Marta Lucía Ramírez: «Cuando gobernemos Colombia llevaremos a Maduro a la Corte Penal Internacional»
Candidata conservadora a la Vicepresidencia de Colombia con Iván Duque (CD)
Entrevista | Marta L. Ramírez: “El narco nutre al chavismo, que se expande con las FARC en Colombia y Podemos en España”
Las encuestas en Colombia han revelado que la fórmula del Centro Democrático (CD), Iván Duque-Marta Lucía Ramírez para la presidencia y vicepresidencia de Colombia, debe imponerse y por amplio margen en las elecciones presidenciales del próximo 27 de mayo.
Uno de los últimos sondeos de opinión, el del Centro Nacional de Consultoría (CNC), que fue dado a conocer la semana pasada, le otorga a Duque una amplia ventaja de 13 puntos porcentuales sobre Gustavo Petro y luego seguirían Sergio Fajardo y Germán Vargas Lleras. Esto apunta que el candidato del uribismo tendría prácticamente asegurada una victoria en primera vuelta. Además, llevaría una ventaja considerable —de concretarse alguna alianza o de seguir sumando apoyos, como ha sido la tendencia—, de ser necesario llegar a la segunda ronda para definir quién será el próximo presidente de Colombia.
La abogada y política Marta Lucía Ramírez, quien fue ministra de Comercio Exterior durante el gobierno del conservador Andrés Pastrana, y embajadora de Colombia en Francia, apartó unos minutos de las múltiples ocupaciones que tiene de cara a las elecciones de su país y en entrevista exclusiva para la Revista Zeta y OKDIARIO, ofreció sus puntos de vista tanto de los comicios en la nación colombiana como en los de Venezuela, estos últimos programados para este domingo 20 de mayo, es decir siete días antes de los de Colombia.
PREGUNTA.– Según las últimas encuestas la fórmula Iván Duque-Marta Lucía Ramírez, para la presidencia y vicepresidencia de Colombia, se ha consolidado cada día más. ¿Considera que podrían obtener el triunfo en la primera vuelta?
RESPUESTA.– Nuestra idea es lograr construir un proyecto que tenga el acompañamiento popular y que le presente al país soluciones a los problemas reales que atravesamos. En medio de todo tipo de guerra sucia y de maquinarias electorales enormes, lo nuestro ha sido siempre privilegiar el argumento y no el ataque; en ese sentido, es valioso contar con una ventaja en las encuestas, aunque eso no hará que nos confiemos. Si las encuestas nos muestran fuertes, seguiremos trabajando para ser cada vez más fuertes. Si las encuestas nos muestran débiles, seguiremos trabajando para cada vez sumar más apoyos.
P.– Las inclinaciones de Gustavo Petro por el llamado socialismo del siglo XXI, han afectado mucho al candidato izquierdista colombiano. Expertos han señalado que puede producirse una crisis económica si Petro gana las elecciones presidenciales en Colombia el 27 de mayo. ¿Qué opina al respecto?
R.– Gustavo Petro siempre ha manifestado su admiración por el proyecto de Hugo Chávez y todo lo que ello ha traído. De hecho, fue Gustavo Petro quién asesoró la política económica en el Gobierno venezolano. También fue Gustavo Petro quién invitó a Chávez a visitar a Colombia porque, según él, el socialismo del siglo XXI era un modelo innovador que nuestro país debería asumir. Hoy que se ha hecho evidente el desastre económico, político y social en que terminó reducido ese populismo, el candidato Petro busca distanciarse porque le resulta útil electoramente, sin embargo, los colombianos tenemos memoria y no olvidamos quiénes han simpatizado con una brutal dictadura como lo fue la de Chávez y ahora la de Maduro.
P.– Iván Duque y usted, en lucha por la democracia en la región, se han expresado con claridad sobre el régimen venezolano. Si asumen la presidencia y la vicepresidencia en Colombia, ¿qué tienen planteado frente al gobierno de Caracas, de manera especial si Maduro es proclamado ganador de las cuestionadas elecciones del 20 de mayo, apenas siete días antes de las de Colombia?
R.– No vamos a reconocer el resultado de esas elecciones porque no debe haber un solo país sensato en el mundo que crea que en Venezuela habrá elecciones libres. Cuando lleguemos al gobierno, Nicolás Maduro va a saber que no tendrá de nuestra parte un silencio cómplice. Denunciaremos la dictadura venezolana ante todos los organismos internacionales, incluida la Corte Penal Internacional. Adicionalmente, reactivaremos las Comisiones Binacionales de Frontera para que la política fronteriza sea seria y de largo plazo. No podemos seguir aceptando incursiones militares por parte del Ejército venezolano cada vez que quieran crear una nube de humo para distraer la atención sobre la crisis interna que atraviesan.
Lo que le dejó su última visita a Caracas
Marta Lucía Ramírez en la visita que hizo a Caracas a mediados de enero pasado, cuando aún era candidata presidencial por Colombia, pudo ser testigo de la profunda crisis de Venezuela, pues se trasladó a localidades populares y de bajos recursos de la capital y también conoció la realidad que viven sus compatriotas radicados en nuestro país.
P.– ¿Qué fue lo que más le impactó de su visita a Caracas en enero pasado?
R.– De esa visita a Caracas me impresionó que hay países en los que uno va y cuando repites el viaje los ves como progresan, y yo no iba a Venezuela desde hace dos años, además he ido muchísimo y lo que me dolió más es ver que cada vez que voy, veo más retroceso, más pobreza.
P.– Pero aún hay quien defiende el sistema madurista…
R.– Me impactó mucho que habiendo tanta gente en la calle sufriendo el resultado de un populismo atroz que destrozó una economía otrora próspera, aún haya quien defienda el mismo modelo para Colombia y para Venezuela. Me sorprende el nivel de indolencia de gran parte de la comunidad internacional que simplemente prefiere cerrar los ojos o mirar para otro lado cuando en Venezuela hay gente dando su vida para salir de una vez y para siempre de esa dictadura. Me impactó mucho lo vulnerables que somos los colombianos a caer en un modelo similar porque lo que pasó en Venezuela fue un camino muy similar al que hoy recorremos: unas instituciones en crisis, una sociedad dividida, partidos políticos débiles y el surgimiento de populismos que prometen hasta lo imposible.