Cifran en 400 las personas que viven en caravanas en Palma, la mayoría de ellas con trabajo
La nueva ordenanza cívica del Ayuntamiento de Palma les prohíbe estacionar más de 10 días seguidos en el mismo lugar
El colectivo se manifestará este sábado frente a la Casa Consistorial para protestar contra las nuevas restricciones
Los representantes del colectivo de autocaravanas, Pep de las Heras y Javier González, cifran en 400 las personas que viven en caravanas en Palma. Aseguran que la mayoría tiene trabajo pero no cuentan con los ingresos suficientes para adquirir o alquilar una vivienda.
La cifra de 400 personas que viven en caravana es una estimación de los representantes del colectivo pero responde a la realidad teniendo en cuenta que sólo en el barrio de Son Güells, en las afueras de Palma, hay una cincuentena de caravanas y autocaravanas habitadas y una cifra similar en el aparcamiento de las piscinas de Son Hugo.
La realidad es que cada vez son más los trabajadores que optan por vivir en autocaravanas debido al incesante aumento del precio de la vivienda y del alquiler en Palma. Las afueras de la capital son las zonas de la isla donde más están proliferando estas casas rodantes, una opción recurrente ante la dificultad que supone acceder a un piso.
El colectivo de autocaravanas se concentrará este sábado delante del Ayuntamiento de Palma con el objetivo de reclamar «su derecho a vivir en paz» y «no prohibir» habitarlas, con motivo de la publicación de la futura ordenanza cívica.
«Es indigno que nos quiera prohibir estar en nuestra propiedad», ha dicho en declaraciones a los medios, este jueves, uno de los representantes de los autocaravanistas, Javier González, respondiendo así a las declaraciones del alcalde de Palma, Jaime Martínez.
Por este motivo, González ha pedido «una solución» y que Cort ofrezca «pisos a precios asequibles», ya que, según ha opinado, ante la coyuntura actual de la vivienda es «impensable» encontrar otra opción que no sean las autocaravanas. En este sentido, ha exigido que el alcalde los reciba para tratar la situación.
De su lado, otro de los representantes del colectivo, Pep de las Heras, es quien ha indicado que hay alrededor de 400 personas viviendo en las autocaravanas distribuidas entre los barrios de Son Güells, Son Hugo y Ciudad Jardín.
En Son Güells, ahora mismo hay cerca de medio centenar de autocaravanas aparcadas entre dos solares destinados a la construcción de vivienda, cuyos propietarios son personas de entre 68 y 24 años. «No tapamos ninguna cosa, no hacemos ruido», ha insistido el pensionista.
Así, ha opinado que «el problema ha sido ocasionado por este alcalde, que no está a la altura de las circunstancias» y, además, ha censurado que los funcionarios del Ayuntamiento impiden que se empadronen en sus vehículos cuando, según ha dicho, «la ley permite hasta hacerlo en una cueva».
Acerca de las declaraciones del alcalde, en las que instaba a los afectados a ir a Servicios Sociales, De las Heras ha reivindicado que él es autónomo en su caravana.
Los autocaravanistas han aludido a que hay personas que han mostrado su interés por su estilo de vida, debido a que, según González, hay jóvenes que «alquilan pisos o habitaciones entre cuatro o cinco personas porque no hay manera de que puedan tener un futuro».
«Hay que dar una solución, porque, si no, esa gente joven se va a ir de este país, lo que va a ser muy lamentable, ya que el que se va no vuelve», ha insistido González.
Ante la concentración de medios, una mujer autocaravanista se ha acercado a explicar cómo ha llegado a ese punto. Según ha contado, vive desde hace menos de un año en esta calle, donde dice que se ha creado una comunidad entre los propietarios en la que se ofrecen ayuda mutua. «Estos terrenos se podrían habilitar hasta que los construyan», ha aseverado.
Por otra parte, alguno de los que viven en las autocaravanas en el aparcamiento de Son Hugo explican a OKDIARIO que esta manera de vivir es una de las únicas alternativas que hay para poder escaparse de los altos precios de la vivienda, el alquiler y los bajos salarios. «No estamos aquí de acampada ni de fiesta, aquí vivimos trabajadores con contratos fijos», manifiestan.
Juan José relata que lleva ya poco más de dos años viviendo en su autocaravana. «Me tiré cuatro años viviendo en un coche porque no podía pagarme una casa. Sufrí un accidente y al cobrar la indemnización lo primero que hice fue comprarme este vehículo. Preferí una autocaravana porque una vivienda era imposible para mí», asegura.
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