Calendario de embarazo: de la semana 30 a la 33
Recientemente has entrado en la recta final del embarazo, concretamente en el tercer trimestre por lo que te encuentras emocionada y nerviosa a partes iguales. Por eso, continuando con nuestro calendario de embarazo, ahora desde BabyAffinity queremos ayudarte a que estés tranquila para que así estos tres últimos meses sean muy felices.
¿Cómo podemos prestarte apoyo? Muy sencillo, dándote a conocer cuáles son los cambios que experimentará tu cuerpo en este tiempo e incluso informándote de cómo es el desarrollo de tu bebé durante el mismo periodo. De esta manera, saldrás de todas las posibles dudas que puedas tener al respecto y eso te ayudará a estar menos nerviosa.
Semana 30
Unos 43 centímetros de longitud y 1,5 kilos de peso son las dimensiones que tiene el feto en este momento del periodo de gestación y que vienen a indicar que su crecimiento marcha a buen ritmo. De la misma forma, es interesante saber que ahora ya empieza a adoptar la posición que le facilitará el nacer semanas después, que, por regla general, será boca abajo. No obstante, hay que tener en cuenta que, en algunos casos, hay bebés que no lo hacen, bien porque la situación en la que se encuentra el cordón umbilical se lo impide o bien porque han esperado demasiado y ya es imposible por el estado del útero.
La mamá, por su parte, en esta semana 30 continúa viendo que su vientre crece considerablemente y que tiene que hacerle frente a síntomas molestos como la hinchazón de pies, la aparición de estrías e incluso dolores de espalda.
Asimismo puede tener las llamadas contracciones de Braxton Hicks, que tienen lugar porque el útero se está preparando y adoptando el tamaño adecuado para permitir el próximo nacimiento del pequeño. Sin embargo, cuando las tenga debe prestar mucha atención a su intensidad y frecuencia para saber si son normales o no. Es decir, si tiene más de cinco contracciones de ese tipo en sesenta minutos deben acudir inmediatamente al hospital más cercano, porque algo no va bien y posiblemente se vaya a producir un embarazo prematuro.
Semana 31
El niño a estas alturas del embarazo pesa más de kilo y medio de peso y continúa preparándose para el parto. Y su mamá también, como lo indica el constante crecimiento de su vientre, lo que empieza a ocasionarle problemas a la hora de poder conciliar el sueño en la cama de una manera cómoda y normal. Por eso, se recomienda que se compre almohadas especiales para embarazadas, que le darán la oportunidad de adoptar una postura más confortable.
Pero, además de lo expuesto, no hay que olvidar que la gestante engorda algo más y que sus pechos ya empiezan a producir leche, como una manera de ir “ensayando” ante el próximo nacimiento del niño.
Semana 32
Los mismos síntomas que durante la semana 31 serán los que tenga que experimentar la mujer, que además puede notar que su bebé, ante la adopción de la postura idónea para nacer, está colocándose de tal manera que el estómago de su madre se vea “ocupado”. Una circunstancia esta que le ocasionará molestias a la futura mamá y que lleva a que se recomiende que, por ese motivo, realice cinco o seis comidas al día pequeñas y nada abundantes, para que así no tenga que hacerle frente a problemas de acidez o pesadez.
El pequeño continúa creciendo, como así lo demuestran sus 2 kilos de peso y su longitud de hasta 47 centímetros. Pero eso es algo que también se puede comprobar por el tamaño de sus uñas. Sin olvidar tampoco que, según los profesionales de la materia, en este momento del periodo de gestación el feto es capaz de darle forma ya a su primer recuerdo.
Semana 33
Si en la semana 32 decíamos que el bebé es capaz de recordar, ahora en esta además puede soñar, como se ha podido comprobar a través de los movimientos oculares que realiza mientras duerme.
No hay que olvidar tampoco que sus sentidos están especialmente desarrollados, como una manera de estar preparado para descubrir el mundo al que próximamente va a llegar, y alcanza unas características físicas de más de 2 kilos de peso y más de 47 centímetros de longitud.
La mamá, por su parte, continúa produciendo leche y eso propicia que note que le sale parte del llamado calostro, la primera leche que tomará su hijo nada más nacer y que se identifica por ser de color más amarillento. Asimismo, puede sufrir problemas de acidez y también puede ver cómo tiene que hacerle frente a la retención de líquidos. En cualquiera de estos dos casos se recomienda que le consulte a su médico qué puede hacer para aliviarlos lo máximo posible y así tener una recta final del embarazo más agradable.