Varios jóvenes tuvieron que refugiarse en la Guardia Civil de Palma para no ser linchados por una multitud
La Policía Nacional detiene a cinco implicados, algunos de ellos menores, y mantiene la investigación abierta
Una multitud de agresores armados con palos y cuchillos sembraron el pánico en la barriada

A medida que avanza la investigación, adelantada en exclusiva por OKBALEARES, se van conociendo nuevos y reveladores datos sobre el enfrentamiento entre varios grupos de jóvenes de origen latino y españoles (de familias gitanas) que sembraron el pánico en la noche de este pasado jueves en la barriada palmesana de La Soledad.
De hecho, según información policial, un chico y un familiar sudamericanos, tuvieron que refugiarse en dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil para no ser linchados literalmente por una multitud de jóvenes y familiares de éstos que les perseguían provistos de palos, cuchillos, barras de hierro y cadenas metálicas. Todo ello, con la intención de matarlos.
Unos instantes antes, víctima y agresores se habían encontrado en el parque Krekovic y Wifi de Palma. Allí, tuvieron que coger ramas de árbol y un cubo de basura y utilizarlo a modo de escudo para evitar ser apaleados.
Palma vivió una noche de auténtico horror cuando un grupo de jóvenes violentos, de entre 17 y 20 años, desató en su recta final una escena de caos y sangre en plena calle Manacor. Según informan fuentes policiales, los detenidos intentaron apuñalar a otro chico, al que acorralaron y atacaron sin piedad ante la mirada atónita de decenas de vecinos y transeúntes.
Los hechos ocurrieron sobre las 22 horas, en el parque Krekovic y, unos treinta minutos más tarde, en una de las vías más transitadas del barrio palmesano de La Soledad, a escasos metros del Bingo Rosales y de un conocido estanco. La víctima fue localizada por el grupo de agresores, que se aproximó con actitud amenazante, blandiendo cuchillos y navajas. «Se lanzaron a por él como una jauría», relatan testigos presenciales.
Esta segunda escena se convirtió en una batalla campal: gritos, carreras, vecinos huyendo y otros tratando de protegerse detrás de los coches aparcados. La víctima, completamente acorralada, pedía auxilio a gritos mientras los atacantes intentaban clavarle las armas blancas. «Fue un milagro que no lo mataran ahí mismo», confiesa una vecina de la zona, aún conmocionada.
La rápida respuesta de la Policía Nacional fue clave para evitar una tragedia. En apenas minutos, más de una decena de agentes se desplegaron por la calle, tomando posiciones estratégicas y logrando reducir a los violentos. Los jóvenes fueron detenidos entre fuertes medidas de seguridad mientras el vecindario, aún en shock, observaba cómo los trasladaban esposados al vehículo policial.
Aunque el motivo de la agresión aún se desconoce, fuentes próximas a la investigación no descartan que se trate de una disputa entre bandas juveniles que estarían operando en Palma. Los investigadores trabajan con la hipótesis de que el ataque formaría parte de un ajuste de cuentas o de una pelea territorial entre grupos rivales.
Por suerte, la víctima no resultó herida de gravedad, aunque sufrió un importante estado de shock. «Podría haber sido una tragedia», señalaron fuentes policiales, destacando la valentía de los agentes y la rápida intervención vecinal que permitió alertar a las autoridades en cuestión de segundos.
Mientras tanto, el miedo se ha instalado en la zona. Los vecinos exigen más presencia policial y denuncian que la violencia entre jóvenes está fuera de control. «Cada noche hay peleas, gritos, carreras… esto se está convirtiendo en un polvorín», lamenta un comerciante local.
Cinco jóvenes han sido detenidos y no se descartan nuevas detenciones. La ciudad de Palma vuelve a enfrentarse a una preocupante realidad: la ola de agresiones y bandas juveniles que amenaza con extenderse por sus calles. Una pregunta resuena entre los vecinos: «¿Hasta cuándo tendremos que vivir con miedo en nuestras propias calles?»