La regla de los tres minutos con los niños
Todos los días, independientemente del tiempo que tengas disponible para estar con tus hijos, dedica al menos 3 minutos a abrazarlos, mimarlos e informarte sobre lo que han hecho en las últimas horas.
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Los meses de pandemia por Covid-19 en los que estuvimos encerrados en casa fueron duros pero también fueron una oportunidad de pasar más tiempo con los hijos, de compartir espacios y experiencias, de conocerlos mejor, de comprenderlos, de tener paciencia. Pero ya hace tiempo que volvimos a la «normalidad» y a nuestras vidas ocupadas en las que el trabajo suele ocupar gran parte de nuestro tiempo. Sin embargo no tenemos que olvidarnos de esa relación con los hijos, y para ello será bueno que conozcas la regla de los 3 minutos.
La regla de los 3 minutos
Algunos psicólogos aconsejan esta regla que sirve para mejorar la relación con los hijos y ayudarlos a crecer en paz, abiertos a el mundo, extrovertida y confiada.
Es además una regla bastante sencilla de poner en práctica. A los padres se les pide, todos los días, que dediquen 3 minutos exclusivamente a sus hijos , abrazándolos, besándolos, preguntándoles cómo están y qué han hecho, interrogándolos sobre sus pensamientos y sentimientos.
Naturalmente, el tiempo que cada mamá y papá pasa con su hijo es más. Pero esta regla excluye el tiempo dedicado a cuidarlos (preparar la comida, lavarlos, ayudarlos con los deberes), el tiempo dedicado a jugar y el tiempo necesario para llevarlos de un lugar a otro.
El tiempo al que se refiere la regla de los 3 minutos es un tiempo diferente: es un tiempo completamente dedicado a escuchar de forma exclusiva .
La regla de los 3 minutos también dice otra cosa: todos los días, cada vez que nos vamos, aunque sea por un rato (por ejemplo, para ir de compras), es fundamental, al volver, saludar al niño como si no lo hubieras visto en mucho tiempo, como si hubieras emprendido un largo viaje. En otras palabras, cada encuentro con el pequeño que ocurre durante el día (en la puerta de la escuela, en la tarde después del trabajo, el fin de semana cuando uno está ocupado en otra cosa) debe ser enfatizado para que el pequeño sienta que sus padres se preocupan por él y desean saber qué ha pasado en su día.
¿Para qué sirve la regla de los 3 minutos?
Sirve para enseñar al niño a hablar de sí mismo o expresar emociones, pero también para tener bajo control sus propios días gracias también a la memoria, a la reconstrucción de los hechos, a que tenga que explicar qué ha hecho a lo largo del día. Sirve principalmente para establecer una relación con tu hijo basada en el diálogo mutuo y la confianza.
La regla de 3 minutos, en efecto, no pretende regañar, aconsejar, proponer. Su propósito es el muy simple de escuchar. Con suspensión de sentencia.
Llegará un momento en que los niños, cuando sean adolescentes, ya no tendrán ganas de contar sus historias. Sin embargo, si están acostumbrados a hacerlo desde pequeños, siempre pueden contar con los 3 minutos de sus padres destinados exclusivamente a escuchar.
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