Cuidados del bebé

Los errores más comunes al curar el ombligo de tu bebé

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Los errores que más se cometen al curar el ombligo del bebé
Blanca Espada

Cuidar el ombligo de un recién nacido es una fuente de ansiedad y preocupación para muchos padres. Sin embargo, en condiciones higiénicas normales, esta zona necesita unas simples atenciones de modo que no tenemos porqué cometer fallos aunque muchos padres primerizos suelen equivocarse. Veamos a continuación, los errores más comunes al curar el ombligo de tu bebé.

Los errores más comunes al curar el ombligo de tu bebé

El ombligo del recién nacido comienza a formarse después de la caída del muñón , que es la parte residual del cordón umbilical cortado al nacer.
Es una parte muy delicada del cuerpo del niño que siempre debe mantenerse limpia y seca para evitar infecciones y rojeces .

¿Cuándo se cae el cordón umbilical?

Después del nacimiento, uno de los tratamientos más recomendados por obstetras y pediatras se refiere al cordón umbilical del recién nacido, o más bien a la rama del cordón que queda adherida al hoyuelo umbilical del bebé. El muñón , de hecho, debe limpiarse cuidadosamente y mantenerse lo más seco y protegido posible hasta que se caiga espontáneamente.

Por lo general, esto ocurre dentro de los primeros 15 días posteriores al parto, más precisamente después de 8-15 días . Cuanto más rápido se seque el muñón, más rápido debe tener lugar su desprendimiento .

Por lo general, no es necesario el uso de antibacterianos, desinfectantes y otras soluciones para el ombligo del recién nacido, ya que pueden retrasar el secado del brote. Pero a veces normalmente, el pediatra nos explicará que debemos usar un poco de alcohol para hacer bien la limpieza y cura del ombligo.

Además, tan solo necesitaremos una simple gasa y un poco de alcohol. Limpiaremos bien la zona y luego secaremos bien con otra gasa. Es algo fácil de hacer que no da a error sin embargo, muchas personas comenten equivocaciones o fallos pero sencillamente por pura inexperiencia.

Algunos de los más frecuentes son estos:

  • Usar algodón en lugar de una gasa. Algo que puede provocar que queden restos del algodón en la piel del bebé y que la piel tarde más en curarse. Es mejor usar una gasa que no deja restos y además es más fácil de manejar.
  • Mojar demasiado la gasa. Para limpiar el ombligo del bebé hace falta un poco de alcohol pero no es necesario empapar la gasa. Con solo mojar uno poco o incluso, con solo humedecer, será suficiente para que podamos limpiar bien la piel.
  • No usar alcohol. Como decimos, no hace falta mucha cantidad pero tampoco debes limpiar el ombligo con una gasa completamente seca ya que en podemos hacer que la piel se irrite. Usando alcohol (se aconseja que sea del 70% o del que se suele utilizar para curar heridas) podremos desinfectar bien y evitar  que el ombligo se infecte.
  • Hacer solo una cura al día. Muchos padres y madres creen que la cura del ombligo se debe hacer tan solo una vez al día, cuando en realidad es aconsejable hacer un mínimo de tres veces, para asegurarnos que el ombligo no se ensucia con pipí o caca del bebé.

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