Mi hijo se ha dado un golpe en la cabeza, ¿qué hago?
Sus primeros pasos, el interés por descubrir todo el mundo que les rodea, sus ganas de jugar o su no conciencia acerca del peligro son algunas de las circunstancias que propician que los niños se caigan al suelo o se den golpes con algún objeto.
La cabeza es una de las partes del cuerpo que más se suele ver afectada por culpa de esos choques o caídas. Y esta situación causa nerviosismo y preocupación por parte de los padres, que temen que su pequeño haya sufrido un traumatismo de cierta envergadura.
Si tu hijo se ha dado un golpe en la cabeza y no sabes cómo actuar, es importante que seas consciente de que lo más normal es que no sea nada, un simple “chichón”. Sin embargo, es importante que durante las 24 horas siguientes lo observes para ver si se ha producido algún tipo de lesión interna.
En concreto, deberás acudir al pediatra en el caso de que descubras algunos de estos síntomas después de la caída o golpe:
- Presenta dificultades para hablar respecto a como lo hace normalmente.
- Está muy irritable y manifiesta somnolencia.
- Te das cuenta de que también cuenta con dificultades para ver.
- Ten presente que es habitual que después del traumatismo, más que nada por el dolor o por el susto, llore y tenga miedo. No obstante, lo que no es frecuente es que vomite repetidamente. Si lo hace, no dudes en ir al médico.
- Sus pupilas presentan un tamaño diferente al habitual.
- Por los oídos o por la nariz le sale sangre.
- Camina con cierta dificultad y sus extremidades parecen estar más débiles.
- Manifiesta que le duele la cabeza de manera intensa.
Si tu hijo presenta algunos de estos síntomas o varios de estos, no dudes en ir al hospital de manera inmediata.