El PSOE admite el fracaso de su política de vivienda en Baleares: «Hay una grave emergencia residencial»

Ocho meses han tardado los socialistas de Baleares en admitir el fracaso de su política de vivienda en los ocho años que han estado al frente del Govern con la hoy presidenta del Congreso, Francina Armengol, y en reconocer por escrito, que en las Islas se vive una «grave emergencia residencial».

Así la define el diputado socialista Lamin Omar, en una iniciativa presentada a la Cámara balear en la que indica que «el precio del alquiler en las Islas Baleares ha experimentado un aumento significativo en los últimos diez años», ocho de los cuales, ha estado gobernando la coalición de socialistas, independentistas de Més y Podemos, que han desarrollado unas políticas de vivienda, cuyas consecuencias pagan hoy los ciudadanos de las Islas.

Como el propio diputado Lamín indica, entre 2013 y 2023, por ejemplo, los precios de alquiler en las Islas Baleares aumentaron en torno a un 70% de media.

«Esto ha sido especialmente notable en zonas turísticas como Palma de Mallorca e Ibiza, donde el incremento ha sido aún mayor», remarca.

Y con datos más recientes en la mano, el diputado socialista afirma que sólo en el último año, en Baleares los precios de alquiler han subido un 17,3% frente al 7,9% a nivel nacional (en referencia de ahora en febrero del año pasado) y con una tendencia al alza.

Este pasado mes de febrero, el precio de los alquileres fue de 17,15 euros el metro cuadrado, frente a los 11,32 de media en el ámbito nacional. Por tanto, el alquiler de una vivienda de 60 metros cuadrados en Baleares ascendería a 1.050 euros, mientras que a nivel nacional, el precio medio sería de 678.

«Una gran diferencia» advierte el diputado socialista, con el añadido de que el incremento de los salarios en Baleares en los últimos diez años, sólo ha sido del 7%, frente al 70% de los alquileres.

El fracaso de los socialistas en materia de vivienda se agrava por el hecho de que un año antes de dejar el cargo, en 2022, la presidenta del Govern, Francina Armengol, aseguraba que una de las prioridades de su Ejecutivo era dar solución «al grave problema de la ciudadanía de las Islas», como es el «acceso a una vivienda digna, en condiciones y asequible».

La hoy presidenta del Congreso aseguraba, además, que «la Ley de Vivienda balear ha permitido acelerar este tipo de políticas para conseguir que mucha gente acceda a la vivienda a través de diferentes fórmulas», como el incremento de las ayudas al alquiler o la posibilidad de compra a precio tasado, apuntaba Armengol, jactándose de que «nunca antes de estas dos legislaturas se había construido vivienda pública en la comunidad».

Aunque Armengol no entregó ni un tercio de las viviendas sociales que prometió, nunca antes como ahora (después de dos legislaturas gobernado los socialistas en Baleares) el mercado inmobiliario había estado vetado por sus precios desorbitados, al común de los residentes en las Islas.

Esta desigualdad hace que en Baleares, como indica el diputado socialista, las familias tengan que dedicar actualmente la mitad de su salario en el alquiler de su vivienda, una cantidad muy superior al máximo del 30% recomendado.

Por ello el PSOE balear insta al Govern de Prohens a «acabar con los precios abusivos» y «proteger a las familias más vulnerables y al conjunto de la sociedad de esta tierra, por eso es necesario adoptar mecanismos que garanticen el cumplimiento efectivo del derecho a una vivienda digna y adecuada en nuestras Islas».

Eso sí, a la hora de ofrecer soluciones a esta situación, los socialistas no proponen más que seguir ahondando en el problema, «incrementando las ayudas económicas para hacer frente a los gastos de alquiler de nuevas alternativas residenciales», o limitando el precio de los alquileres. Un extremo este que no llevan a cabo, ni proponen en otras comunidades españolas gobernadas por los socialistas, como Castilla-La Mancha o Asturias, pero que el PSOE balear sí que defiende para las Islas.