El BOE confirma el puente de 4 días en esta comunidad autónoma: quedan semanas
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Con la Navidad a la vuelta de la esquina, muchas familias ya se encuentran mirando el calendario para saber las fechas en las que cae por ejemplo Nochebuena o Navidad y con ello, organizar los viajes, reuniones y algún que otro descanso extra antes de cerrar el año. Y entre festivos, puentes y días laborales que se quedan en medio, hay una pregunta que empieza a repetirse cada diciembre: qué comunidades tendrán un puente largo y cuáles no. Y este año el BOE ha despejado la duda para uno de los territorios con más tradición navideña. Cataluña marca diferencia con una de las festividades más arraigadas de su calendario: el día de San Esteban que le permitirá tener este año, un puente de 4 días.
La confirmación ha llegado de manera oficial y eso permite planificar con tiempo. El 26 de diciembre será festivo en Cataluña y, en 2025, encaja de tal forma que deja un puente de 4 días difícil de encontrar en otros puntos del país. Para muchos catalanes, no es sólo una fecha marcada en rojo, sino parte de una tradición que se vive en casa desde siempre. Y tiene un origen que mezcla historia, costumbre familiar y una conexión muy antigua con el resto de Europa. Aunque en el resto de España el 26 de diciembre es un día laborable sin mayor particularidad, en Cataluña cuenta con un peso cultural enorme. Es una celebración que forma parte de su identidad y tiene un trasfondo que se remonta a la época carolingia. Un detalle que todavía sorprende a quienes no conocen por qué allí se hace fiesta y en otros lugares no.
El puente de 4 días que se celebra en Cataluña
Para entender por qué Cataluña tiene este festivo, hay que mirar al pasado. En los territorios que formaban la antigua Cataluña Vieja, bajo la influencia del imperio de Carlomagno, las fiestas religiosas se organizaban de manera distinta al resto de la península. El obispado de Narbona marcaba las referencias litúrgicas y, con ello, el concepto de familia también cambiaba. No era el núcleo familiar reducido que conocemos ahora, sino un clan amplio, disperso, que se reunía en fechas señaladas en la casa de origen.
La Navidad se vivía como la gran reunión del año. Y, claro, volver a los hogares al día siguiente no era sencillo en la Edad Media. Los desplazamientos eran largos y lentos. Eso hizo que el 26 de diciembre se reconociera como una jornada sin trabajo, pensada para que cada uno regresara a su casa tras reunirse por Navidad. No se consideraba todavía una fiesta como tal, pero con el paso de los siglos se convirtió en una celebración propia, asociada al primer mártir del cristianismo, San Esteban.
Una celebración que explica más de lo que parece
Quien vive en Cataluña sabe que San Esteban no es un simple festivo aislado. Forma parte de un ciclo que también incluye el Lunes de Pascua y el Lunes de Pentecostés, ambos festivos en la comunidad y que comparten el mismo origen carolingio. Es una huella que dejó una forma de organizar la vida familiar y religiosa que, con el tiempo, se extendió por otros territorios europeos que también estuvieron influidos por aquel imperio.
El Ayuntamiento de Barcelona explica esta tradición con detalle: las familias celebran una gran comida el día de Navidad y, al día siguiente, vuelven a reunirse para aprovechar lo que sobra. Los canelones de San Esteban forman parte del menú típico de ese día, algo que se mantiene generación tras generación. Lo que comenzó como una necesidad práctica terminó siendo un símbolo cultural.
Por qué en Cataluña habrá un puente de 4 días
Este año, según confirma el BOE en el calendario laboral oficial, el 26 de diciembre cae en una posición perfecta para quienes viven en Cataluña. La Navidad será festivo, el 25 queda en jueves y San Esteban en viernes, lo que deja un descanso natural que se enlaza con el fin de semana y se convierte en un puente de cuatro días. Un escenario que no se repite en ninguna otra comunidad española.
El resto del país retomará su actividad normal el 26 de diciembre, mientras que en Cataluña se mantiene la fiesta, lo que coloca a la comunidad en una situación privilegiada tanto para el sector turístico como para miles de familias que aprovechan estas fechas para viajar o simplemente desconectar después de las celebraciones navideñas.
Una singularidad que sigue viva siglos después
San Esteban no es una fiesta improvisada ni un añadido reciente al calendario. Es una tradición que tiene sus raíces en la historia medieval y que ha sobrevivido porque forma parte de la vida cotidiana de la comunidad. Se celebra en Cataluña igual que en otros territorios europeos que comparten pasado carolingio y que mantienen esta fecha como festivo, algo que suele sorprender cuando se compara con el resto del Estado español.
Así en apenas dos semanas volverá ese momento en el que las mesas se llenan de canelones, los salones repiten como punto de encuentro familiar y Cataluña disfruta de un puente que, año tras año, mantiene vivo un fragmento de su historia.