Picornell, ‘La Pasionaria’ mallorquina, fue pareja de un espía de Stalin que ordenó matar a 70 personas

Heriberto Quiñones era el nombre falso del comunista moldavo Yefim Granowdiski

Fue la pareja de Picornell y tuvieron una hija, a la que llemaron Octubrina Roja

Dirigió la matanza del barco prisión Atlante anclado en el puerto de Mahón

Aurora Picornell y su pareja, Heriberto Quiñones.
Aurora Picornell y su pareja, Heriberto Quiñones.

La selectiva memoria histórica progresista, que tilda de mártir a Aurora Picornell, se olvida por completo de mencionar el historial de su pareja, Heriberto Quiñones González, fusilado en Madrid en 1942 y autor intelectual de uno de los episodios de represión más sangrientos de la Guerra Civil, el asesinato a sangre fría en noviembre de 1936 de mas de 70 personas prisioneras del bando republicano en el barco Atlante, anclado en el puerto menorquín de Mahón, como represalia por el bombardeo efectuado horas antes por la aviación italiana enviada por Mussolini.

El PSOE de Baleares y la toda la izquierda por extensión han convertido estos días a Aurora Picornell, conocida como «La Pasionaria» de Mallorca, en todo un ídolo y todo por la polémica intervención del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, el pasado martes, al romper su foto accidentalmente cuando estaba exhibida sobre el ordenador de la diputada del PSOE, Mercedes Garrido, vicepresidenta segunda de la Cámara autonómica.

La izquierda homenajea constantemente a Picornell por su condición de víctima del franquismo al tiempo que ignora por sistema a las personas asesinadas por el bando republicano. La represión de este bando fue especialmente cruenta en Menorca, donde tuvo una relevancia especial la actuación de su pareja, Heriberto Quiñones o, mejor dicho, Yefim Granodowsi, que era el nombre real del moldavo que entró en España en diciembre de 1930 enviado por Josif Stalin para organizar el Partido Comunista en Mallorca, Valencia y Asturias, comunidad en la que consiguió una partida de nacimiento falsa que le acreditaba como un gijonés nacido en 1907 llamado Heriberto Quiñonez González.

Granodowski llegó a Mallorca en 1933 y allí conoció a una joven en el Molinar con quien de inmediato entabló una relación sentimental. Era Aurora Picornell.  La pareja tuvo una hija a la que pusieron de nombre Octubrina Roja en homenaje a la revolución bolchevique. El régimen franquista la «rebautizó» como Francisca. Fallecería bastante joven dejando a dos hijas, Joana y, como no, Aurora.

¿Y quién fue Aurora Picornell? Fue una destacada militante comunista y feminista española nacida en 1912 en El Molinar, el barrio marinero de Palma. Ya desde muy joven se comprometió con el feminismo, el  movimiento obrero y el sindicalismo. De profesión costurera pronto se convirtió en  una activista del Partido Comunista de España, compartiendo inquietudes con su pareja Heriberto Quiñonez

Con el estallido de la Guerra Civil el agente secreto enviado por Staflin, que no llegó a tiempo para formar parte de la expedición del capitán Bayo que intentó sin éxito conquistar Mallorca para el bando republicano porque se encontraba en Madrid, se instaló en Menorca, en septiembre de 1936, como líder del PCE en Baleares. Menorca era la única isla de Baleares que estaba bajo el mando rojo. No perdió el tiempo. Desde el principio dejó claro que su objetivo iba a ser «limpiar la isla de fascistas». Para ello iba siempre armado y acompañado por dos escoltas, según cuenta el historiador David Ginard, autor de una biografía de Aurora Picornell.

El también historiador Manuel Aguilera cuenta en un artículo que el 18 de noviembre de 1936 un bombardeo de la aviación fascista italiana provocó siete muertos en Maó. La gente pidió venganza y asaltó el barco prisión Atlante ante la pasividad de los guardias de seguridad. Según el historiador Juan José Negreira, varias fuentes apuntan a Quiñones como el autor de la lista de personas que había que matar. Sacaron de sus celdas a 50 presos, la mayoría militares, y los asesinaron allí mismo. Al día siguiente, se repitió el episodio y mataron a 23 más.

Las actuaciones de Quiñones fueron condenadas incluso por las otras fuerzas antifascistas. CNT, UGT y PSOE rompieron con él por sus «bárbaros procedimientos». Solo un mes y medio después de aquella matanza del Atlante, el 5 de enero de 1937, los franquistas asesinaron a su mujer, Aurora Picornell, junto a otras cuatro ‘Rojas del Molinar’ en el cementerio de Son Coletes, en Manacor.

Quiñonez sobrevivió a la Guerra Civil y en 1941 era el líder en la sombra del Partido Comunista de España. Trató de formar una alianza con toda la izquierda que permanecía en la clandestinidad, pero en diciembre fue capturado y, tras ser torturado le ejecutaron en octubre de 1942 atado a una silla, ya que en los interrogatorios le habían roto la espalda. Poco después de ser detenido fue expulsado del partido comunista bajo la acusación de ser un agente infiltrado. Aquí acabó la historia de Yefim Granodowski.

De Aurora Picornell hay que contar también que fue perseguida también por la izquierda que ahora la ha elevado a la categoría de heroína debido a la rotura de su foto durante el pleno del Parlament del pasado martes. En 1932 fue declarada en busca y captura por la II República, dirigida en aquel momento por un gobierno socialista, según el Boletín Oficial de la provincia de Baleares publicado el seis de octubre de ese año, y al que ha tenido acceso OKBALEARES. A Aurora Picornell se le imputaban los cargos de «desobediencia e injuria a los agentes de la autoridad» y el juez municipal José Vidal Fiol instaba a los autoridades civiles y militares a que procedieran a su captura para ingresarla en la prisión provincial.

El juez le pedía a Aurora Picornell, que en ese momento contaba con 22 años y que se encontraba «en paradero desconocido» que «en el plazo de diez días» compareciera ante el Juzgado con el objeto de constituirse en prisión» bajo apercibimiento «de ser declarada rebelde y pararle el perjuicio a que haya lugar en derecho». Según consta en el registro, el juez dictó dicha orden el 15 de septiembre de 1932.

Tras el el golpe de Estado del 35, Aurora Picornell fue detenida y encarcelada junto a otras compañeras comunistas mientras se refugiaba en la Casa del Poble de Palma. De allí la trasladaron a una cárcel de mujeres y, seis meses después, fue fusilada la noche de Reyes de 1937.

Sus restos fueron identificados por el Gobierno balear en 2022, tras una exhumación del cementerio de Son Coletes, en Manacor. Junto a sus cuerpos, encontraron también los restos del padre de Aurora, Gabriel Picornell. Carpintero, militante del Partido Socialista y uno de los impulsores de la Agrupación Comunista en Palma en los años veinte, fue asesinado también en 1937.

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