El 13,9% del alumnado que cursa la ESO en Baleares abandona esta etapa sin haber obtenido el título
Las Islas se sitúan por debajo de la media nacional, que se establece en un 14,1% de fracaso escolar
A nivel nacional el fracaso escolar generó un sobrecoste económico de 4.960,2 millones de euros durante el curso 2023-2024
El 13,9% del alumnado que cursaba la ESO en Baleares abandonó esta etapa sin haber obtenido el título, según datos del curso 2020-2021. Esta es una de las principales conclusiones del segundo Informe del Coste Económico del Fracaso Escolar elaborado por Dide.org, la compañía internacional de tecnología educativa.
En este sentido, las Islas se sitúan por debajo de la media nacional, que se establece en un 14,1%. Por debajo de esta media, en orden creciente, se ubican País Vasco, Cantabria, Navarra, Asturias, Canarias, Cataluña, Galicia, Madrid, Aragón, Baleares y Extremadura. Mientras que por encima de ella se ubican Comunidad Valenciana, Castilla y León, La Rioja, Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia, Ceuta y Melilla.
A nivel nacional, el fracaso escolar en los distintos niveles educativos en España generó un sobrecoste económico de 4.960,2 millones de euros durante el curso 2023-2024, lo que representa un incremento del 7,9% con respecto al curso anterior.
Esta cifra engloba los costes de la repetición en educación Primaria, ESO y Bachillerato (1.232,7 millones), el no aprovechamiento de recursos por fracaso escolar en ESO (1.426,2 millones) y por abandono temprano en Bachillerato (457,1 millones), Grado (899,4 millones), Grado Medio (492,6 millones) y Grado Superior (452,2 millones).
Para la CEO de Dide.org, Elena Betés Novoa, las cifras económicas del Informe tienen una traducción que «debe preocupar por sus consecuencias sociales y familiares», informa Europa Press.
En concreto, el estudio detalla que 175.992 alumnos repiten en Educación Primaria, ESO y Bachillerato, 199.166 alumnos finalizan la ESO sin el título de graduado y 290.889 alumnos abandonan la educación pública postobligatoria y superior antes de finalizarlas.
«Son cifras que podrían reducirse considerablemente mediante la aplicación de herramientas tecnológicas de detección temprana de dificultades. La obtención de mapas de necesidades del alumnado permitiría adoptar las medidas de intervención adecuadas, lo que resultaría en una mayor eficacia de la inversión educativa y un mejor desarrollo social, aprovechando todo su potencial de crecimiento», asegura Betés Novoa.
El informe muestra que la tasa de idoneidad inversa (alumnado de 15 años que no está en el curso que le corresponde por edad) oscila entre el 11,3% de Cataluña y el 42,8% de Ceuta, con una media nacional del 24,6%. Por su parte, en lo referido a los alumnos de doce años, esta tasa media es del 11,6%, oscilando en este caso entre el 4,7% de Cataluña y el 18% de Ceuta.
Otro de los aspectos clave a la hora de calcular el sobrecoste económico es el referido al abandono temprano, entendido como la población entre 18 y 24 años que ha abandonado de manera temprana sus estudios en el año 2023.
En este aspecto, el informe estima que la media española de abandono escolar se situó en el 13,9%. En este caso, las tasas oscilan entre el 6,5 de la Comunidad Foral de Navarra y el 21,2% de Ceuta. En el caso de Baleares es el 18%.
La investigación analiza también la evolución histórica de la tasa de abandono temprano desde 2005 a 2023. En este caso, se observa una «clara tendencia decreciente», con la excepción de los períodos comprendidos entre 2006 y 2008 y entre 2020 y 2022 (crisis pandémica).
El informe estima que, por cada 10% de reducción de las tasas de abandono temprano en las etapas educativas contempladas en el análisis, mediante la aplicación de herramientas de detección temprana de dificultades y la adopción de medidas adecuadas, «se podría lograr una disminución de 230 millones de euros».
Esto supondría, además, ayudar a un total de 29.089 alumnos a que permanecieran en la etapa correspondiente hasta terminarla con éxito, según concluye el estudio.