El importante aviso de una pediatra: «Alcohol cero durante el embarazo, en guisos y recetas también»
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Todos sabemos de lo importante que resulta evitar el alcohol a toda costa cuando se está embarazada. Sin embargo, es posible que dudes cuando quieres cocinar por ejemplo un guiso y la receta señala que debes echarle una copa de vino. Generalmente, se tiene la creencia de que el alcohol que se utiliza en recetas como el mencionado guiso no afectan para nada el embarazo, ya que como suele decirse, «el alcohol se evapora», pero ¿es esto cierto? La pediatra Lucía Galán, conocida en redes como Lucía Mi Pediatra, tiene la respuesta.
La ciencia lleva tiempo advirtiendo sobre los efectos del alcohol que se consume durante el embarazo, pero además, nada como escuchar la voz de una experta como Galán, que querido poner el foco en algo que suele pasar desapercibido: el alcohol presente incluso en platos cocinados. La especialista insiste en que no existe una cantidad mínima segura y que, cuando se habla de gestación, el único camino realmente responsable es la abstinencia total. Su mensaje es rotundo: el feto recibe exactamente la misma concentración de alcohol que la madre, sin filtros ni atenuantes. Esto convierte cualquier trago en una exposición directa para el bebé en desarrollo.
Más allá de lo social o de las costumbres culinarias, lo que está en juego es la salud futura de un niño. El riesgo de alteraciones neurológicas y problemas de comportamiento es lo suficientemente serio como para derribar mitos y tradiciones. De ahí que la advertencia llegue con tanta contundencia: alcohol cero durante el embarazo, tanto en la copa como en la cazuela.
El aviso de una pediatra sobre el alcohol en el embarazo
Una de las ideas más extendidas es que al añadir vino o licor a una receta, el calor del cocinado “quema” por completo el alcohol. Pero la pediatra recuerda que esto no es cierto. Estudios científicos han comprobado que, tras 45 minutos de ebullición, un plato puede retener todavía alrededor de un 30 % del etanol original. Eso significa que, aunque el sabor se suavice, la sustancia sigue presente y alcanza al organismo de la madre y, por tanto, al del feto.
Este dato cambia por completo la percepción de guisos tradicionales con vino, postres flameados o salsas elaboradas con licor. Lo que parecía inofensivo deja de serlo cuando se tiene en cuenta la vulnerabilidad del cerebro embrionario. Por eso, la recomendación médica va más allá de las bebidas y se extiende también a la cocina diaria.
El riesgo real: trastorno del espectro alcohólico fetal
La mayor preocupación de los expertos es el conocido trastorno del espectro alcohólico fetal. Se trata de una afección que afecta al neurodesarrollo y que, según la Asociación Española de Pediatría, puede estar presente en entre un 2 % y un 5 % de la población infantil. Traducido a la realidad escolar, eso supone casi un niño por aula.
Los síntomas abarcan desde dificultades de conducta, problemas de atención e hiperactividad, hasta alteraciones más graves como cardiopatías o retrasos intelectuales. La Organización Mundial de la Salud considera ya esta condición un problema de salud pública global. Y lo más duro de todo es que las secuelas son irreversibles. Una vez que el alcohol ha interferido en la formación neuronal, no existe tratamiento que lo borre.
Impacto directo en el bebé
La explicación científica es clara: la concentración de alcohol en la sangre del cordón umbilical es idéntica a la que presenta la madre. Si ella tiene 0,5 gramos por litro, esa misma cantidad circula por el organismo del feto. El problema es que hablamos de un cerebro en formación, extremadamente sensible a cualquier tóxico.
El alcohol puede interrumpir procesos clave del desarrollo neuronal, modificar la estructura del sistema nervioso y condicionar para siempre las capacidades cognitivas y físicas del niño. Lucía Mi Pediatra lo resume de forma sencilla: «no tenemos la certeza de que no vaya a suceder nada, por eso la prevención absoluta es la única vía segura».
Derribar las excusas y apostar por la prevención
Ante los típicos comentarios de que «un sorbo no hace daño» o que «ese alcohol que has echado al guiso se evapora», la respuesta de la especialista es contundente: no hay evidencia científica que respalde esas creencias. Al contrario, la literatura médica confirma una y otra vez que no se puede establecer una dosis mínima libre de riesgos.
Por eso su lema no admite matices: alcohol cero durante el embarazo, tanto en bebidas como en recetas. Un advertencia que no es alarmista, sino que busca proteger al máximo a los futuros bebés. Al final, se trata de asumir que cada gesto cuenta y que renunciar a ciertos hábitos durante unos meses puede marcar la diferencia de por vida para tu hijo.
@luciamipediatra Mucho cuidado con esto, por favor. Alcohol cero durante el embarazo, en guisos y recetas también ⚠️ Este mito y muchos más en #LosVirusNoEntranPorLosPies porque mamá y papá informados, hijos más seguros #luciagalan #luciamipediatra #recetas #alcohol #embarazo #sinalcohol #pediatria #pediatra ♬ sonido original – Lucía mi pediatra