Ola de calor: Precauciones que debemos tomar en bebés y niños

La tórrida ola de calor que se avecina para España esta semana nos va a llevar a sufrir en toda la Península y Baleares temperaturas de hasta 45ºC por lo que los experto alertan a la población para que se tomen medidas, especialmente con los más pequeños y con los mayores. Veamos entonces qué hacer para afrontar esta nueva ola de calor y qué precauciones tomar con los bebés y los niños pequeños.

Ola de calor: Precauciones que debemos tomar en bebés y niños

Parece que una masa de aire caliente de África afectará a gran parte de nuestro país desde mañana miércoles y hasta comienzos de semana, por lo que teniendo que soportar mucho calor y temperaturas que superarán los 30 grados en toda la península, e incluso llegando a los 45 grados en algunas zonas, se hace imperativo cuidar de manera especial a los más pequeños de la casa.

Conozcamos entonces algunos consejos para afrontar la ola de calor en el caso de bebés y de niños y de este modo poder mitigar los efectos de las altas temperaturas.

1. Evita dejar salir al niño y hacerle practicar actividades físicas o deportivas durante las horas más calurosas;
2. Nunca lo expongas al sol durante las horas de mayor riesgo (de 11 a 17);
3. Aumenta la ventilación de la habitación, posiblemente utilizando un ventilador. También es posible utilizar el aire acondicionado, cuidando de mantener una temperatura ambiente de 23-24 ° y tratando de no cambiar constantemente de ambientes más cálidos a más fríos o viceversa. Es importante utilizar la función de deshumidificación;
4. Hacer que el niño use ropa ligera (preferiblemente de lino o algodón), que permita una mayor transpiración;
5. Viste al pequeño con colores claros, que rechacen los rayos del sol;
6. Saca siempre al niño con precaución y solo después de un año de vida al sol directo. Los rayos del sol son muy útiles porque promueven la producción de vitamina D, pero la exposición debe tener lugar de manera gradual;
7. No olvides utilizar siempre bloqueador solar de alta protección. La exposición sin protección puede causar quemaduras solares o quemaduras y crear daños irreversibles en la piel;
8. A menudo moja la cabeza y refresca todo el cuerpo con una ducha o un baño;
9. Aumenta la ingesta de agua para reponer los líquidos perdidos a través del sudor. En caso de calor intenso, también pueden ser útiles las bebidas que contengan sales minerales. En caso de ser un bebé lactante puedes ofrecerle un poco más de leche materna para que esté siempre hidratado.
10. Da preferencia a una dieta rica en frutas y verduras.

Dieta adecuada para afrontar la ola de calor 

A medida que aumenta la temperatura, debe reducirse la ingesta calórica , en particular la proporcionada por los alimentos grasos; es preferible tomar carbohidratos simples con una digestibilidad más rápida. Además, lo importante es aumentar la ingesta de agua e introducir una mayor cantidad de frutas y verduras. Ensalada, flores de calabacín, berenjenas, pimientos y tomates, son solo algunos de los alimentos saludables que absolutamente debemos consumirse en los meses cálidos. Las verduras contienen muchas sales minerales (calcio, hierro, flúor, fósforo, magnesio, manganeso y potasio), vitaminas (A, C, B1, B2, B12, E, niacina, ácido pantoténico y biotina), agua (para el 80-90 %) y fibras.

Cómo vigilar a los bebés durante la ola de calor

De manera especial, debemos tomar precauciones específicas en el caso de tener un bebé ya que estos si tienen pocos meses es difícil que nos digan que les molesta el calor y tienen un mayor riesgo de sufrir deshidratación o un golpe de calor.

Por ello, debemos estar atentos por ejemplo al pañal. En el lactante, el estado de hidratación se evalúa fácilmente en función del número de pañales mojados durante el día, mientras que en el caso de bebés más mayores y niños, los signos y síntomas de alarma peculiares son náuseas , calambres , confusión y dolor de cabeza.

En estos casos es absolutamente necesario llevar al bebé a un lugar sombreado y ventilado lo antes posible , quitarle la ropa, ofrecerle beber en pequeños y frecuentes sorbos, y refrescarle la piel con agua a temperatura ambiente, nunca fría. Pero si no se consigue una rápida mejoría del estado del niño, es recomendable acudir cuanto antes al servicio de urgencias más cercano.