Cómo enseñar a los niños a tener más agallas
Elogiando sus esfuerzos, implicándoles en actividades que le gusten o haciendo que practiquen deporte puede servir para enseñar a los niños a tener agallas.


La determinación no tiene nada que ver con la ira, que de alguna manera tiene un valor negativo. Las agallas pueden ser el motor que tu hijo necesite a lo largo de la vida para hacer realidad sus sueños de modo que será bueno que las tengan y nosotros como padres, debemos intentar enseñar a los niños a tener más agallas. Para ello nada como aplicar las pautas que os enumeramos a continuación.
Cómo enseñar a los niños a tener más agallas
Tener valor significa no tener miedo de alcanzar tus metas. No importa cuál sea el estilo de crianza, pero definitivamente todo padre y madre desea que su bebé tenga éxito en la vida. Por supuesto, hay innumerables formas de definir el éxito y no necesariamente tiene que ser sinónimo de fama o dinero, sino simplemente de satisfacción.
¿Qué son las agallas?
Tener agallas es un rasgo que se puede desarrollar; implica el que una persona sea luchadora, alguien que ve los desafíos no como escasez de habilidades, sino como lecciones de las que aprender y como tareas difíciles necesarias para pasar a la siguiente etapa. En la vida de un niño , por ejemplo, puede ser simplemente el impulso para aprender a ser autónomo.
¿Cómo desarrollar las agallas?
- Elogia el proceso mientras trabaja no su talento. Si elogiamos a los niños por haberse esforzado en algo es más probable que crean que sus resultados se deben a ese esfuerzo y que lo instauren como una especie de «disciplina» de la que entenderán que todo esfuerzo tiene su recompensa.
- No te excedas con elogios. Elogiarlos demasiado, como ocurre con las actividades diarias que no requieren mucho esfuerzo, podría generar desconfianza.
- No etiquetes a tu hijo. Llamar a tu hijo «inteligente» o «amable», o peor aún, algo negativo como «lento», evoca una mentalidad fija, lo que podría hacer que dude y se aleje de un desafío porque teme fracasar.
- Déjalo pelear (dentro de lo razonable).
- Trata los contratiempos de tu hijo con dignidad. Los errores deben utilizarse como plataforma de aprendizaje.
- Minimiza las distracciones durante las actividades. Cuando trabajes con tu hijo en un proyecto, juego o trabajo que requiera mucha atención, limita el ruido de fondo y las interrupciones.
- Haz que practique deportes. No hay muchos deportes organizados para niños de 1 y 2 años, pero cualquier tipo de ejercicio puede ayudar a los niños con la función ejecutiva o regular sus pensamientos, acciones y emociones. El deporte ofrece un contexto muy concreto en el que practicar algunas de estas habilidades.
- No los obligues a hacer cosas. La determinación implica hacer algo que te apasiona. Si tu hijo se resiste a una actividad, significa que no es para él.
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