INVERSIÓN

Teruel calienta motores para el primer estratopuerto de España y lanzará el zepelín de un millonario

El proyecto va a suponer la inversión de más de 36 mil millones de euros

La compañía Sceye es la que se espera que se instale en las nuevas instalaciones

aeropuerto de Teruel aeronaves Sceye
Paula Ciordia

El aeropuerto de Teruel ha puesto en marcha todo lo necesario para que las aeronaves como las que fabrica Sceye, puedan despegar de sus instalaciones. Después de un año de espera, el Consorcio del Aeropuerto de Teruel ha licitado la construcción de un hangar y una nave de producción de Estaciones de Plataforma de Gran Altitud, conocidas en sus siglas en inglés como HAPS.

Todo con el fin de que la empresa Sceye termine por instalar la sede en el aeropuerto de Teruel para la producción de aeronaves y operaciones de vuelo. El proyecto debería estar listo en 2026, dado que las obras tardarán en finalizar alrededor de algo más de un año y medio.

Presumiblemente, será la empresa Sceye la que convierta al aeropuerto de Teruel en un referente en aeronaves espaciales. Al parecer, fue la Agencia Espacial Europea (ESA) la que recomendó a Sceye instalarse en Teruel debido, sobre todo, a sus condiciones climatológicas para trabajar con sus servicios de alta definición.

La instalación de la compañía requiere de un hangar, de una nave de producción y una plataforma de operaciones de despegue. La inversión para su desarrollo superarán los 36 millones de euros.

La cifra concreta asciende a 36.598.681 euros, financiados con el Fondo de Inversiones de Teruel (FITE), a través de una subvención plurianual de 4 millones en 2024, 20 millones en 2025 y 12,59 millones en 2026, significando «la inversión más importante y cuantiosa de todas cuantas se han hecho hasta el momento en el aeropuerto», en palabras de Alejandro Ibrahim, director gerente del Aeropuerto, pronunciadas el pasado viernes. Se estima que la multinacional podría dar 135 puestos directos de alta cualificación y 540 indirectos.

Las aeronaves de Sceye: de Nuevo México al aeropuerto de Teruel

La empresa tiene sede en Moriarty, Nuevo México y Lausana, Suiza, y lidera una nueva generación de HAPS. La nave que se producirá y se enviaría desde Teruel a la estratosfera desconocida es única y muy especial.

Esta nave estilo zepelín, vuela a unos 20 km de altura, que es el límite entre nuestra atmósfera y el espacio. Estas aeronaves pueden permanecer en el aire durante misiones de un año, tanto en un punto fijo como volando en misiones de largo alcance. Esta aeronave no depende de combustible, funciona con energía solar durante el día y con baterías durante la noche.

La complejidad que alcanzan en el cielo es formidable, llegando a formar una capa de infraestructura virtual, cuando se combinan los equipos de los que está dotado: cámaras, sensores, imágenes hiperespectrales, radares e infraestructuras de comunicaciones.

El pasado año, Sceye realizó en el Centro Aéreo Internacional de Roswell (Nuevo México), dos pruebas precomerciales de esta nueva generación de HAPS, con el objetivo de comercializarlas este año en Estados Unidos y próximamente en el Aeropuerto de Teruel.

PLD Space

La consolidación del aeropuerto de Teruel como referente aeroespacial en Europa comenzó con la llegada de PLD Space, una empresa española fundada en 2011. Esta empresa es la encargada de realizar el desarrollo de una nueva familia de pequeños lanzadores de cohetes para los mercados suborbitales y orbitales, MIURA 1 y MIURA 5.

Elson Space Engineering

En 2016, aterrizó la compañía británica Elson Space Engineering, que ha desarrollado también prototipos de HAPS. Esta empresa decidió instalar en el aeropuerto de Teruel un centro de excelencia de este tipo de satélites de gran altitud.

El fundador de Sceye: danés, multimillonario y de Davos

El fundador de Sceye es un intrépido multimillonario de origen danés, Mikkel Vertergaard, muy próximo a los demócratas de Estados Unidos, y especialmente a los presidentes Bill Clinton, Barack Obama y Jose Biden. Como anécdota, en 2017 se casó en la Antártida con su mujer. El primer aterrizaje del danés Mikkel Vertegaard a Teruel fue de la mano de Javier Lambán, siendo presidente del Gobierno de Aragón en el verano de 2022.

Es conocido por ser dueño de la marca Permanet, el mayor fabricante y vendedor de mosqueteras contra la malaria, una idea que se le ocurrió en un viaje de mochilero a África con 18 años, que cuenta significó un punto de inflexión. Además se dedica a fabricar filtros de agua, que comercializada con la marca Lifestraw.

Tanto las mosquiteras como los filtros los utilizan la ONU, como gobierno y ONGs, por eso es conocido como un gran «filántropo» del Foro de Davos. Así mismo fue elegido Joven Líder Global por el Foro Económico Mundial. También fabrica unas bolsas con insecticida para proteger las semillas de las plagas, con su marca Zerofly.

Su nueva compañía Sceye, significa ‘Eye in the sky’, es decir, ‘poner un ojo en el cielo’, es una colaboración con la Nasa, la agencia espacial de EEUU. Los usos y propósitos de estas naves sobrevolando la estratosfera son varios.

Dicen que enviarán imágenes de alta resolución para el control de incendios, monopolizarán los gases en la atmósfera incluso podrán facilitar el internet ultrarrápido directamente al dispositivo (móvil, tablet, ordenador). En definitiva y según sus propias palabras, brindar conectividad universal y permitir la gestión ambiental.

El aeropuerto de Teruel y las aeronaves de Sceye

Si uno visita la página web de Sceye llegará a comprender qué significa para ellos la «infraestructura estratosférica» que llegarán a ofrecer. Como filántropo, considera que su misión es «utilizar la tecnología pionera «de estas plataformas de gran altitud» para «mejorar la vida de las personas y proteger nuestro planeta». La compañía defiende el concepto de que internet es «un derecho básico» que mejora «la atención sanitaria, la educación, la calidad de vida y la democracia misma».

Y no solo eso. En la web se llegan a leer cosas como «estamos comprometidos a monitorear y proteger la Tierra». En concreto, «nuestras plataformas pueden llevar sensores avanzados para rastrear las emisiones de gases de efecto invernadero en tiempo real, apoyando el desarrollo de políticas respetuosas con el clima aplicables y responsables».

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