entrevista con la oceanógrafa coordinadora el Informe Mar Balear

Raquel Vaquer: «El mar balear lleva todo el año en ola de calor con graves daños a su flora y fauna»

"El Mar Mediterráneo se está calentando a un ritmo mayor que la media global"

"Muchas especies no pueden sobrevivir en aguas tan cálidas y ya se han observado fenómenos de mortalidad masiva"

"El calentamiento favorece la huida de algunas especies y la llegada de otras de origen tropical y subtropical"

"Así y todo el mar balear está mejor que el de otras regiones: tenemos la mitad de las praderas de posidonia de toda España"

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Licenciada en Ciencias Marinas por la Universidad de Vigo y doctora por la Universidad de Baleares con una tesis sobre los efectos del calentamiento del mar en las dos zonas más afectadas, el Ártico y el Mediterráneo. Raquel Vaquer (Felanitx, Mallorca, 1979) es la oceanógrafa que coordina el Informe Mar Balear de la Fundación Marilles. Ha realizado diversas investigaciones sobre los efectos del cambio climático y la contaminación en la flora y la fauna marinas y se ha centrado especialmente en las consecuencias de la falta de oxígeno en el mar debido al calentamiento.

Raquel Vaquer afirma en esta entrevista que el Mediterráneo se está calentando a un ritmo mucho mayor que la media global y que las aguas de Baleares llevan todo el año en fase de ola de calor marina. También explica los efectos del calentamiento en la posidonia y, entre otras cosas, habla de la huida de especies que no soportan un mar tan caliente, así como de la llegada de algas invasoras procedentes de las zonas tropicales.

PREGUNTA.-Usted ha realizado su tesis doctoral y diversas investigaciones  sobre los efectos del calentamiento del Mediterráneo y la contaminación. ¿Cuáles son las principales conclusiones?

RESPUESTA.-El Mar Mediterráneo se está calentando a un ritmo mayor que la media global. Por lo tanto, es un mar especialmente susceptible. En mi tesis estudié los efectos en la respiración y en la producción de los organismos marinos, y lo que vimos es que la respiración aumenta más que la producción de oxígenos y la fotosíntesis, que se reduce. Sólo teniendo en cuenta este proceso, vemos una reducción en la concentración de oxígeno en el mar.

P.-¿Esta reducción de la concentración de oxígeno se debe al calentamiento?

R.-El calentamiento tiene múltiples efectos sobre las dinámicas de los gases. El calentamiento global tiene múltiples consecuencias. Por una parte, cuando el agua está más caliente, tiene menor concentración de oxígeno disuelto. Entonces a esto se le suma que normalmente cuando hay una elevada temperatura, el agua está como estratificada por capas, no hay tanta mezcla y también llega menos oxígeno a las capas más bajas. Los organismos se ven obligados a aumentar su respiración. Aumenta el consumo de oxígeno al tiempo que baja la producción de este gas. Todo esto conduce a una reducción de la concentración de oxígeno disuelto. Esto es especialmente problemático en zonas cerradas o semicerradas, como por ejemplo la Bahía de Portocolom. Durante mi tesis doctoral observamos una disminución de la concentración de oxígeno y un aumento de la probabilidad de hipoxia con el aumento de temperatura. La hipoxia es la falta de oxígeno, niveles bajos de oxígeno que no son suficientes para sustentar la vida marina.

P.-¿Cuáles cree que son los principales problemas del Mediterráneo?

R.-El Mar Mediterráneo tiene diversos problemas derivados de la acción humana. Por un lado, tenemos el calentamiento global, que es el gran problema que afecta a todo el planeta y en especial al Mediterráneo, porque se calienta más que la media global. También ha habido problemas de sobrepesca, de contaminación… hay muchos factores que influyen al mismo tiempo, poniendo en riesgo la salud de los ecosistemas.

P.-Parece ser que el calentamiento del Mar Mediterráneo este verano es bastante considerable.

R.-Sí, así es. Tanto este verano como los veranos anteriores ha habido muchas olas de calor marina Este 2025 llevamos en ola de calor marina prácticamente todo el año. Y durante los tres años anteriores, más de la mitad de los días del año el mar ha estado en ola de calor marina.

P.-¿Qué son olas de calor marina?

R.-Las olas de calor marina significan que el mar está a temperaturas superiores al 90% de todas las medidas de temperatura de un periodo de referencia, que es entre los años 80 y principios de los 2000. Y entonces esto nos muestra que estamos a temperaturas muchísimo más elevadas de lo que sería la normalidad.

P.-¿De qué temperaturas hablamos?

R.-A principios de julio, la boya de Sa Dragonera registró una temperatura de de 30,5 grados, una temperatura muy elevada para estar a principios de julio. El máximo anterior había sido similar a este el mes de agosto del año pasado. Son temperaturas muy elevadas y en algunas zonas se pueden superar los 30 grados. Si miramos la media, la cuenca del mar balear está en torno a los 28 grados.

P.- ¿Esto tiene efectos inmediatos en la biodiversidad?

R.-Que el agua esté tan caliente afecta de forma negativa a muchas especies. Por un lado, se han observado eventos de mortalidad masiva de especies que viven fijas en el sustrato, como pueden ser corales, gorgonias, esponjas… especies que no pueden huir cuando hay estas temperaturas que son demasiado elevadas. Las especies que sí que son móviles lo que hacen es desplazarse. Se desplazan hacia aguas más frías y esto tiene consecuencias en la distribución de las especies. Las especies ya no están en las zonas en las que estaban antes porque se desplazan a aguas más frías. Ya puede ser o migrando hacia el norte o migrando hacia aguas más profundas.

P.-¿El calentamiento del Mediterráneo influye en el desarrollo y la supervivencia de las posidonia?

R.-Sí. La Posidonia oceánica, que es una planta endémica del mar Mediterráneo, nos proporciona muchísimos servicios. Su supervivencia se ve afectada de forma negativa con el calentamiento. Hay estudios que muestran que a temperaturas mayores a 28 grados centígrados aumenta significativamente su mortalidad. Esto se estudió con poblaciones de posidonia de Cabrera, donde la temperatura de 28 grados se había superado ampliamente. A partir de esta temperatura aumentar la mortalidad de la planta. No es que desaparezca del todo, pero sí que se van muriendo partes de la planta y disminuye la densidad y cobertura de las praderas.

P.-¿La posidonia no tiene mecanismos para soportar el aumento de la temperatura del mar?

R.-Se ha observado que cuando hay olas de calor, la posidonia florece de forma masiva. La posidonia es una planta que se reproduce de manera sexual y asexual. Asexualmente se  reproduce por estolones, brotes que se extienden horizontalmente desde los rizomas de la planta. La posidonia tiene un crecimiento lento de un centímetro al año más o menos. También se reproduce sexualmente mediante flores y semillas. Esto lo hace para que haya más variabilidad genética. Además, las semillas flotan y pueden desplazarse a otras zonas en que a lo mejor la temperatura puede ser más apropiada. Entonces, esta estrategia de reproducción sexual sería para que haya variabilidad genética y surjan plantas que puedan estar adaptadas a más altas temperaturas. También sirve para que la especie pueda desplazarse y colonizar nuevas áreas que puedan tener temperaturas más frías.

P.-¿Llegan nuevas especies al mar balear debido al aumento de la temperatura?

R.-Sí, así es. El hecho de que haya altas temperaturas favorece la llegada de especies de origen tropical y subtropical. Especies que pueden asentarse en estas zonas y pueden llegar a convertirse en especies invasoras que estarían afectando de forma negativa a las especies autóctonas o locales. Esto se conoce como tropicalización del Mediterráneo, que es un fenómeno que ya vemos ampliamente con esta proliferación de especies de origen tropical y subtropical.

P.-¿Hablamos de especies tanto animales como vegetales? 

R.-Hablamos sobre todo de muchas algas invasoras. Y también hay algunos peces que han llegado de fuera pero todavía no se ha demostrado que tengan un efecto negativo para las poblaciones locales. Por lo tanto, no se consideran todavía invasores. Ahora viven en el mar balear especies como el cangrejo araña o el cangrejo azul.

P.-¿Estos cangrejos provienen del trópico?

R.-El cangrejo azul es del Atlántico. No es exactamente tropical, pero sí que hay muchas algas de origen tropical. Por ejemplo, aquí en la Bahía de Palma hay un alga que se conoce como cacatoa, que es una alga muy bonita que de hecho se usa mucho en acuarios. Es de origen tropical y está colonizando áreas de la Bahía de Palma. Se ha detectado también en Cabrera y  en Sa Colònia de Sant Jordi.

P.-¿Estas algas están perjudicando el ecosistema marino de Baleares?

R.-Todavía no se conocen muy bien sus efectos reales sobre sobre los ecosistemas. Muchas veces las algas invasoras se extienden mucho y se reproducen muchísimo. Por ejemplo, tuvimos un alga roja que cuando llegó cubrió los fondos de posidonia y parecía que ahogaba sus praderas. Pero el pico duró poco tiempo y después se ha ido como regulando y no ha habido los efectos negativos que se podían prever al principio. En la península sí que tienen problemas muy graves con un alga invasora asiática que se llama okamurae, que de momento no ha llegado a las Baleares y esperemos que no llegue porque es un alga que lo cubre todo. Tiene una grandísima capacidad de reproducción. De hecho, en zonas como Andalucía ha afectado de forma muy negativa a la pesca.

P.-¿Se puede hacer algo para impedir que esta alga llegue a Baleares?

R.-Yo creo que no es posible. Lo que sí es posible es detectarla nada
más llegue para poder tomar medidas eficaces desde el principio y evitar su gran proliferación.

P.-¿Qué es lo que más perjudicial para el mar balear, el calentamiento o la contaminación?

R.-Creo que es muy difícil hacer una comparación. Es porque además estas presiones no se presentan por separado. Normalmente van juntas, hay contaminación y calentamiento al mismo tiempo en una zona. Por lo tanto, también esta mezcla de presiones es lo que afecta de forma negativa.

P.-¿Cómo definiría al estado actual del Mediterráneo? ¿Es un mar que se muere?

R.-El mar Mediterráneo es un mar que está muy afectado por las presiones humanas, pero que todavía sigue teniendo zonas con una elevada biodiversidad y muy bien conservadas. Tenemos praderas de posidonia en muy buen estado en zonas como Córcega, por ejemplo. Aquí en Baleares también seguimos teniendo algunas praderas de posidonia en muy buen estado. Las Baleares tiene la mitad de las praderas de posidonia de toda España. Por lo tanto, esto nos demuestra que hay una cierta calidad del agua que permite que estas plantas sigan estando aquí. Además, la posidonia ayuda a mejorar esta calidad del agua. Es verdad que el Mediterráneo ha sufrido mucho, muchas presiones debido sobre todo a acciones humanas. Hay mucha población viviendo en sus costas y esto produce contaminación debido a un alcantarillado en mal estado, o al hecho de que con frecuencia se recogen las aguas pluviales y las aguas fecales en la misma tubería. Entonces, cuando hay eventos de lluvias copiosas el sistema no da abasto y se tienen que verter estas aguas grises, que son mezcla de aguas de lluvia y aguas residuales, al mar. También algunas embarcaciones vierten sus aguas fecales al mar. Además, hay aportes de nutrientes en algunas zonas por agricultura intensiva y por el uso de fertilizantes artificiales.

P.-Parece que el Mediterráneo sufre muchas presiones.

R.-Sí. También hay sobrepesca y mucha basura, especialmente el plástico. El plástico no desaparece, se va rompiendo en pedacitos muy pequeñitos que ingieren los diferentes organismos y se va acumulando en la cadena trófica. Por lo tanto, es verdad que hay muchísimas presiones que afectan de forma simultánea al mar Mediterráneo pero aun así sigue habiendo zonas bien conservadas y vale la pena luchar por su conservación y para mejorar su estado. Cuando protegemos el mar, aparecen resultados positivos de una forma bastante rápida. Un ejemplo son las reservas marinas de interés pesquero y algunas zonas marinas protegidas. En las reservas marinas aumenta mucho la biomasa. El peso de los peces que hay en estas zonas también aumenta y aumenta igualmente la diversidad de las especies. Por lo tanto, proteger funciona.

P.-¿Cuáles son las principales zonas de Baleares con las mejores praderas de posidonia?

R.-En las Islas Baleares hay algunas praderas de posidonia en muy buen estado. Sobre todo en zonas que tienen una menor presión humana. En la zona sur de Mallorca hay praderas de posidonia en buen estado. Las que están en peor estado son las que hay en las bahías de aguas poco profundas, en las bahías someras afectadas por la contaminación. Por ejemplo, en la Bahía de Pollença o en la de Portocolom las poblaciones de posidonia tienen una menor densidad y una menor cobertura.

P.-¿La degradación que está sufriendo el Mar Mediterráneo es reversible? ¿Se puede recuperar?

R.-Todos los ecosistemas son susceptibles de restauración y de recuperación. En algunos se ha llegado a un extremo en el que simplemente su conservación no es suficiente, sino que tenemos que restaurar. La restauración la podemos hacer de dos maneras: podemos hacer una restauración pasiva, que sería eliminar las presiones que están afectando el medio marino o una restauración activa que sería, por ejemplo, replantar o introducir algunas especies que están en un estado que no es suficientemente bueno. Sobre todo,  especies que no tienen capacidad de dispersión elevada y que requieren hacer replantaciones, como se hace con la posidonia. Tenemos que tener en cuenta que la degradación es un proceso muy rápido, pero en cambio la restauración es un proceso muchísimo más lento. Muchas veces, aunque eliminemos las presiones, harán falta años e incluso décadas para que se puedan ver las mejoras y volver a su estado original.

P.-¿Usted es partidaria de crear más reservas marinas?

R.-Sí. Como hemos comentado antes, proteger el mar funciona y más cuando se cierran a la pesca ciertas zonas. Se ve un efecto positivo muy rápido. Aumenta de forma muy rápida el número de especies y la biomasa de las especies que están ahí presentes. Además, estas reservas marinas tienen un efecto positivo sobre las áreas adyacentes. En las reservas marinas hay mayor biomasa, que se va dispersando a otras zonas donde sigue habiendo pesca. Por ello, muchos pescadores piden la creación de reservas marinas dado que aumentan sus capturas.

P.-¿Cómo se encuentra la Bahía de Palma?

R.-La Bahía de Palma sufre muchos efectos negativos por el vertido de aguas sucias durante mucho tiempo y también por el fondeo de grandes buques. Las praderas de posidonia en la Bahía de Palma no están en buen estado de conservación.

P.-Antes hablaba de la hipoxia, de la falta de oxígeno disuelto en el mar y creo que esto también tiene su incidencia en las bacterias. 

R.-Cuando hay hipoxia, una baja concentración de oxígeno, se impide un buen funcionamiento de los ecosistemas. Y cuando no hay nada de oxígenos, las bacterias que viven en el mar usan otras fuentes de energía. Entonces hay algunas que lo que hacen es que reducir el sulfato y producir ácido sulfhídrico. El sulfhídrico es una sustancia que es muy tóxica para para todos los organismos, es la sustancia que huele como a huevos podridos. En algunas zonas fangosas, cuando se pisa se puede oler este sulfhídrico, que es tóxico para todos los organismos. El sulfhídrico también afecta de forma negativa a la posidonia.

P.-Uno de los grandes problemas ambientales en tierra adentro es la desaparición de los insectos. ¿Hay insectos en el mar?

R.-En el mar hay muy pocos insectos. Pero sí que tenemos artrópodos, que sería el grupo en el que están los insectos, como son todas las gambitas y pequeños crustáceos. Algunos de ellos tienen las mismas funciones que los insectos terrestres, pueden polinizar algunas plantas y también son alimento de muchísimas especies.

P.-Usted también ha investigado los efectos del calentamiento y la contaminación en las bahías poco profundas.

R.-Mi tesis estuvo centrada en las dos áreas que se estaban calentando a mayor ritmo que la media global, que eran el Ártico y el Mediterráneo. Entonces, en el Mediterráneo, una de las zonas de estudio era la Bahía de Portocolom, que es una bahía somera o una bahía de aguas poco profundas. Estas bahías someras son zonas que son extremadamente diversas, pero al mismo tiempo son muy frágiles y muy vulnerables. Son zonas que albergan muchísimos hábitats y especies. Producen como mosaicos de diferentes plantas y microalgas que pueden dar refugio a muchas especies. Y como son zonas sin mucha hidrodinámica, son zonas calmadas, hay organismos que viven en estas zonas que no pueden vivir en otros, en otros ambientes.

P.-¿Qué es la Fundación Marilles?

R.-La Fundación Marilles lucha para que las Islas Baleares sean un referente de conservación marina a nivel mundial. Entonces es una fundación que trabaja para la conservación del mar balear.

P.-Es la coordinadora del Informe Mar Balear. 

R.-Sí. El Informe Mar Balear es un proyecto que surgió de la necesidad de recopilar toda la información que tenemos sobre el mar balear y ponerla al abasto de cualquier persona que esté interesada. En especial, de los gestores para que puedan encontrar una fuente fiable de información científica y puedan basar sus estrategias de gestión.

P.-¿Qué le pide al Govern balear en lo que se refiere a la preservación del mar?

R.-Nosotros lo que lo que pedimos es que se haga una gestión y que use una base fuerte científica para establecer las medidas a adoptar. Algunas de las líneas en las que se podría trabajar es en la calidad del agua. El actual Govern ya lo está haciendo pero sería muy necesario arreglar el alcantarillado al menos de la primera línea de mar de todos los municipios. Separar la recogida de aguas pluviales y fecales es prioritario para que cuando llueve no haya estos eventos en los que llegan aguas sucias al mar. También es preciso declarar nuevas zonas protegidas. Tendríamos que mejorar todo el sistema de alcantarillado. También es importante que no haya vertidos por parte de las embarcaciones y deberíamos limitar de alguna manera el crecimiento para que no aumente la presión humana y se pueda garantizar una conservación del sector marino.

P.-¿En qué estado de conservación se encuentra el mar balear?

R.-El mar balear está en mejores condiciones que en otras partes del Mediterráneo. Si comparamos el mar balear con el de otras comunidades autónomas sí que tenemos un mejor estado de conservación. El hecho de que haya en el mar balear la mitad de las praderas de posidonia de todo el Estado nos demuestra este mejor estado de conservación. Aquí no hemos tenido grandes industrias contaminantes, como sí que ha podido ver haber en la costa de la península. Tenemos otro tipo de industria, que es el turismo, que también tiene efectos negativos y por lo tanto tenemos que intentar luchar contra estos efectos negativos y conseguir que el sector turístico también se implique en la conservación marina.

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