Eduardo Luna: «El aumento de las agresiones a policías en Baleares se debe en parte a la inmigración»
"El aumento de la inmigración ilegal ha traído un tipo de delincuencia mucho más agresiva y violenta"
"Se ha convertido en un problema para un policía que le destinen a Baleares, no es un destino atractivo"
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Eduardo Luna es el abogado del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Baleares. Su encomiable labor en los juzgados ha provocado que los agresores a agentes policiales no se salgan de rositas, sobre todo en un contexto en el que, bajo su punto de vista, el respeto por el principio de autoridad se ha perdido.
En esta entrevista, Luna desgrana cómo Baleares se ha convertido en un destino muy poco atractivo para los policías, quienes cada vez sufren más agresiones y atropellos durante sus intervenciones por culpa de una inmigración ilegal y masiva que trae consigo a sujetos cada vez «más violentos y agresivos».
P. – ¿A qué se debe este aumento de las agresiones a policías en Baleares?
R. – Yo creo que es multifactorial. Por una parte el aumento de la inmigración. Por otra, el aumento de tipos delictivos que tienen una agresividad mucho más alta. Y por otra parte también está esa inseguridad jurídica, esa falta de herramientas jurídicas que tienen los policías a la hora de enfrentarse a su trabajo.
P. – Comparado con otras comunidades autónomas, ¿cree que Baleares se ha convertido en un infierno para venir a trabajar como policía?
R. – No quiero utilizar la palabra infierno, pero sí se ha convertido en un problema gravísimo. Tenemos plazas desiertas, sobre todo en Guardia Civil y en el Cuerpo Nacional de Policía. Baleares no es un destino atractivo para los policías. Tienen un problema gravísimo con el tema de vivienda. No cobran plus de insularidad. A nadie se le escapa que Baleares se está convirtiendo en el Mónaco de España porque es un sitio carísimo, donde vivir es caro y donde la vivienda casi te diría que es una misión imposible. Entonces, para ellos sí que es un problema muy grave. No tanto por el por el hecho de los casos a los que se enfrentan, porque al final en toda España los índices de criminalidad más o menos están igual. Y ojo, que comparados con entornos europeos estamos bien, porque si nos comparamos con Francia, con Bélgica, que tienen una inmigración mucho mayor y tienen problemas mucho mayores a nivel de delitos, nosotros estamos bien. Pero sí que es un problema para un policía venirse destinado a Baleares.
P. – ¿Han cambiado mucho las necesidades de los policías respecto a hace unos años?
R. – Totalmente. Hoy en día el tipo de criminalidad es distinta, por lo tanto el tipo de actuaciones son distintas. Ya no te hablo de nuevas tecnologías donde la especialización y la formación es absolutamente imprescindible. Hay cosas muy importantes como que se puedan grabar las intervenciones para luego poder defenderse, porque luego enseguida vemos en redes sociales los shorts de las intervenciones policiales y todo el mundo se echa las manos a la cabeza denunciando supuesta brutalidad cuando realmente no ha sucedido así. Esto hace 20 años era impensable que se pueda ir a por un policía por una intervención, porque se ha grabado solo una parte de la intervención en vídeo.
P. – ¿También ha evolucionado el tipo de delincuente?
R. – El tipo delincuente ha ido evolucionando por diferentes vías. La primera vía es por el tema tecnológico y los tipos de delitos ciberestafas, clonaciones de tarjetas… Eso ha evolucionado muchísimo y requiere una policía muy formada en ese aspecto. Por otra parte está el tema de la okupación. Y sobre esto el Código Penal se ha quedado atrasadísimo en cuanto a la respuesta del Estado a ese tipo de delitos. El policía al final no tiene herramientas para luchar contra ese tipo de delitos. También hay que destacar el aumento de la inmigración ilegal que ha traído un tipo de delincuencia que por su propia cultura son mucho más agresivos y son mucho más violentos. Para ellos el principio de autoridad casi casi te diría que no existe.
P. – ¿Están los agentes bien equipados para poder defenderse de un criminal?
R. – Están bien equipados, van con la equipación mínima. Es verdad que últimamente ya no es un problema el hecho de que vayan sin chalecos y demás. Lo que pasa es que iniciativas como que vayan con armamento no letal para poder tener una transición de la defensa al arma de fuego parece que se ha quedado estancado, que el Ministerio no le da salida a esta historia y falta modernizar las herramientas que tienen nuestros policías. Quizá modernizando esas herramientas y teniendo armas no letales se podría hacer frente a otro tipo de agresiones. Pero el problema yo creo que es más estructural. El problema es lo que decimos, que quizá la herramienta jurídica para atacar esa agresión todavía es bastante laxa. Y luego lo segundo, ese aumento de la criminalidad con agresores que son mucho más violentos que antes.
P. – ¿A qué se refiere con inseguridad jurídica?
R. – El Código Penal tiene tiene un artículo que es el que castiga el atentado a agente de la autoridad. Entonces el Código Penal lo que te dice es que se castigará con una pena de prisión X cuando se agreda a la autoridad o a sus agentes. Cuando tú agredes a una autoridad, por ejemplo un juez o alguien que tenga ejercicio de la propia autoridad, la pena de prisión es muchísimo más alta que si agredes a un agente de la autoridad. Y para nosotros un policía es un agente de la autoridad. Entonces aquí sería tan sencillo como unificar los criterios de pena e imponer las mismas penas. De esta manera ya tendríamos una herramienta jurídica para decir que si tú agredes a un policía, te vas a enfrentar a una pena de prisión y no te vas a poder escapar de ella.
P. – Volviendo al tema de la okupación, se suele decir que el policía no tiene herramientas para actuar. ¿Hasta que punto es eso cierto?
R. – Es totalmente cierto. El policía está atado de pies y manos. El agente cuando llega a una intervención sólo puede actuar cuando él puede constatar que el delito se ha cometido en flagrancia. Es decir, cuando tenga indicios suficientes de que el okupa acaba de cometer el delito, ahí sí que puede actuar. Pero en el momento en el que él tenga una duda de que ese bien inmueble ocupado puede ser la morada del propio okupa, aquí constitucionalmente ya tiene un problema el policía. El problema no es del policía que no actúa. El problema es del legislador, que no le da herramientas al policía para que actúe. Pero igual que hablamos del legislador que no le da herramientas al policía, también hablamos de que el legislador no le da herramientas al juez.