LA HISTORIA DE UN HALLAZGO ARTÍSTICO (III)

Así fueron los estudios de comprobación y determinación de la millonaria obra de Franz Marc

Así fueron los estudios de comprobación y determinación de la millonaria obra de Franz Marc

La obra que todo indica que puede ser atribuida a Franz Marc y que apareció en una cómoda de la antigua casa de Guillem Bestard en Pollença, bautizada por su actual propietario, Tomeu Lamo, con el título de Red and blue goat betweem trees, ha sido sometida por éste, desde 2013, a una serie minuciosa y exigente de estudios e informes especializados en busca de la aclaración de su autoría.

La obra, descrita por la doctora Carmen Sandalinas, es un «gouache y carbón sobre papel de acuarela, y se encuentra adherida a un cartón con impresión de relieve de una tela tipo tafetán». De dimensiones 19,1 por 15,5 centímetros, adherida a un soporte de cartón de 22,2 por 18,3 centímetros, recoge un paisaje colorista con árboles en el que aparece un animal o macho cabrío de espaldas volviendo la cabeza hacia la derecha.

Aparte de que existen otras piezas de Franz Marc con características similares (lo que no es suficiente, lógicamente, para su atribución), se han realizado distintos análisis y estudios:

-El estudio técnico (citado) de una pintura al gouache y carbón sobre papal de acuarela, efectuado por la doctora por la Universidad Politécnica de Cataluña Carmen Sandalinas.

-El análisis de capas pictóricas, capa de preparación y cartón, efectuado por el laboratorio Larco Química y Arte, S.L.

-La identificación de pigmentos in situ realizada por la Unitat Raman, Centres Científics i Tecnològics de la Universidad de Barcelona.

-La identificación de pigmentos micromuestra también realizado por Centres Científics i Tecnològics de la Universidad de Barcelona.

-La fotografía científica digital IR, realizado por D. Ramón Maroto.

Todos estos análisis y estudios son arduos y muy científicos para resumir aquí, pero una de las cuestiones más importante que se desprenden de ellos es que la paleta de colores utilizada en la obra es la misma que la que utilizaba Franz Marc en la época entre 1910 y 1912, con los tres colores básicos, entre ellos el famoso azul que dio pie al nombre del grupo expresionista fundado, entre otros, por él: Der Blaue Reiter, El Jinete Azul.

Hay que indicar, eso sí, que el análisis de pigmentos y materiales con los que está confeccionado un cuadro sirve más para descartar que para confirmar una autoría, como bien dice Tomeu Lamo en su síntesis, y en este caso se da claramente la circunstancia de que no puede descartarse (la autoría deberá asociarse a otras comprobaciones).

Grado de compatibilidad

A partir de ahí, con el resto de los análisis, las confluencias de fechas y estilos y motivos, los procedimientos pictóricos, la constatación de que todos los materiales que configuran la obra en estudio estaban en el mercado en la época (pues en otro caso, como por ejemplo en el caso de la investigación de una obra de Dalí, si el amarillo Hansa I no se hubiera patentado en 1909, saliendo seguidamente a la venta, y se estuviese sosteniendo que la obra era anterior y perteneciente a otro artista, sería argumento suficiente para rebatirlo de forma rotunda), estudios sobre la calidad del propio papel, que se certifica de esa época, la comparación con otras obras de Franz Marc del mismo tiempo, como la titulada Landscape with red animal, Two horses in a landscape, etc. (Franz Marc empieza a pintar animales rojos y algunos caballos con la crin azul sobre 1910, por cierto, y en 1912 entra de lleno en un período más abstracto, claramente diferenciado de esta tipología), se llega a una compilación de datos a los que es posible aplicar las técnicas probabilísticas respecto al grado de compatibilidad.

Este grado lo define Tomeu Lamo con total respeto a la objetividad científica, estableciendo una secuencia de puntuaciones que, aplicadas al análisis, darán un grado de compatibilidad final. Desde la compatibilidad nula, con valor cero, hasta la probatoria, con valor seis, se escalan de muy bajo, bajo, medio, alto, muy alto y el citado probatorio, que es el seis.

Este método se aplica a todos los elementos de la obra que pueden ser de utilidad para la determinación pretendida: la técnica en base de agua, dibujo con lápiz carbón sobre papel y sus dimensiones (elementos materiales); la figura principal de la composición; su plasmación cromática; los detalles formales de la figura; el tipo de pincelada; las similitudes con otras obras; la estructura de la composición (figura central, en este caso, entre paréntesis, característico en Franz Marc), la datación por constataciones memorialistas de la época, etc.

Tomeu Lamo aplica el cálculo de probabilidades, con unas formulaciones que se me escapan (todo sea dicho) y dirimiendo incluso que pudiera ser una falsificación, algo que rebate con facilidad y creo que con plena razón y sentido común, o perteneciente a otro autor de la misma época como por ejemplo August Macke (algo que también zanja con holgura), concluye, haciendo uso también en este último paso de los informes técnicos citados al principio, que «los resultados demuestran que todas las similitudes encontradas lo sean por azar es como mínimo de 1 entre cerca de 79.400.000». Es decir, que el cálculo de probabilidades objetivo conduce a la conclusión de que la obra es un Franz Marc con total rotundidad.

Todo el desarrollo de esta investigación compone una documentación imposible de reproducir aquí, pero que creo que puede consultarse en la página web de Tomeu Lamo. Y que, además, pronto, creo, también podrá hacerse en un libro publicado al efecto. En todo caso, en el próximo capítulo intentaré puntualizar con mayor detenimiento en los análisis técnicos de la investigación, previos al capítulo de conclusiones, que trae consigo una cuestión en verdad extravagante como ya se verá.

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