Dos argelinos propinan una brutal paliza a una mujer cuando esperaba el bus para ir a trabajar en Palma
"Si chillas te vamos a matar" le decían mientras le propinaban puñetazos en la cara y le robaban el móvil

La madrugada de este sábado se tiñó de miedo y violencia en la Calle Manacor de Palma. Una mujer de nacionalidad española y trabajadora, vivió minutos de auténtico horror cuando, tras tomar tranquilamente un café antes de ir a su puesto de trabajo, fue atacada por la espalda por dos violentos argelinos mientras esperaba el autobús en la parada.
Eran sobre las 06:15 horas de la mañana cuando la víctima, completamente desprevenida, esperaba el transporte público para arrancar su jornada laboral. De forma repentina, dos argelinos, que actuaron con extrema violencia, la abordaron por la espalda y comenzaron a golpearla salvajemente en el rostro, dejándola aturdida y sin posibilidad de defenderse.
Según el testimonio de la mujer, que todavía se encuentra en estado de shock, los agresores la amenazaban mientras la golpeaban: «Si chillas, te vamos a matar», una frase que, asegura, se le ha quedado grabada para siempre. La víctima cayó al suelo indefensa mientras los atacantes aprovechaban para robarle el teléfono móvil, la cartera y otros objetos de valor, huyendo del lugar a la carrera tras consumar el asalto.
Malherida y en estado de conmoción, la mujer logró incorporarse como pudo y regresar al bar donde había tomado el café minutos antes para pedir ayuda. Rápidamente se dio aviso a los servicios de emergencia. Una ambulancia del SAMU 061 se desplazó al lugar para prestarle las primeras asistencias y trasladarla al hospital.
Agentes de la Policía Nacional se personaron también en la zona para iniciar la investigación y recabar pruebas. Por el momento no se han producido detenciones, y el caso continúa abierto. Horas más tarde, la mujer fue dada de alta hospitalaria, aunque visiblemente afectada física y psicológicamente por lo ocurrido.
Mientras tanto, los vecinos de la zona se muestran profundamente preocupados y alarmados, denunciando una creciente sensación de inseguridad y reclamando mayor presencia policial para evitar que hechos tan graves vuelvan a repetirse. El miedo ha calado en el barrio. Una mañana cualquiera estuvo a punto de acabar en tragedia.