El alcalde del PSOE de Pollença coloca en la empresa de limpieza al gerente que casi hunde la EMT de Palma
El también ex conseller socialista Martí March pone a Mateo Marcús al frente de la compañía municipal de residuos
Cobrará 55.000 euros al año, más 6.000 por objetivos como cargo público en una localidad de 18.000 habitantes


Martí March, alcalde del PSOE de Pollença y ex conseller de Educación del Govern de Francina Armengol, ha colocado a Mateo Marcús, polémico ex gerente de la EMT de Palma que casi hunde a la compañía de transportes palmesana la pasada legislatura, al frente de la empresa municipal de limpieza de esta localidad donde cobrará un sueldo de 55.000 euros más otros 6.000 euros adicionales por objetivos.
Una retribución nada desdeñable (sólo 3.000 euros menos de lo que cobraba estando al frente de la EMT de Palma) para un Ayuntamiento de una población del norte de Mallorca de apenas 18.000 habitantes donde los socialistas gobiernan en coalición con los independentistas de Més.
Un pacto de gobierno donde ya tiene experiencia Marcús ya que durante los ocho años que estuvo al frente de la EMT en Palma, los socialistas gobernaron en coalición con esta formación incluyendo además a Podemos.
La nominación de Marcús por parte del alcalde socialista March, ha levantado notables recelos en el consejo de administración de la Empresa Municipal de Servicios de Pollença (Emser) donde hubo delegados que preguntaron por su más que cuestionada gestión al frente de la EMT donde su política de nepotismo fue denunciada reiteradamente por los sindicatos que exigieron en reiteradas ocasiones su dimisión.
Baste recordar que Marcús fue denunciado por haber favorecido a personas allegadas dentro de la empresa de transportes de Palma con ascensos y complementos salariales, que USO y SATI calificaron de “sobresueldos”.
Lo acusaron de ascender a 13 trabajadores a dedo, sin concurso-oposición, y de haber metido en la empresa a dos personas de confianza con contrato indefinido, también sin concurso-oposición.
La mayoría de ellos para pagar su lealtad a la dirección o al PSOE, como sostuvieron los sindicatos que revelaron que algunos ascensos fueron acompañados de una subida salarial de más de 1.000 euros mensuales.
En otros casos a algunos de estos trabajadores les habrían pagado, según denunciaron en su momento los citados sindicatos, una propina de más de 4.000 euros en sus nóminas de diciembre de 2019, en concepto de complemento de productividad. El total de todo lo abonado en estas compensaciones habría rondado los 25.000 euros.
Durante su mandato en la EMT, su gestión fue tan discutida y su enfrentamiento con sindicatos y asociaciones de vecinos conoció episodios para la historia.
Entre otros desaguisados, el mayor paro del transporte público palmesano que se prolongó durante una decena de días en septiembre de 2020, la acumulación de más de 300 demandas en los juzgados por vulneración de la libertad sindical, y una carta conjunta firmada por una treintena de asociaciones de vecinos que exigieron su dimisión, por el cambio de trazado de muchas líneas de transporte y la eliminación de otras.
Baste indicar que cuando acabó la pasada legislatura, Marcús tenía averiada la tercera parte de la flota de 150 autobuses de la EMT y 20 chóferes a diario cobraban sin trabajar, ya que no tenían vehículos a su disposición.
A ello hay que sumar la falta de transparencia de la que hizo gala el gerente contratado por los socialistas. Marcús ocultó desde 2019 sus bienes, propiedades y rentas a la Oficina Anticorrupción de Baleares, donde no presentó desde el arranque de la pasada legislatura ninguna declaración más sobre sus ingresos, ni su patrimonio.
Ni allí ni en el Ayuntamiento de Palma, donde también estaba obligado a hacerlo, hubo constancia de documentación alguna al respecto. Marcús ha abandonaba así la EMT sin haber rendido cuenta ante este órgano público de fiscalización, y sin que su comportamiento tuviera consecuencia alguna para este ex alto cargo socialista que ahora ha sido premiado por su partido al frente de otra gerencia de una empresa pública.
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