Cuál es el papel del padre en el parto
Entrar en la sala de partos para presenciar el nacimiento de tu hijo es la conclusión de un viaje que generalmente comienza desde lejos, desde el momento de la concepción, y continúa durante todo el embarazo.
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Habitualmente, los padres que entran en la sala de partos, que ahora son casi todos son también los que han participado más activamente en las etapas fundamentales del embarazo , acompañando a su pareja al ginecólogo, en las ecografías, pero también involucrándose emocionalmente de esta experiencia, una vez puramente femenina. Los padres de hoy en día participan durante todo el proceso de gestación del bebé por este motivo, también deben estar presentes cuando su hijo está a punto de nacer. Descubramos entonces a continuación, cuál es el papel del padre en el parto
Padre del papel en el parto
A través de las películas o las series de televisión, existe la “creencia” de que el hombre durante el parto de su mujer lo único que debe o puede hacer es grabarlo con su cámara de vídeo. Sin embargo, esa es una idea absolutamente vacía y fuera de coherencia. ¿Por qué? Porque él tiene que desempeñar un papel fundamental para que el alumbramiento vaya bien.
En concreto, estas son algunas de las principales funciones que debe acometer el futuro papá antes de entrar en el paritorio y una vez en él:
- Es imprescindible que cuando su mujer rompa aguas, éste controle la frecuencia con la que se producen las contracciones. De esta manera, dará una información de gran utilidad a los profesionales médicos para comprobar, por ejemplo, si la dilatación es la adecuada.
- No menos importante es que debe mostrarse sereno y tranquilo para poder transmitir también esas sensaciones a la mamá. Gracias a esto, ella también estará más relajada, dentro de lo cabe.
- Debe estar atento a las necesidades de su pareja y debe demostrarle cariño y comprensión. Esa es la manera de que la mujer se siente querida y tenga el apoyo que necesita en ese momento tan crucial.
- Cuando ya se encuentren en el hospital y en lo que sería la fase de dilatación, puede acometer masajes en el abdomen o en la parte baja de la espalda de su chica para que así se alivien todo lo posible los dolores.
- Es básico además que el hombre, tanto antes como durante el alumbramiento, ayude a la embarazada a llevar a cabo las técnicas de relajación que aprendieron en las clases de preparto. Gracias a estas, aquella podrá minimizar los citados dolores que sufre.
- En el paritorio también el futuro papá cumple una labor fundamental no sólo levantándole la cabeza a su mujer para que pueda realizar más fuerza en cuanto a empuje, para que nazca el bebé, sino también dándole ánimos.
- Dependiendo de como haya ido el parto y también, del hospital, se pida al padre que corte el cordón umbilical: es el primer «corte», pero representa simbólicamente la tarea a la que el padre será llamado a lo largo de su vida. De hecho, tiene el papel fundamental de actuar como moderador en la relación entre la madre y el hijo, cortando todos los cordones umbilicales que poco a poco irán surgiendo en la vida.
Esa participación activa por parte del padre no es posible, por supuesto, cuando el parto es más difícil, tanto por problemas relacionados con el embarazo como por una complicación que se presente inesperadamente durante el parto. En estos casos, sin embargo, el apoyo del compañero, aunque no pueda «hacer» nada concreto, es aún más importante para la mujer que el parto fisiológico, ya que ella siente aún más la necesidad de ser consolada. Su ayuda se limitará a estar cerca de su pareja, estrecharle la mano, acariciarla o, si lo desea, hablar con ella.
En caso de cesárea
Solo en el caso de una cesárea el padre no puede estar físicamente presente en el momento del nacimiento: en muchos hospitales, sin embargo, es posible que siga lo que sucede a través de una ventana de cristal desde la que puede ver en directo el nacimiento de su hijo. Esta es una precaución médica, ya que el quirófano es un ambiente estéril y solo puede ser accedido por personal médico y hospitalario. Los periódicos a veces leen sobre padres que asistieron a la cesárea, pero generalmente son padres médicos que participan del parto o también, aunque cueste creerlo algunos padres famosos también y cuyos hijos nacen en clínicas privadas tienen acceso al quirófano. Sin embargo, no hay que desanimarse: el padre tiene el gran privilegio, tras el nacimiento del bebé, de poder tenerlo en sus brazos durante mucho tiempo y dedicarle muchos mimos.
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