Síndrome de Grisel: qué es y cómo se trata
Se presenta como una tortícolis crónica y afecta principalmente a niños: así es el síndrome de Grisel, cuáles son los síntomas y cómo tratarlo.
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Muy raro, difícil de diagnosticar pero definitivamente molesto. El síndrome de Grisel es una afección poco conocida que puede presentarse tras operaciones como la extirpación de las adenoides y que afecta casi exclusivamente a los niños. Conozcamos más qué es y cómo se debe tratar.
¿Qué es el Síndrome de Grisel?
El síndrome de Grisel, más comúnmente llamado «tortícolis nasofaríngea», es una subluxación rotacional atlanto-axial no traumática secundaria a procesos inflamatorios oro-rino-faríngeos que se han diseminado por vía linfática en la región prevertebral.
En palabras más sencillas, es una patología provocada por la incorrecta colocación de las vértebras cervicales altas tras alteraciones e inflamaciones de las estructuras oro-ringofaríngeas. Esta condición, de hecho, no está relacionada con traumatismos o enfermedades congénitas de los huesos, sino que en la mayoría de los casos se produce tras operaciones quirúrgicas que afectan al segmento cráneo-cervical (cuello o vías respiratorias) o episodios inflamatorios como otitis , faringitis o abscesos amigdalinos.
Los pacientes más expuestos a esta rara enfermedad son los que tienen entre 6 y 14 años , aunque la estadística no excluye por completo a los adultos.
Síndrome de Grisel: síntomas
Como se puede intuir por su nombre «informal», el principal indicador del síndrome de Grisel es la presencia de una tortícolis persistente acompañada de cierta rigidez y tensión en el propio cuello. Sin embargo, dado que el área afectada afecta a diferentes partes del cuerpo interconectadas entre sí, existen varios síntomas potencialmente asociados a la patología:
- Taquicardia
- Desequilibrios posturales
- Malestar general
- Aturdir
- Dificultad para tragar
- Dificultad para respirar
En los casos más graves, aunque raros, la situación también puede degenerar en parálisis tetrapléjica e incluso insuficiencia respiratoria aguda que podría provocar la muerte del sujeto.
El diagnostico
Diagnosticar el síndrome de Grisel no es fácil ya que es una enfermedad muy rara y cuyos síntomas están ligados a otras condiciones más comunes. Sin embargo, poder identificar el problema a tiempo es muy importante ya que un tratamiento inadecuado de la enfermedad puede causar una deformidad permanente y dolorosa del cuello o, como ya se ha visto, llevar a consecuencias aún más graves (tetraplagia y/o muerte).
El diagnóstico generalmente se obtiene después de radiografías y tomografías computarizadas (TC) , las herramientas más efectivas para identificar cambios en los segmentos cervicales. La resonancia magnética también puede desempeñar un papel en el diagnóstico de la enfermedad, aunque es más adecuada para detectar cualquier complicación relacionada con el sistema neurológico medular y radicular.
Tratamiento
El tipo de terapia utilizada para tratar esta afección depende del momento del diagnóstico. De hecho, si el síndrome de Grisel se detecta a tiempo, el problema se puede solucionar mediante la administración de medicamentos antiinflamatorios y/o la aplicación de un collarín blando durante un período breve.
Sin embargo, de lo contrario, puede ser necesario recurrir a relajantes musculares , operaciones quirúrgicas o el uso de collares o instrumentos más rígidos (y voluminosos) para sostener el cuello sin forzar más las articulaciones.
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