Las trastadas más divertidas de los niños

¡Noooooo, ay, madre, la que has liado! Esta seguramente es una frase que has pronunciado alguna vez si tienes hijos pequeños y has descubierto que te han hecho una de sus trastadas. Sin embargo, posiblemente detrás de ese primer momento de desesperación, y sin que te vean, te hayas reído de la travesura que han llevado a cabo.
Y es que con los niños sucede como con las películas: la realidad siempre supera a la ficción. De ahí que posiblemente jamás se te había pasado por la cabeza que eran capaces de hacer lo que ahora tienes ante tus ojos.
En este caso, para poder ponerle ese punto de humor a las travesuras de los peques, vamos a hacer un repaso por algunas fotografías que nos muestran las más divertidas:
1-Mira cuánto te quiero
¿A qué padre o madre no se le ha “caído la baba” cuando su hijo le ha dado un beso o un abrazo y le ha dicho “te quiero mucho”?. Indudablemente a todos, porque nadie puede resistirse al amor de un ser querido y menos al de su pequeño.
Pero no todos los niños se conforman con expresar su amor con una caricia o una frase sino que hay otros que quieren hacerlo a lo grande, por todo lo alto, para que su mamá o papá se sienta muy especial. Y un ejemplo de eso es lo que hizo la pequeña de esta fotografía, a la que no se le ocurrió otra cosa que “tunear” el coche de su papá. Así, con un destornillador en mano, le escribió en uno de los laterales “I love my dad”.
En la instantánea sólo podemos ver el rostro satisfecho de la menor, pero hubiera sido interesante conocer el del progenitor.
2-A ver, ¿qué hay por aquí?
Desde que nacen, los niños van descubriendo, poco a poco, el mundo que les rodea, todo les despierta curiosidad. Sin embargo, cuando empiezan a gatear y a andar es cuando tienen más fácil poder conocer cualquier objeto o lugar que les llame la atención, ya que disponen de mayor libertad para hacerlo, pueden ir hasta el mismo por sí solos.
Precisamente esa autonomía es la que aprovechó el pequeño que protagoniza esta otra imagen. Y es que parece ser que contaba con tanto interés por descubrir qué es un frigorífico y qué se escondía detrás de esa puerta misteriosa, que su mamá abría y cerraba sin parar, que se lanzó al mismo. Sí, no dudó en meterse de lleno en el refrigerador y observar con sus propios ojos que había por allí: “ a ver, un yogur, un poco de mantequilla, un tomate, zumo, verduras…¡qué sano todo lo que compra mami!”
3-Las revistas que lees son una caca
Desde que son muy pequeños, es recomendable que los hijos disfruten junto a sus padres de cuentos y libros infantiles porque de esta manera se les inculcará el amor por la lectura. Un hecho este que les servirá para poder tener un hobby para toda su vida, que será especialmente enriquecedor en muchos aspectos.
Los adultos son los que deben apostar por hacer que empiecen a disfrutar de la literatura y para eso deben controlar lo que llega a sus manos. Pero, en este caso que nos ocupa, parece ser que es el hijo el que ha decidido gestionar lo que leen sus padres. ¿Resultado? Que todas las revistas que ha encontrado le han parecido una “caca”, por eso, ¿qué mejor sitio para tirarlas que al inodoro?
4-Soy un artista
Si Pablo Ruiz Picasso o Mozart comenzaron a dejar patente que eran unos auténticos artistas y genios desde su más tierna infancia, ¿por qué no iba a hacer lo mismo cualquier otro niño?
Precisamente la niña que se convierte en la protagonista de esta otra imagen deja patente que, cuanto menos, le va a encantar el mundo de la pintura, lo que no sabemos si el óleo, la acuarela o el body painting.
Su trastada desde luego ha resultado divertida a su mamá que ha sido la encargada de capturar la auténtica obra de arte que ha creado la pequeña pintando el cuerpo de su padre mientras dormía. Las piernas, la espalda o los pies del adulto se han convertido así en el lienzo perfecto para la niña que, como puede apreciarse, ha puesto mucho esmero en conseguir un resultado increíble. Y, desde luego, queda claro que las pinturas realizadas son mucho más bonitas que el calzoncillo del padre. De ahí que este tenga que agradecerle que las miradas se vayan a los dibujos de la niña y no a esa prenda íntima que es un auténtico horror.
Estos son algunos ejemplos de trastadas infantiles, pero también se dan otras como paredes pintadas con rotuladores, niños que comen en el cuenco del perro, suelos embadurnados de harina…¿Con cuál te sorprendió tu hijo a ti?