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Ninguna empresa quiere repartir las cartas de autobombo de las paguitas de Armengol

Cartas Armengol
La presidenta del Govern, Francina Armengol, en la entrega de llaves de una promoción de VPO.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Ninguna empresa quiere repartir las cartas de autobombo a los beneficiarios de las paguitas del Govern de Francina Armengol. La Conselleria de Modelo Económico, Turismo y Trabajo presidida por el portavoz del Govern, Iago Negueruela, ha declarado desierto el procedimiento de licitación del expediente de contratación impresión, manipulado, ensobrado y reparto directo de las cartas a los beneficiarios de las ayudas sociales de protección a los trabajadores y demandantes de empleo.

Se trata de un concurso para remitir un total de 105.000 cartas de autobombo en plena precampaña electoral, con un coste para las arcas autonómicas de 72.338,64 euros.

Según el Govern, el envío de esta misiva era vital para dar a conocer entre los beneficiarios esta ayuda extraordinaria otorgada por el Ejecutivo balear y tramitada de forma conjunta entre la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes, presidida por la consellera independentista de Més, Fina Santiago, y la presidida por el citado Negueruela.

El adjudicatario del servicio era el encargado de la impresión de la carta, su ensobrado, distribución y reparto directo de las mismas en catalán y castellano. A la hora de justificar este contrato, el Ejecutivo apunta que en 2022 tras el estallido de la guerra de Ucrania, en Baleares se han ido implementando medidas necesarias para la adecuada acogida de los refugiados y la atención de sus necesidades, y para atender a las necesidades básicas de las personas residentes en las islas carentes de recursos económicos suficientes para afrontar la situación inflacionista de nuestra economía.

Una tasa de inflación que ha subido desde un nivel cercano a cero a principios de 2021, hasta situarse por encima del 8%, que refleja primero, según el Govern, «el impacto directo de los precios de la energía y, de forma más reciente, su traslación a los precios de los bienes y servicios que la utilizan en sus procesos de producción». La subida de los precios de la electricidad y su efecto sobre la inflación, en especial sobre los productos básicos, esenciales para muchos hogares de bajos recursos, afectan también a la renta disponible de los hogares, en particular, de los más vulnerables.

En este escenario, «es necesario continuar adoptando medidas para apoyar a los colectivos más vulnerables, así como a las personas y familias que más se ven afectadas a la hora de hacer frente a la situación actual de inflación».

Es por ello que, a poco más de dos meses para unas elecciones donde Armengol aspira a reeditar por tercera vez la coalición de gobierno con los independentistas de Més y Podemos, era más que necesario recordarles a los perceptores de esta paguita de entre 300 y 600 euros, cuyo desembolso arrancó hace un mes, y que el Govern califica de «ayuda social de protección a los trabajadores y demandantes de empleo» que ha sido este Ejecutivo el que paga su desembolso.

El problema es que no ha habido ninguna empresa interesada en embarcarse en el envío de las cartas de autobombo de la presidenta Armengol, declarando el Govern el pasado 23 de marzo, desierto un fracasado concurso cuya tramitación arrancó el pasado mes de febrero.

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