Horario de Verano

Horario de verano: ¿Cómo afecta a los niños el cambio de hora?

El hecho de ganar una hora de luz con el horario de verano, puede afectar de manera especial a los niños. Una de las claves pàra que no les afecte será cambiar también su rutina de horarios.

horario de verano
Cómo afecta y cómo ayudar a los niños con el cambio de hora

En la madrugada del próximo sábado 28 al domingo 29 de marzo, tendremos que cambiar los relojes para establecer de nuevo el horario de verano, un cambio que puede crear algunos problemas para los ritmos de los niños. ¿Cuáles son las desventajas de cambiar la hora para los niños? ¿Cómo ayudarles a dormir bién?.

Horario de verano: ¿Cómo afecta a los niños el cambio de hora?

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Durante la primavera es cuando se produce el cambio de hora para establecer de nuevo el horario de verano. De este modo, en la madrugada del sábado al domingo, tendremos que adelantar el reloj una hora, de modo que a las 02:00 serán las 03:00. En consecuencia, dormiremos una hora menos, pero además durante los primeros días vamos a experimentar algunos cambios en nuestro estado de ánimo que en el caso de los niños pueden acentuarse.

Al cambiar al horario de verano, ganamos una hora de luz al día, pero el simple hecho de cambiar la hora puede cambiar el ritmo de todos. De hecho, es normal que durante los primeros días tras cambiar el horario te sientas un poco «fuera de fase» si tenemos en cuenta lo que aseguran los expertos, y es que el cuerpo humano necesita entre  cinco y seis días para recuperarse. Sin embargo, la estimulación de la luz aumenta en la primavera, por lo que también se compensa parcialmente el cansancio relativo, y si bien los adultos se acostumbran a hacer el cambio de horario con mayor facilidad, puede ser más complicado para los niños, hasta el punto de notarlos realmente nerviosos durante varios días, sufrir somnolencia y hasta mal humor.

A todo esto se le suma el hecho de tener que manejar a los niños durante la cuarentena que estamos viviendo, por lo que tenemos que estar preparados ante días que pueden ser más difíciles que de costumbre. Hemos de pensar sin embargo, que si están más nerviosos, sabremos que es por «culpa» del cambio de hora y podemos estar preparados.

Las molestias para los niños

Los niños suelen funcionar bien con las rutinas y los horarios, por lo que el hecho de ingresar en el horario de verano y tener que cambiar la hora,  puede causar en su cuerpo y en sus ritmos los efectos de un verdadero jet-lag . Y los principales problemas pueden presentarse por la noche después del cambio de horario, porque los niños pueden no querer dormir . Por ejemplo, si están acostumbrados a dormir a las 21:00, con el cambio de horario para su cuerpo de las 21:00 corresponde a las 20:00. Entonces puede que sientan que tienen que luchar para conciliar el sueño. Una solución sería cansarlos un poco más el domingo.

Otra solución es, en cambio, comenzar de inmediato a cambiar las horas de los niños , de modo que hasta el domingo se hayan acostumbrado un poco al nuevo ritmo que establezcamos. Todos los niños necesitarán adaptar sus ritmos al nuevo horario, de lo contrario les resultará más difícil conciliar el sueño por la noche y despertarse más temprano por la mañana.

Si no puede acostumbrarse a esos nuevos horarios esta semana, el consejo para el sábado es enviarlos a la cama un poco más tarde y luego recuperar algo de tiempo en los días siguientes para volver a los ritmos normales. En poco tiempo verás que vuelven a estar acostumbrados al horario que se haya establecido y que ese nerviosismo o dificultad para dormirse, desaparece del todo.

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