Semana 40 de embarazo: el parto ya está aquí
Después de nueve meses de embarazo, con sus síntomas nada agradables y con las emociones a flor de piel además de con experiencias increíbles, llega el momento esperado. Sí, se alcanza la semana 40 y con esta llega el parto y, por tanto, por fin se va a poder tener al bebé en brazos.
Especial y mágico es, por tanto, este periodo de siete días que ahora vamos a analizar en profundidad para poder cerrar nuestra serie Embarazo semana a semana. Sigue leyendo y conocerás todos los aspectos relevantes de ese momento.
El feto en la semana 40
Si tu bebé ha llegado a la semana 40 debes saber que cuando nazca va a tener una longitud aproximada de 50 centímetros y un peso que, por regla general, suele oscilar en torno a los 3 kilos. Eso hace que tenga un tamaño similar al de una sandía.
En este momento hay que decir que se encuentra perfectamente preparado para venir al mundo. Sigue moviéndose, aunque tiene menos espacio, y seguirá dando patadas a la mamá. No obstante, si esta detectara que su pequeño no se mueve o lo hace de manera menos contundente deberá acudir al médico.
La situación de la mamá en la semana 40
Si importante es conocer cómo está el feto, también es necesario saber cómo se encuentra la mamá. En este caso, hay que exponer que, ante todo, se halla en un momento donde vive un cúmulo de sensaciones encontradas. Y es que, por un lado, está deseosa de dar a luz para ver a su bebé y poder tenerlo en brazos mientras que, por otro, tiene miedo al parto. De ahí que pueda tener serios problemas para poder descansar.
Otros aspectos que son interesantes en relación a la gestante son los siguientes:
- Se puede sentir especialmente cansada y puede presentar dificultad para poder moverse con tanta facilidad.
- Cabe la posibilidad de que sufra presión en la zona baja, que le puede llevar a sentir serias molestias.
- Tiene que estar alerta a las distintas señales que le pueden indicar que el parto es inminente y que tiene que acudir al hospital sin demora. Nos estamos refiriendo al desprendimiento del tapón mucoso, a las contracciones más intensas y regulares, a la rotura de aguas…
- El nerviosismo por la llegada del alumbramiento es habitual en todas las embarazadas. No obstante, es importante tener en consideración que únicamente el 5 % de los partos se produce en la fecha prevista. Frente a ese pequeño porcentaje, hay un 30 % de los casos en los que se anticipa y también hay un 65 % en los que se retrasa.
- Cuando llegue el momento de que el niño quiere nacer, es esencial que la fémina, dentro de lo que sea posible, intente mantener la calma. De la misma manera, es fundamental que no se olvide de realizar los ejercicios de respiración y relajación que le han enseñado en los cursos preparto. Le serán de gran utilidad.
Consejos de alimentación para la madre
Además de todo lo indicado hasta ahora en el artículo, hay que conocer una serie de recomendaciones de nutrición para la mujer en este momento final de la gestación. Nos estamos refiriendo a consejos que te dimos a conocer en un artículo anterior y que ahora te vamos a resumir de la siguiente manera:
- Al igual que durante todos los nueve meses, es esencial que la embarazada lleve a cabo una alimentación sana, completa y equilibrada sustentada en cinco comidas diarias.
- El desayuno es el encargado de dotarle al cuerpo de la energía que necesita. Por ese motivo, se sustentará en lácteos, cereales y fruta. Esta última se puede tomar como pieza tal cual o bien en forma de zumo de fruta.
- A media mañana, sigue necesario tomarse un snack para mantener el hambre bajo control y para conseguir que el organismo funcione adecuadamente. Por ese motivo, nada mejor que ingiera una pieza de fruta, un puñado pequeño de frutos secos o incluso un aperitivo en toda regla compuesto de aceitunas y un vasito pequeño de mosto sin alcohol.
- Con respecto al almuerzo, hay que tener en cuenta que deberá optar por platos y recetas saludables tales como ensalada, gazpacho, pavo a la plancha, pescado al horno…
- A la hora de merendar, las mejores opciones son un batido natural o bien un yogur con cereales integrales, por ejemplo.
- Por último, la cena tiene que ser ligera, libre de grasa y nada especiada. Una sopa y un poco de pescado a la plancha es una de las mejores combinaciones.
Y hasta aquí todo sobre la semana 40 de embarazo. Ya solo te quedará llevar adelante el parto y disfrutar de la sensación inexplicable de tener a tu bebé en brazos.