Incontinencia posparto: Qué es y cómo tratarla
El estrés del trabajo de parto y de dar a luz puede provocar episodios de incontinencia, una afección que tiende a resolverse espontáneamente pero que debe tratarse con prontitud.
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A lo largo del embarazo, las mujeres experimentan constantemente cambios físicos importantes que también afectan las actividades diarias normales. Con el parto estos no cesan de repente y algunos de ellos pueden continuar incluso en el puerperio . Este es el caso de la incontinencia posparto , o la pérdida involuntaria de orina. Hablamos de una realidad cuya incidencia (tanto en términos numéricos como en términos de condicionamiento) suele subestimarse considerándola fisiológica y normal , aunque en realidad es una de las principales disfunciones perineales y una verdadera causa de morbilidad materna. Veamos con más detalle qué es exactamente y cómo se trata.
Incontinencia posparto
La incontinencia posparto es un fenómeno no infrecuente que inevitablemente provoca importantes consecuencias en el desempeño de las actividades diarias (también puede ocurrir durante las relaciones sexuales), aumenta el riesgo de infecciones y que, aunque suele ser una condición reversible, requiere atención y tratamiento adecuado.
Las causas de la incontinencia posparto
La incontinencia posparto es un fenómeno más frecuente después de un parto natural , especialmente después del primero, ya que este evento debilita los músculos del piso pélvico y conduce a una vejiga hiperactiva . Los mecanismos que determinan esta consecuencia aún no están claros y no existe una única causa desencadenante, por lo que hablamos de una condición multifactorial.
Los factores de riesgo incluyen:
- macrosomía fetal ;
- trabajo de parto y parto difíciles con largas fases de pujo ;
- el uso de puntos de sutura;
- daño a los nervios que controlan la vejiga;
- cambios en la posición de la uretra y la vejiga durante el embarazo;
- la episiotomía .
Las mujeres que han tenido fenómenos de incontinencia tanto antes como durante el embarazo están más expuestas a esta condición incluso después del parto.
Generalmente, la incontinencia posparto se resuelve en los siguientes meses , aproximadamente dentro del primer año, sin recurrir a un tratamiento adecuado; de hecho es una condición que debe ser manejada para reducir sus efectos y molestias mientras se espera recuperar el correcto control de la micción .
Incontinencia posparto: tipos y grados
La incontinencia es un fenómeno articulado y complejo que puede presentarse de diferentes formas y con diferentes grados de intensidad. Asociadas al evento del parto están la incontinencia de esfuerzo y la incontinencia de urgencia.
En la incontinencia de esfuerzo , las pérdidas de orina se producen por aumentos repentinos de la presión intraabdominal, como los que se producen tras un estornudo, levantar una pesa o toser. En estos casos las pérdidas son moderadas y pequeñas.
En la incontinencia de urgencia , sin embargo, las pérdidas son más abundantes y se producen tras una necesidad urgente e incontrolable de orinar.
Incontinencia posparto: ejercicios útiles
Una de las principales ayudas contra la incontinencia posparto proviene de los ejercicios físicos destinados a recuperar el tono y la elasticidad de los músculos del suelo pélvico .
La gimnasia posparto tiene la ventaja de ser bastante simple, no pesada y practicable cómodamente incluso en casa. En concreto, los llamados ejercicios de Kegel representan un conjunto de entrenamientos, divididos en fases de contracciones y relajación, con los que fortalecer los músculos que sostienen la vejiga y ayudar a recuperar el control. Después de vaciar la vejiga, se tensan los músculos del suelo pélvico, manteniéndolos tensos durante diez segundos y luego relajándolos durante otros diez segundos y repitiendo el ejercicio de 3 a 5 veces al día durante 10 veces.
En la práctica de ejercicios físicos para contrarrestar la incontinencia posparto es necesario prestar atención a cuándo comenzar . La actividad física siempre es útil e importante, pero en los primeros días y semanas después del parto, especialmente después del dolor y las complicaciones postoperatorias, es útil proceder con precaución y detenerse de inmediato en caso de molestias o condiciones más graves de las que le gustaría tratar. .
Alternativamente, también es posible contactar con fisioterapeutas y profesionales con los que seguir un programa de apoyo y fortalecimiento más específico y adecuado.
Remedios para la incontinencia posparto
Además de la actividad y el ejercicio físico, existen toda una serie de medidas a seguir para reducir las molestias que produce la incontinencia posparto.
- Compresas absorbentes: Un primer remedio para la incontinencia es utilizar compresas absorbentes. Son aptas para este tipo de padecimientos para aplicar en ropa interior (o en su defecto comprar ropa interior específica) y aseguran una rápida absorción y evitan que los escapes de orina mojen otras prendas.
- Hidratación: Para reducir los episodios de incontinencia, puede ser útil limitar el consumo de líquidos antes de salir o en las horas previas a irse a dormir. Al mismo tiempo, sin embargo, es necesario prestar atención a la ingesta de al menos 1,5-2 litros de agua por día para evitar que la orina se concentre y se irrite la vejiga. También es útil evitar las bebidas con cafeína que podrían causar irritación de la vejiga.
- Nutrición y estilo de vida: Mantener un peso saludable también es útil para aliviar la presión sobre la vejiga y reducir los fenómenos de incontinencia urinaria. El control de la dieta pasa por reducir el consumo de dulces y elegir alimentos que reduzcan el riesgo de estreñimiento , condición que puede aumentar los síntomas de la incontinencia. Al mismo tiempo, es importante seguir un estilo de vida saludable, equilibrado y activo, eliminando las actividades estresantes y agotadoras que ejercen una fuerte presión sobre el abdomen, así como dejar de fumar.
- Medicamentos y cirugía: En los casos más graves y en aquellos en los que otras formas de tratamiento han resultado ineficaces, el médico puede evaluar y sugerir terapia farmacológica o cirugía para resolver una afección más grave.
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