Destete del bebé: ¿qué agua usar y cómo elegirla?
En el recién nacido, el agua representa el 70-75% del peso corporal pero ¿qué cantidad debe recibir en la fase de destete?
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El agua es el componente esencial del cuerpo humano porque todas las reacciones químicas vitales tienen lugar en presencia de agua. Aunque no tiene calorías, puede considerarse un alimento en todos los aspectos que nunca debe faltar en la dieta diaria. Tampoco en la de los niños y los bebés y de hecho, cobra especial relevancia una vez que el niño comienza la introducción de alimentos. Veamos a continuación, qué agua usar y cómo elegirla para el destete del bebé.
Agua en el destete del bebé
El agua es importantísima para nuestra alimentación. A partir de que no aporta calorías tiene propiedades esenciales en nuestra vida. Entre ellas:
- regula la temperatura corporal;
- permite las funciones bioquímicas de las membranas celulares;
- ayuda al organismo a asimilar los nutrientes esenciales obtenidos de los alimentos;
- expulsa los desechos metabólicos del cuerpo;
- facilita el funcionamiento de los riñones;
- promueve la digestión;
- trae sales minerales;
- lubrica los tejidos de los pulmones y los ojos;
- hidrata la piel, manteniéndola elástica;
- favorece la motilidad intestinal, previniendo el estreñimiento.
¿Qué agua usar para los bebés?
Al menos durante el primer año de vida -y por tanto también durante el destete-, los expertos recomiendan el uso de aguas minerales naturales con bajo residuo fijo (menos de 200 mg/l). El pediatra puede, sin embargo, recomendar otro tipo de agua en caso de que existan necesidades específicas. El agua mineral embotellada proviene de áreas geológicas específicas que están naturalmente protegidas, no contaminadas, microbiológicamente puras, de composición estable y controladas periódicamente. El agua del grifo, por otro lado, puede provenir de diferentes sitios de origen (lagos, ríos, manantiales subterráneos). Sin embargo, se someten a procesos de depuración y potabilización de forma que garanticen un agua bacteriológicamente pura. La legislación españolaprevé controles estrictos y específicos. Sin embargo, las aguas embotelladas tienen varias ventajas:
- Composición físico-química indicada en la etiqueta;
- Calidad constante. La aplicación de rigurosos estándares de higiene, desde la recolección hasta el envasado, garantiza una adecuada pureza microbiológica y la conservación de las características físico-químicas. Son controlados periódicamente por un laboratorio cualificado que certifica su aptitud nutricional en todas sus fases (desde el origen, pasando por el embotellado hasta la distribución);
- Esterilidad: se garantiza la seguridad microbiológica en el momento del envasado, lo que permite utilizar el agua sin necesidad de hervirla previamente:
- Variedad: la disponibilidad de muchos tipos diferentes, relacionados con las propiedades físico-químicas del agua, permite elegir el más adecuado. No todas las aguas, de hecho, son igualmente adecuadas para el pequeño.
¿Cuántos ml de agua debe beber el bebé en el destete?
La necesidad de agua cambia según la edad y el clima: en verano hay una mayor pérdida de líquidos para reponer. En general, la cantidad diaria recomendada de agua durante el destete es:
- 600-900 ml de 6 meses a 3 años;
- 1.100 ml de 3 a 10 años;
- 1,5 ml (similar a un adulto) a partir de 11 años.
¿Cuánta agua en la leche en polvo?
En este caso, se prefieren las aguas mínimamente mineralizadas o con bajo contenido de minerales en sodio, cloro y potasio debido a que los riñones del bebé todavía están funcionalmente inmaduros para eliminar cualquier exceso de minerales presentes en el agua. Por regla general, la leche en polvo debe reconstituirse en un 13 % de agua.
¿Cuándo empezar a dar agua a los bebés en el destete?
Si el bebé es amamantado , por lo general no necesita agregar agua. Si, por el contrario, se alimenta con leche formulada, al ser ésta más densa que la de su madre, necesita agua para garantizar una correcta hidratación. En este caso, el agua se propondrá lejos de las tomas, para no interferir con la alimentación.
Luego, cuando el niño cambia de una dieta exclusivamente basada en leche a una dieta mixta de leche y alimentos sólidos (el llamado destete), comienza a beber «como los adultos». Por tanto, es fundamental complementar su dieta con agua, acostumbrándolo a beber regularmente. La sugerencia de los pediatras es proponérselo en diferentes momentos del día, sin esperar a que lo pregunte porque, por lo general, los niños pequeños no perciben adecuadamente la sensación de sed.
En caso de dolencias puntuales entonces es bueno dar agua al bebé independientemente de que haya comenzado o no el destete. Estos son los casos más frecuentes en los que se requiere suplementación de agua:
- Infecciones del tracto urinario: La acción diurética de las aguas poco mineralizadas las hace especialmente indicadas para el tratamiento de las infecciones del tracto urinario , muy frecuentes en los niños pequeños, porque permiten la eliminación de bacterias patógenas, cloruros, catabolitos tóxicos.
- Fiebre, vómitos o diarrea: Todos estos trastornos pueden provocar una fuerte pérdida de líquidos que hay que suplir para prevenir el riesgo de deshidratación , muy peligrosa para el pequeño.
- Estreñimiento: El agua con bajo contenido en minerales también se recomienda para regular un intestino ligeramente perezoso porque, al ablandar las heces, favorece la evacuación.
Temas:
- Alimentación infantil