La Sierra de Albarracín derribará su cruz por orden del PP en Aragón alegando «peligro medioambiental»
La consejería de Medioambiente del PP mandó un informe al Ayuntamiento informando del derribo
El Ayuntamiento de Bezas optó por acatar el informe técnico del Gobierno de Aragón


La polémica por el inminente derribo de la cruz de Bezas en plena Sierra de Albarracín sigue acrecentándose en Aragón. Si no se pone remedio, esta cruz de tres metros que corona el monte que le da nombre, desaparecerá de la faz del bello paraje aragonés, del que forma parte desde 1939, cuando se colocó justo terminada la Guerra Civil española.
¿El motivo del derribo? Pese a lo que pudiera parecer, la demolición de la cruz no se ha esgrimido con motivo de la memoria histórica, sino por «peligro medioambiental», según reza el informe emitido por el Gobierno de Aragón liderado por Jorge Azcón, a través del departamento de Medioambiente.
La cruz y el informe del Gobierno de Aragón
Según argumentan, la cruz había sufrido la descarga de un rayo este pasado septiembre lo que habría destrozado «una esquina del extremo superior», quedando en consecuencia, «expuesto al exterior, claramente, un trozo de metal, por lo que se puede incrementar la probabilidad de atraer nuevos rayos», pese a que dicha cruz se encuentra junto a un pararrayos a poco más de un metro de distancia y lleva colocada 80 años en el mismo sitio.
Los populares en lugar de proponer otras opciones, como reparar la cruz, para evitar el «problema medioambiental» que esgrimen, determinaron «proceder a la demolición de la cruz y su peana», ya fuera por medios propios o contratados, tal y como consta en el informe al que OKDIARIO ha tenido acceso.
Según ha podido conocer este diario, el Gobierno de Aragón remitió dicho informe al Ayuntamiento sin ponerse en contacto previamente con nadie del pueblo, incluso con el alcalde.
En dicho informe técnico del Servicio Provincial de Teruel, los populares daban de plazo 13 días para que el Consistorio mostrara su opinión, o propusiera «alguna alternativa» en caso de que la cruz dispusiera de alguna declaración cultural que hubiera que tener en cuenta.
El pleno del Ayuntamiento
El pasado martes se celebró una sesión extraordinaria del pleno del Ayuntamiento de Bezas, a propuesta del director provincial de medioambiente del Gobierno de Aragón en Teruel, Emilio Pérez (quien firmó el informe), donde se votó qué hacer finalmente con la cruz.
Hay que tener en cuenta que este pueblo está organizado por medio de concejo abierto, es decir, los habitantes empadronados mayores de edad desempeñan el papel de concejales. En la votación, la mayoría de los vecinos decidieron adoptar las indicaciones del informe técnico, por lo que se procederá a demoler la cruz.
¿Cuál es entonces la polémica? Según denuncian varios vecinos, esta votación estuvo condicionada por el propio técnico provincial y la secretaria del Ayuntamiento, quienes dijeron reiteradamente «que si ocurría algún incidente o moría alguien, no se iría sólo contra el Ayuntamiento, sino por la persona física que votó a favor».
Además varios vecinos del pueblo están molestos, puesto que esgrimen que la cruz «ya estaba descorchada al menos desde los años 70 del pasado siglo», como prueban multitud de fotografías antiguas.
«Han puesto la excusa de derribarla por motivos de seguridad, pero el motivo es que es una cruz de posguerra», añaden. Por lo que, a deferencia de lo que pudiera parecer, fruto de la votación, parece que en el pueblo no hay consenso sobre qué hacer con la cruz. Sin embargo, algunos de estos vecinos no pudieron ejercer su voto, puesto que no están empadronados en el pueblo, pese a ser nacidos ahí.
Ante la incapacidad de ejercer el voto, uno de los oriundos divulgó un escrito por el Whatsapp oficial del pueblo para tratar de salvar la cruz, por medio de una encuesta anónima que «reflejara sin presiones la opinión de los vecinos».
Sin embargo, dicha encuesta «desapareció a los diez minutos y, por contra, la votación que se llevó en el pleno no fue anónima y algunos de los que votaron lo hicieron también en nombre de otros familiares que no estaban presenten», denuncian.
Vox recurrirá la decisión
Llegados a esta polémica tesitura, el grupo de Vox en las Cortes de Aragón ha tomado la decisión de recurrir el acuerdo plenario del Ayuntamiento y pedir la nulidad del derribo de la Cruz de la Peña, así como promover una iniciativa para declararla bien de interés cultural, junto con otras cruces que corren el mismo riesgo de ser derribadas, tal y como ha adelantado este miércoles Alejandro Nolasco.
Por su parte, desde el Gobierno de Aragón no han facilitado a este diario hablar con el director del servicio provincial, quien como decimos es el que firma el informe de demolición para conocer qué conversación mantuvo exactamente con el alcalde del pueblo.
Pese a ello, desde la consejería de Medioambiente esgrimen que son los propios habitantes del pueblo quienes en su mayoría han decidido derribarla. «El director mantuvo una conversación telefónica a posteriori del informe con el alcalde donde se le propuso no derribarla y arreglarla, pero han votado demolerla», se excusan.
Si bien, desde el Ayuntamiento consideran que el informe técnico tiene mucho peso, y no quieren asumir la responsabilidad de llevar a cabo otra acción que lo contradiga «por lo que pudiera ocurrir en caso de un incidente». «Nosotros somos los que menor capacidad de reacción tenemos», lamentan desde el pueblo.
De hecho, el día de la votación, según ha podido saber OKDIARIO, estuvo presente un coche de la Guardia Civil porque desde el Ayuntamiento preveían que pudiera haber polémica, puesto que algunos vecinos hicieron un llamamiento para que la gente defendiera la cruz.
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