Las pruebas confirman que el asesino de Sa Pobla era el padre del bebé que esperaba su mujer
El elevado consumo de drogas del acusado había conducido a una "claudicación" familiar y a intentos de suicidio: "Su mujer no sabía qué hacer"
Las pruebas biológicas practicadas tras el doble crimen de Sa Pobla (Mallorca) confirmaron que el asesino confeso de Warda y de su hijo de siete años era el padre del feto que la mujer estaba gestando.
Lo han explicado en el juicio facultativos que practicaron las pruebas biológicas tanto a la víctima como al acusado y que situaron en altísimas las coincidencias que llevaban a determinar la paternidad del bebé en gestación.
En la Audiencia Provincial ha seguido este viernes con la práctica de pruebas periciales el juicio con jurado contra el hombre acusado de acabar con la vida de su mujer embarazada y de su hijo de siete años el 16 de mayo de 2021 en la localidad mallorquina de Sa Pobla. «El índice de paternidad es de 858.000 millones», ha indicado uno de los peritos del servicio de biología.
Los facultativos han confirmado igualmente la presencia de material biológico del acusado en las víctimas y, al mismo tiempo, la presencia de material de la madre en el cuello del hijo, lo que llevaría a concluir que el procesado estranguló primero a la mujer y luego al menor, como ya declararon investigadores que depusieron como testigos.
También han indicado los profesionales que las pruebas biológicas determinaron la presencia de material biológico del acusado en el cincel con que el que fue agredida la mujer, cuyo perfil genético también se halló tanto en el arma como en un pantalón del agresor, así como en los restos de sangre de la cocina del domicilio.
Otros profesionales en materias toxicológicas han trasladado las conclusiones de sus informes en materia de drogas y han concluido que el asesino confeso era consumidor habitual de cocaína y alcohol y, en menor medida, de heroína, aunque no se puede determinar que el hombre estuviera bajo los efectos de las sustancias estupefacientes en el momento de los hechos.
A preguntas del fiscal Julio Cano, varias facultativas han señalado que a la vista de las pruebas practicadas, aunque el hombre fuera consumidor habitual, no se puede determinar si el día de los hechos y las horas anteriores había estado consumiendo. Para saber si el hombre estaba bajo los efectos de las drogas, se tendría que haber tomado una muestra de sangre en el momento preciso de los hechos.
Este extremo lo ha confirmado otro médico que atendió al acusado en el momento en que ha subrayado que al día siguiente de los hechos, cuando fue detenido y conducido a dependencias policiales, podría no mostrar síntomas de haber consumido cocaína en los días previos. «La tolerancia depende de cada persona», ha argumentado y recoge Europa Press.
Claudicación familiar
En otro momento de la vista ha respondido a las preguntas de las partes una médico que atendió al acusado en 2019 por un intento de suicidio. Según su relato, el elevado consumo de alcohol y drogas por parte del hombre había desembocado en una situación de «claudicación» familiar. «Su mujer no sabía qué hacer», ha afirmado al tiempo que ha recordado que la que acabaría siendo víctima le dijo que estaba destinando mucho dinero al consumo de sustancias.
El propio hombre, ha añadido, también se lo confesó cuando le explicó los motivos que le llevaron a intentar suicidarse. «Se gastaba miles de euros y tenía sentimiento de culpa. Cuando tenía dinero, consumía sin parar», ha indicado.
Según ha indicado otra testigo, el intento de suicidio consistió en una ingesta de una gran cantidad de líquido desatascador. Otros médicos han recordado otros intentos de autolisis ahorcándose en una playa, así como una sobreingesta de paracetamol con fines ansiolíticos.
Prisión permanente revisable
El hombre está acusado de dos delitos de asesinato y uno de aborto y se enfrenta a una petición de condena a prisión permanente revisable. Los hechos se remontan al 16 de mayo de 2021 cuando en el transcurso de una discusión con su mujer, que estaba en torno a la semana 20 de gestación, el hombre habría propinado un fuerte golpe en la cabeza con un cincel a la mujer y la habría estrangulado hasta matarla a ella y al bebé en gestación. Todo esto, en presencia del hijo de ambos, de siete años, a quién también habría estrangulado hasta acabar con su vida.
El juicio con jurado sigue a lo largo de la semana con la práctica de más pruebas testificales y periciales.
La vista encara el próximo lunes la recta final con la práctica de la prueba documental, la presentación de las conclusiones y los informes de las partes. El acusado podrá hacer uso de su derecho a la última palabra. El miércoles los miembros del jurado recibirán el objeto del veredicto y quedarán incomunicados.