Menú para la semana 37 de embarazo
Numerosas son las embarazadas que llegada la semana 37 dan a luz, ya que sus bebés están perfectamente encajados y han adoptado la posición adecuada para nacer. No obstante, hay otras que siguen adelante con la gestación y que esos días concretos tienen que hacerle frente a notables síntomas como son la presión en la zona de la vejiga, la necesidad constante de ir a orinar, el hinchazón de pies y piernas o incluso serias dificultades para conciliar el sueño. Esto último se suele producir por dos causas diferentes: porque su prominente vientre les impide coger la postura adecuada en la cama o sencillamente porque la inminencia del parto las tiene muy nerviosas.
Uno de los consejos que los médicos dan a las futuras mamás para que puedan sobrellevar mejor la situación en ese momento es que vigilen su dieta, es decir, que disfruten de una alimentación sana, equilibrada y completa que les permita minimizar algunas de esas molestias y que les ayude a prepararse para la llegada del bebé.
¿Cómo llevar a cabo esa recomendación? Siguiendo las pautas que damos a conocer a continuación desde BabyAffinity:
Desayuno
En toda la serie de artículos que hemos realizado sobre el menú más idóneo para la embarazada durante las distintas semanas del periodo de gestación, siempre hemos dejado claro que es fundamental que realice un desayuno completo, que activará su cuerpo y le permitirá conseguir las energías que necesita para afrontar el resto del día. Precisamente la forma de conseguirlo es realizando esta primera comida de la jornada sustentándola en tres pilares básicos:
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Cereales, que son los encargados, entre otras cosas, de “recargarle” las pilas y de aportarle la fibra que necesita para poder evitar problemas tales como el estreñimiento. Para tomarlos, se puede decantar por un bol de cereales directamente, por unas galletas integrales, por un poco de bizcocho o por una tostada integral con aceite de oliva.
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Lácteos, que son los encargados de aportarle calcio en pro de la salud de sus huesos y de su bebé. Lo idóneo es que los ingiera a través de un vaso de leche semidesnatada, que podrá “aderezar” con un poco de descafeinado o de cacao.
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Fruta, que es la que le dará al organismo dosis de vitaminas. Se puede ingerir a través de una pieza concreta o bien mediante un zumo natural.
Media mañana
Cinco son las comidas que hay que realizar a lo largo del día y la embarazada que está en la semana 37 de embarazo, por tanto, no debe dejar de tomar algo en torno a las 12 de la mañana. Y es que así su organismo estará en perfecto funcionamiento y, además, podrá tener el hambre bajo control.
Aunque son muchas y variadas las propuestas por las que puede optar, no podemos pasar por alto que entre las más sanas se encuentran una barrita de cereales, una pieza de fruta, un yogur desnatado o un pequeño puñado de frutos de secos.
Almuerzo
A esta es a una de las comidas a las que debe prestar más atención la futura mamá, ya que se trata de la más contundente del día. Lo idóneo y más saludable es que opte por elaborar un menú que se sustente en tres pilares, como son estos:
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Primer plato. Para comenzar el almuerzo, la embarazada debe decantarse por elegir una de las propuestas que se consideran más sanas como son una ensalada, una crema de verduras, un salmorejo o incluso una sopa.
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Segundo plato. A la hora de continuar con la comida del mediodía, también debe seleccionar correctamente una receta que no sólo le guste sino que sea saludable, en pro de su bienestar y del de su bebé. Por eso, lo ideal es que elija una de entre las que más recomiendan los nutricionistas: filete de ternera a la plancha, bacalao al pil pil, merluza o lubina al horno, filete de pollo a la plancha…
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Postre. Indiscutiblemente la manera de concluir el almuerzo será tomando una pieza de fruta, aunque también se puede optar por una macedonia.
Merienda
A media tarde, la embarazada debe apostar en la semana 37 de gestación por comer algo que le dé vitalidad, que sacie su hambre y que le permita que su organismo funcione de la manera adecuada. En concreto, lo más recomendable es que se decante por seleccionar una de las siguientes alternativas: sándwich de jamón cocido y queso, batido o zumo natural, un yogur desnatado con unos cuantos cereales, unas galletas integrales…
Cena
Ligera, para conciliar el sueño y facilitar la digestión. Así es como debe ser la última comida del día que se sustentará en una infusión como postre y en un plato o platos principales que deben escogerse entre estas alternativas saludables: una ensalada de pollo, un flamenquín, unas verduras a a la plancha…