¿Cómo hacer que un bebé entienda las reglas?
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Realmente los bebés de pocos meses inspiran mucha ternura, cada uno de sus movimientos, gestos o expresiones despierta en nosotros un profundo amor hacia estas pequeñas criaturas. Pero, ¿qué sucede cuando, de repente, comienzan a «volverse locos»? ¿Cómo hacer que un recién nacido o un bebé respete y comprenda las reglas ? El psicólogo suizo Jean Piaget habló de la etapa sensoriomotora considerando ese período comprendido entre el nacimiento y alrededor de los 18 meses, en la que podemos intentar marcar algunas pautas para que los bebés no pasen los límites.
¿Cómo hacer que un bebé entienda las reglas?
Si antes de los 6 meses los movimientos del bebé no están finalizados con un propósito, entonces comienza a descubrir objetos y lo hace utilizando los sentidos. Es a partir de esta etapa sensoriomotora que hemos mencionado que algunos padres, pero especialmente las madres, literalmente se vuelven locos, ya que este descubrimiento a menudo se asocia con pequeños problemas causados por el niño. Una fase nada serena pero que podemos controlar y hacer que el niño nos respete.
Los castigos no sirven para nada
Regañar o castigar a un niño tan pequeño no llevará a ninguna parte. Alzar la voz será solo una salida para el adulto, pero no evitará que el niño continúe con su «trabajo» de llevarse objetos a la boca o tirar lo que coge. Esto se debe a que alrededor de los 9 meses de edad los bebés comienzan a comprender palabras, gestos y expresiones faciales, por lo que una reprimenda antes de este período es absolutamente inútil. En cambio, sería efectivo desviar su atención presentándoles, por ejemplo, otro objeto desconocido, que sea irrompible y suave, como una servilleta de tela de colores.
Sé decidido pero consciente
Muy a menudo las palabras se usan de manera inapropiada. Los padres para evitar que su hijo haga algún daño o para justificar su prohibición se expresan con un simple «NO» . Es bueno recordar que esta palabra debe usarse única y exclusivamente en una situación de peligro real. ¿Cómo hacer que los niños de pocos meses lo entiendan? Aún sin poder comprender el significado de las palabras, un «no» agudo y decisivo debe ir acompañado de alguna acción. Quitarle y además bruscamente, el objeto que está manipulando el niño le hará llorar y el problema aumentará. Junto al «no» puedes gesticular con la cabeza en negación mientras le quita lo que quieras cogerle, pero a cambio deberás darle otra cosa.
Procura que el bebé explore lo que le rodea
Al impedirle hacer cosas continuamente, automáticamente desencadenará un sentimiento primario de rebeldía que lo llevará a ser un niño inseguro, nervioso y prepotente ya en la fase de parvulario-preescolar. Se ha dicho que es a través de los sentidos y especialmente de la vista, el gusto y el tacto como se descubre el mundo en los primeros meses de vida. Quitar constantemente un objeto de las manos de un niño solo porque se lo está metiendo en la boca o jugando con él, a menos que, por supuesto, sea algo peligroso, no es una buena actitud.
En efecto, bajo la supervisión del adulto se podría, de forma lúdica y por tanto como un juego, presentar diferentes objetos en forma, color, material y asombrarse por su forma de analizarlos y manipularlos como un pequeño científico.
Observar para entender sus intereses
Jugar juntos sin duda fortalecerá el vínculo entre padres e hijos, pero debe recordarse que antes del octavo mes hablamos de interacción unidireccional porque los niños no pueden volver la mirada de manera consciente hacia el otro durante el curso de una actividad. Por lo tanto, no hay necesidad de alarmarse o ponerse nervioso si tus esfuerzos lúdicos no reflejan los objetivos marcados. Te interesa estar presente con tu hijo y observarlo, de esta forma no solo estás teniendo un momento con él, sino que al mismo tiempo ejerces un control pasivo a través del cual solo intervendrás si surge un peligro real.
Mantener la calma no siempre es fácil
Por supuesto, decir y hacer las cosas no es fácil. El estrés del día a día o una intensa jornada de trabajo no permiten, por momentos, estar bien y tranquilo frente a un plato volcado por tu bebé y la frase «¡Es sólo un niño!» pronunciada por el familiar o amigo en ese momento solo te irrita más. En cambio, tienes que anclarte con todas tus fuerzas a ella porque es verdad, son solo niños.
Obviamente, nadie quiere comida para bebés en el suelo o juguetes rotos, ya que los nervios pueden saltar fácilmente por lo que es especialmente bueno al principio tener ayuda externa para mejorar a la hora de manejar situaciones como estas. Por último, saca siempre, todos los días, algunos momentos solo para ti para relajarte y recargar tu energía para afrontar el próximo lío de tu pequeño alborotador con más tranquilidad.
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