El colmo de la desfachatez: Armengol ordena cerrar el Bungalow y los chiringuitos y culpa ahora al PP

Armengol chiringuitos
Concentración en Palma en defensa del restaurante playero El Bungalow que Demarcación de Costas quiere derribar.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

El Ejecutivo balear liderado por la presidenta socialista Francina Armengol ha culpado este martes al PP del cierre del Bungalow y de otros chiringuitos playeros y de la no renovación de concesiones a estos negocios. La realidad es que estas decisiones son adoptadas por Demarcación de Costas con el aval e informe de impacto ambiental negativo de la Conselleria de Medio Ambiente, liderada por el conseller independentista Miquel Mir.

Pese a esta evidencia, el conseller Mir ha responsabilizado en el Parlament al PP de la desaparición en lo que va de año de una docena de estos establecimientos, recordando que «el reglamento de Costas que está motivando los últimos desmantelamientos fue impulsado por el PP», si bien la interpretación del mismo la realiza el conseller Mir.

«¿No tienen vergüenza de engañar a cara descubierta a la ciudadanía?» le ha preguntado el conseller de Més al portavoz del Grupo Parlamentario del PP, Antoni Costa, que había previamente criticado, en la sesión de control al Ejecutivo celebrada hoy en el Parlament, la «obsesión destructora» del Govern, afirmando que la Ley de cambio Climático y el reglamento de Costas, «están amenazando viviendas y negocios».

«No podemos aceptar este nuevo reglamento y lo batallaremos», ha afirmado Costa.

Mir, por su parte, ha avalado el polémico nuevo reglamento costero aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez porque, a su juicio, «por fin» recoge la problemática relacionada con la emergencia climática, y los efectos del cambio climático, y «esto no se podía aplazar más».

El conseller, por ello, ha apoyado que el criticado nuevo reglamento, amplíe el ámbito de protección ambiental «con más dominio público marítimo terrestre, incluyendo por fin los sistemas dunares dentro del mismo, y contemplando prescripciones ambientales para nuevas concesiones, poniendo por delante la seguridad en nuestras playas ante la subida del nivel del mar» ha indicado el conseller de Medio Ambiente.

El portavoz parlamentario del PP balear, Antoni Costa, ha lamentado «el ataque permanente y constante», del Govern de Armengol «contra viviendas, chiringuitos , restaurantes como el Bungalow con décadas de antigüedad, y contra cualquier iniciativa privada que esté en nuestro litoral. Tienen el objetivo, y no lo disimulan, de acabar con cualquier actividad en la zona costera en Baleares», ha asegurado Costa.

Para el dirigente popular, el conseller Mir «tiene una obsesión destructora de la actividad económica de nuestra costa, porque confunde proteger con prohibir y destruir, que es lo que sabe hacer», y ha recordado que «proteger es gestionar en un marco de equilibrio, y no podemos aceptar este nuevo reglamento de Costas y vamos a batallarlo».

«Defenderemos los intereses de los ciudadanos de Baleares, también de aquellas miles de personas que tienen su vivienda y negocio en nuestra costa», ha abundado el dirigente popular que ha advertido al resto de formaciones políticas de la Cámara balear que ni el conseller Mir ni la presidenta del Govern, Francina Armengol «defenderán nada, al contrario. Pero el Consell de Ibiza y el de Formentera ya han recurrido ese nuevo reglamento en los tribunales y el PP con toda la presión política que podamos hacer, defenderemos los intereses de los ciudadanos de Baleares», ha remachado Costa.

Por otra parte, en respuesta a una pregunta de la diputada del PI, Maria Antònia Sureda, sobre las intervenciones en los torrentes de la zona de Llevant, Mir ha rechazado que haya banalizado y simplificado un debate complejo que no se limita únicamente a la limpieza y ha recordado que «el problema real» es el modelo territorial y urbanístico en zonas inundables que, a su juicio, apoya El PI.

Sobre las limpiezas, el conseller ha explicado que el programa contempla actuaciones en los municipios en situaciones de normalidad y que si llueve de manera extraordinaria o sobrevenida las prioridades pueden cambiar.
Sureda, por su parte, ha defendido que «no basta» y ha recordado relatos de ciudadanos afectados por la torrentada de Sant Llorenç de 2018.

Según la diputada, «muchos males se evitan si los torrentes están limpios» y ha asegurado que las fuertes lluvias de principios de octubre no tuvieron consecuencias graves porque fueron más prolongadas en el tiempo que en 2018 exigiendo, por último, más recursos económicos para limpieza.

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