ARAGÓN

Desarticulada una red criminal de comerciales por estafar más de 40.000 euros a ancianos en Zaragoza

Los malhechores llegaban a pedir incluso préstamos bancarios con la tarjeta de la víctima

Las víctimas eran ancianos que presentaban Alzheimer o enfermedades con deterioro cognitivo

Zaragoza comerciales ancianos
POLICIA
Paula Ciordia

La Policía Nacional ha desarticulado una red criminal de comerciales sin escrúpulos que se dedicaban a estafar a ancianos en Zaragoza. Por el momento, han sido detenidos dos hombres entre 24 y 36 años, como presuntos responsables de un delito de estafa. Pero se trataría, según la Policía Nacional, de un grupo organizado compuesto por unas doce personas afincadas en Murcia, Comunidad Valenciana y Galicia.

De tal forma que el entramado criminal se encargaba de estafar a ancianos con supuestas ventas, que luego nunca se daban, directamente en el domicilio de sus víctimas, aprovechándose de su estado senil.

Desde que comenzó el año, se habían registrado en Zaragoza, más de una decena de denuncias falsas, causando un perjuicio a las personas estafadas de más de 45.000 euros. Por poner un ejemplo, un hombre interpuso una denuncia el pasado mes de enero, cuando detectó unos cargos fraudulentos en su cuenta bancaria que ascendían a más de 10.000 euros, donde figuraba unas supuestas compras a una empresa de productos de salud y hogar.

La detención de los dos presuntos estafadores se ha podido llevar a cabo gracias a la acción coordinada de las Jefaturas Superiores de Policía Nacional de Murcia, Galicia y Valencia, ya que una vez identificados los presuntos autores de estas estafas, ninguno de ellos residía en la comunidad aragonesa.

En el caso de estos dos estafadores, ha sido la Jefatura Superior de Murcia quien ha procedido a su detención, los cuales, tras pasar a disposición de la autoridad competente, quedaron en libertad con cargos.

Comerciales sin escrúpulos

Estos comerciantes sin escrúpulos se servían de personas mayores con enfermedades como el Alzheimer o principios de pérdida de facultades cognitivas para estafarles. Las víctimas, debido a su vulnerabilidad, eran manipuladas para comprar productos innecesarios a precios exorbitantes.

El modus operandi fue descubierto por los agentes del Grupo de Delincuencia Económica y Fiscal de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, en el que advirtieron de patrones comunes en todos los casos. Puesto que estos malhechores identificaban previamente a sus clientes y los seleccionaban con un perfil específico.

Todas ellas eran personas mayores, que vivían solas y tenían problemas de memoria o comprensión, pero con suficientes recursos económicos. De tal forma que cuando los comerciantes se ganaban su confianza, por medio de diversas técnicas de persuasión y engaño, formalizaban contratos de venta de productos absurdos. La treta que solían usar era ofrecerles regalos que acompañarían a estas ventas.

En otras ocasiones, según detallan las fuentes policiales, los comerciantes regresaban al domicilio y, con la excusa de que ese regalo no funcionaba y que necesitaban sustituirlo, les hacían un nuevo contrato con una nueva deuda para el anciano.

Como decimos, estos comerciales no tenían ningún tipo de escrúpulos para estafar a personas tan vulnerables, y lograban hacerse con artimañas con el PIN de sus tarjetas bancarias e incluso pedir préstamos online con firma digital, evidentemente siendo contratos que realizaban las víctimas sin su consentimiento.

Los «caramelo»: ancianos en Zaragoza

A este tipo de víctimas que se encuentran en una buena situación económica y que son fácilmente influenciables, los delincuentes le dan la denominación de caramelo. Las visitas fraudulentas las realizaban un entramado de empresas, si bien es práctica común que los comerciales sean los mismos, y se dediquen a cambiar de una empresa a otra, y se conozcan entre ellos, al haber trabajado juntos en empresas del mismo sector.

De tal forma que adquieren una cartera de clientes caramelo, que es incluso vendida a nuevos comerciales, realizando visitas y llamadas telefónicas a las víctimas, que ya están sumidas en una espiral de compras.

Zaragoza mujer agredida
Ejemplo de contrato estafa.

Zaragoza mujer agredida
Otro ejemplo de contrato estafa.

Según ha expuesto la Policía, los contratos presentados por algunas de estas empresas, para intentar justificar estas ventas denunciadas, incluían artículos repetidos, productos que nunca llegaron a su destino e incluso el cobro de servicios que supuestamente eran gratuitos. Además, resulta curioso que estos contratos tuviesen exactamente el mismo importe final y que reflejasen prácticamente los mismos artículos en todos ellos, incluyendo los supuestos regalos y los productos desconocidos.

Una de las víctimas en Zaragoza sólo reconocía haber adquirido dos productos: una batería de cocina y un aparato de osmosis, este último por sugerencia de los comerciales. Sin embargo, el resto de los productos mencionados en los contratos que corresponderían a los supuestos regalos (tablets, almohadas, smartphones y relojes smart watch) eran totalmente desconocidos para el denunciante.

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