Profanan la fosa común de Víznar y roban ocho dientes de oro a una de las víctimas exhumadas
Las piezas dentales resultan fundamentales para la identificación de los cuerpos
La fosa común en la que los investigadores trabajan estos días en el barranco de Víznar (Granada) ha sido profanada y objeto del robo de un maxilar con al menos ocho dientes de oro de una de las víctimas exhumadas la pasada semana. La «agresión» ha provocado «malestar» e «indignación» entre los familiares de los represaliados, que han calificado los hechos como «lamentables».
El robo ha tenido lugar en la fosa en la que se han hallado los restos de diez cuerpos con disparos en la cabeza y las manos atadas a la espalda, según ha detallado a Europa Press Francisco de Asís Carrión Jiménez, sociólogo del proyecto Barranco de Víznar. Lugar de Memoria y profesor de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada (UGR).
Esta mañana, cuando el equipo ha regresado al barranco tras el fin de semana para continuar con las labores enmarcadas en esta cuarta campaña de exhumaciones, ha encontrado «alterado» todo el perimetraje de seguridad que colocan en torno a las fosas cada viernes. Al entrar al enclave, han comprobado que la fosa 17 había sido profanada y que en uno de los cuerpos faltaban el maxilar y la mandíbula con varios dientes de oro. Los hechos ya han sido denunciados ante la Guardia Civil.
El equipo que trabaja en la zona ha explicado que ésta es la tercera «agresión» en el barranco, tras la sustracción de material en la pasada campaña y el ataque a un familiar que visitaba las fosas hace unos meses. Por ello, han reclamado a las instituciones competentes que activen las medidas de seguridad necesarias para que hechos como éste no vuelvan a repetirse.
Este «vil robo» no sólo ha generado «tristeza, indignación y sentimiento de vulnerabilidad» en los familiares de las víctimas, sino que «perjudica en gran medida las labores de identificación», puesto que los ladrones han sustraído las piezas dentales, una parte fundamental en estos procesos.
Tanto los familiares de las víctimas como los investigadores y expertos que trabajan en las fosas del barranco de Víznar han lamentado esta «ausencia de protección» en el enclave, donde se han recuperado hasta la fecha los cuerpos de 124 represaliados que fueron asesinados durante la Guerra Civil, a finales de 1936. Todos ellos presentan signos de una muerte violenta y, en algunos casos, de torturas previas a las ejecuciones. Entre las víctimas hay 32 mujeres y los restos de un menor de entre 11 y 14 años. La Fiscalía investiga ya como posibles delitos de lesa humanidad el fusilamiento de 49 personas cuyos restos fueron exhumados entre 2021 y 2022.
«Nosotros estamos cumpliendo con nuestro deber de investigación y divulgación, pero las instituciones y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado tiene que asumir esa protección», ha recalcado Francisco Carrión, recordando que, a diferencia de otras fosas comunes que se encuentran en cementerios o espacios cerrados, las del barranco de Víznar permanecen al aire libre en este paraje.