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Guerra entre vecinos y restauradores del barrio de Santa Catalina de Palma por el ruido

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Los restauradores de Santa Catalina exhiben carteles pidiendo a la clientela respetar el descanso de los vecinos.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Guerra entre vecinos y restauradores de Santa Catalina por el ruido en este barrio de Palma. Los empresarios de la zona, en concreto, el presidente de Restauración Mallorca (CAEB), Alfonso Robledo, el de la asociación de Restauración y Ocio de Santa Catalina, Juan José Campos, la secretaria de esta entidad, Susana Bellafont, y la secretaria general de la asociación Balear de Ocio y Entretenimiento (ABONE), Rosana Gabardón, han denunciado este viernes lo que califican como «acoso continuodifamatorio» por parte de la Associació Veïns Barri Cívic de Santa Catalina.

Susana Bellafont ha afirmado que son «perjudicados y partidarios de un barrio en el que se pueda vivir, trabajar y disfrutar con un equilibrio para todos», pero no están de acuerdo con el «acoso diario que estamos sufriendo los empresarios de Santa Catalina. Acoso continuo, difamatorio en redes, en prensa y en distintos medios de comunicación», denuncian desde la asociación de Restauración y Ocio de Santa Catalina, que representa a 85 establecimientos con unos 920 trabajadores.

«Hacen fotos todo el día, nos graban, es una persecución y un acoso que hace que sintamos que lo estamos haciendo mal, cuando no es el caso. No puede ser que vayan a por nosotros, vivimos de nuestro negocio», ha insistido Bellafont.

«Somos conscientes del esfuerzo que está haciendo el Ayuntamiento de Palma en cuanto a la presencia policial, pero se podrían optimizar los recursos en unas franjas horarias donde se generan las conductas incívicas en la calle. Es un problema de orden público que se genera al cierre de los locales», ha apuntado la restauradora.

«Tenemos un pacto de convivencia firmado en septiembre de 2019 con la asociación de Vecinos de Santa Catalina y con el Mercado de Santa Catalina. Hemos intentado mantener una buena relación, pero hay una asociación que no se quiere reunir con nosotros (Associació Veïns Barri Cívic de Santa Catalina), con lo que entendemos que no tiene voluntad de encontrar una solución, sino generar más conflicto. Su manera de actuar nos demuestra que están en contra del turismo», ha asegurado Bellafont, quien ha advertido de que «nosotros somos los principales interesados en que se cumpla la ordenanza».

Desde ABONE, Rosana Gabardón ha afirmado estar «en contra de los comportamientos incívicos y a favor del descanso de los vecinos». «Hemos mandado escritos al Ayuntamiento indicando qué locales no están actuando conforme a la normativa, dejando las puertas abiertas, con la música excediendo los decibelios. Creemos que el Ayuntamiento debería actuar sobre las personas que salen de los establecimientos al cierre».

Por su parte, el presidente de Restauración Mallorca CAEB, Alfonso Robledo, ha manifestado que «nosotros también somos vecinos y respetamos el derecho de los residentes a la tranquilidad y al descanso, pero también tenemos el derecho al trabajo y ambas posturas tienen que convivir», ha afirmado Alfonso Robledo.

Robledo ha expresado su predisposición al diálogo con todas las entidades vecinales del barrio y con la Administración, pero ha lamentado que haya quien no quiera ese diálogo y ha calificado su actuación de «turismofobia». «No lo podemos permitir. La Ley está para cumplirla», ha insistido el presidente de Restauración Mallorca CAEB, quien ha informado de la puesta en marcha de una campaña contra el incivismo y a favor del descanso de los vecinos, con cartelería en los establecimientos de Santa Catalina y también en las redes sociales.

Además, ha asegurado que los establecimientos asociados no darán servicio a despedidas de soltero que causen molestias a los vecinos y al resto de clientes, con megáfonos y haciendo escándalo.

La asociación Barrio Cívico de Santa Catalina, por su parte, ha pedido a los restauradores que cumplan la normativa y ha señalado que el sector de restauración y ocio tiene «todo nuestro respeto».

«Lo tienen todos los locales que respetan su entorno y las ordenanzas municipales, que no impiden que las personas puedan dormir, que se mantienen en los límites de sus terrazas, que no se concentran en una sola calle de forma abusiva… Todos ellos tienen nuestro respeto y son la mayoría», han indicado.

Sin embargo, han subrayado que existe una parte importante que funciona «de otra manera» y cuando la restauración y el ocio se hace «incompatible con la vida y el derecho al descanso de los vecinos de su entorno», la función de la asociación es «defender el derecho de la ciudadanía afectada, especialmente el derecho al descanso».

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