridad y pone de manifiesto el rechazo ante el contenido del acto organizado por un grupo de la colla dels Blaus en la Fiesta Mayor» Además, el consistorio afirma que «desconocía el contenido de dicho acto y quiere transmitir que defiende firmemente los valores de la paz y la convivencia».
El PP ha solicitado la dimisión de la alcaldesa, Alba Barsunell i Ortuño. El portavoz de los populares en el parlamento catalán, Juan Fernández, ha tildado este hecho de «una promoción del odio a las fuerzas y cuerpos de seguridad y un intento de adoctrinamiento». «Merecen que se depuren responsabilidades de forma inmediata», ha manifestado.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha criticado a través de sus redes sociales este hecho y ha expresado que estudiará «las medidas legales pertinentes» para que los hechos no «queden impunes». «No son divertidos», ha concluido SUP.