Recetas de verduras para el menú infantil
La alimentación de los hijos es una de las cosas que más preocupa a los padres, ya que son perfectamente conscientes de que esa es, en gran medida, la responsable de que los pequeños puedan crecer sanos y fuertes. Por eso, no sólo piensan en planificar el menú semanal de los niños sino también en cómo hacer que coman todo lo que deben, aunque no les guste.
Por regla general, los productos que suelen presentar más problemas, porque los menores rechazan tomarlos, son las verduras. No obstante, eso no significa que no haya recetas sencillas con las mismas que puedan acabar encantando a los “reyes de la casa”.
A continuación vamos a indicarte alguno de esos platos que podrán ayudarte a conseguir que tus hijos coman verduras sin rechistar:
Berenjenas con pollo y jamón
Una de las recetas más sencillas con verduras y que más puede gustar a los niños es la que te proponemos a continuación. Para prepararla necesitas contar en la cocina con berenjenas, taquitos de jamón, pechuga de pollo, cebolla, pimiento, ajo, sal y aceite de oliva.
Una vez que tienes todos esos ingredientes, llega el momento de que te pongas el delantal y sigas los pasos que te indicamos para elaborar el plato:
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Lo primero que tienes que hacer es pelar las berenjenas, lavarlas y cortarlas en pequeños dados. Esto último también es lo que deberás acometer tanto con la cebolla como con el pimiento y el ajo.
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A continuación, procede en una sartén a preparar a la plancha la pechuga de pollo, que, una vez lista, la cortarás en pequeñas tiras y la dejarás apartada.
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El siguiente paso consistirá en sofreír con aceite de oliva las berenjenas, la cebolla, el ajo y el pimiento a los que añadirás la sal e incluso pimienta si así lo deseas.
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Cuando el sofrito esté listo apuesta por añadir tanto los taquitos de jamón como las tiras de pollo. Mueve todo y cuando compruebes que ya está listo, retíralo del fuego y sírvelo. Seguro que a tus hijos les encanta.
Brocheta de verduras
Todos somos conscientes de que la mayoría de las veces la comida “nos entra por los ojos” y precisamente por esto es por lo que las brochetas de verduras que te indicamos convencerán a los niños, simplemente por el colorido que tendrán y porque se presentan en forma de pinchito.
¿Qué necesitas para preparar este plato? Básicamente tomate, calabacín, pimiento, berenjena, pechuga de pollo, aceite de oliva y sal.
A continuación, lo que quedará es que lleves a cabo los siguientes pasos:
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Pela todas las verduras, lávalas después y, por último, córtalas en pequeños dados.
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Respecto al pollo, haz lo mismo: córtalo en tiras finas o, a ser posible, también en dados.
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Acto seguido tendrás que empezar a colocar las verduras y la carne en las brochetas, en los palos de madera. Es importante que vayas alternando todos esos productos tanto por sabor como para que creen “un juego de colores” que resulte muy atractivo a los pequeños. Luego quedará sazonarlas.
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En una sartén o parrilla, añade un poco de aceite de oliva y, a continuación, comienza a colocar en la misma las brochetas para que se vayan cocinando.
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Ve dándoles vueltas para que se hagan por todos los lados y cuando estén listas sólo te quedará servirlas.
Croquetas de verduras
De la misma manera, no hay que olvidar que otra estupenda manera para poder conseguir que los niños coman verduras es presentárselas en forma de croquetas, ya que estas les suelen gustar mucho. Puedes elegir los productos que consideres oportunos o que creas que más les pueden atraer en cuanto a sabor, no obstante, en este caso te vamos a proponer que las elabores con pimiento y calabacín.
Además necesitarás cebolla, ajo, perejil, leche, sal, aceite, pan rallado, huevo, queso y harina de trigo.
Los pasos a seguir son estos:
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Pela, lava y corta tanto el pimiento como el calabacín para luego rallarlos.
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A continuación, en una sartén con aceite de oliva, sofríe la cebolla, el ajo y el perejil para, una vez que estén listos, añadirles las verduras ralladas.
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Después deberás verter sobre los mencionados productos la harina poco a poco y mientras que vas removiendo todo tendrás que ir añadiendo la leche, que debe estar templada. Así se empezará a formar una masa, gracias a que continuarás moviendo toda la mezcla hasta que consigas una masa perfecta y sin grumos, a la que deberás añadir también un poco de queso rallado.
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Cuando la mezcla obtenida ya esté fría, ve usándola para hacer bolas en forma de croquetas que luego tendrás que pasar por huevo y pan rallado.
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El último paso consistirá en freír las croquetas.
¿Qué te parecen nuestras propuestas? ¿Te convencen?