Andalucía reprocha a AMAMA su alarmismo: «No es lo mismo 4.000 mujeres afectadas que 4.000 llamadas»
La asociación ha reconocido que no sabe cuántas mujeres hay afectadas por los retrasos en los cribados del cáncer de mama

La Junta de Andalucía ha recriminado a AMAMA su alarmismo ante la crisis de los cribados de cáncer de mama después de que el pasado viernes la presidenta de la asociación, Ángela Claverol, admitiera que no saben cuántas mujeres están afectadas por los fallos en el sistema sanitario: «No es lo mismo 4.000 mujeres afectadas que 4.000 llamadas», les ha reprochado el consejero andaluz de Sanidad, Presidencia y Emergencias, Antonio Sanz.
Hasta ahora, AMAMA sostenía que había más de 4.000 mujeres afectadas por los fallos en los cribados (la Junta rebaja la cifra a unas 2.300), pero Claverol reconoció que esas 4.000 personas no tenían por qué ser víctimas, sino que eran mujeres que habían llamado a la asociación solicitando información: «No sabemos cuántos casos más hay. Sólo somos mujeres con cáncer de mama. No somos estadistas. No les podemos dar un dato de mujeres que hayan sufrido este problema, lo que sí sabemos es que hemos atendido más de 4.000 llamadas», defendió la presidenta de AMAMA.
El consejero andaluz ha replicado este lunes a la asociación: «Hemos hecho un requerimiento y la contestación al requerimiento es ¡ah!, no eran 4.000 mujeres afectadas, eran 4.000 llamadas que habían hecho. ¡Hombre, válgame Dios! No es lo mismo 4.000 mujeres afectadas que 4.000 llamadas».
Sanz ha explicado que la Junta tiene identificadas a 2.317 mujeres afectadas, de las que ya ha atendido al 96% (el compromiso es que todas las pruebas pendientes se efectúen antes del 30 de noviembre).
Además, Sanz ha recalcado que la Junta mantendrá la presión sobre AMAMA para que entregue los datos completos de los cribados de cáncer de mama. El consejero ha afirmado que el Gobierno andaluz «seguirá reclamando» la información y ha recordado que «la Ley obliga» a facilitarla, en alusión a la Ley de Salud Pública de Andalucía y a la Ley de Procedimiento Administrativo.
«La Ley obliga a dar los datos por dos razones: uno, para no generar alarma social, y dos, por salud pública, es decir, por la obligación de que podamos atender a las mujeres, si existieran. Con estas dos leyes no puede haber subterfugio, pero, sobre todo, no se puede engañar a la Administración», ha zanjado. Aunque ha evitado entrar en «polémicas», Sanz ha indicado que el requerimiento elevado a la asociación «merece un respeto».
El pasado viernes, el abogado de AMAMA, Manuel Jiménez Soto, aseguró que tres mujeres han fallecido por los retrasos en los cribados y unas 200 han desarrollado cáncer de mama. AMAMA no incluyó esa información en la respuesta al requerimiento formal del Servicio Andaluz de Salud (SAS) amparándose en la protección de datos, pero sí la difundió a los medios de comunicación en rueda de prensa.
Preguntado por esta negativa a facilitar los datos, el consejero de Sanidad ha avanzado que la Junta continuará exigiendo la información. «¿De verdad con esto se puede jugar?», se ha preguntado Sanz, que ha incidido en que la Administración necesita esos registros para garantizar la atención a cualquier usuaria que pudiera haber quedado fuera del sistema.
Por último, sobre la denuncia de AMAMA ante la Fiscalía Superior de Andalucía por supuestas manipulaciones o desapariciones de pruebas diagnósticas del cribado, Sanz ha asegurado que es «imposible» porque todos los accesos al sistema quedan registrados y cualquier profesional necesita autorización específica: «¿Pero en qué tiempos vivimos? Todo queda grabado. Ni siquiera un sanitario con sus contraseñas puede entrar sin que quede constancia durante años. ¿De qué siglo están hablando? ¿Del XVIII o del XXI?».