Los agricultores explican la falta de mano de obra: «La política de subsidios fomenta no querer trabajar»
El campo granadino afronta la campaña de aceituna con sólo la mitad de los 10.000 trabajadores que hacen falta
Asaja pide regular inmigrantes ilegales para salvar las cosechas: hay más de 100.000 toneladas de aceite en juego
El campo granadino encara un año más la campaña de recolección de aceituna con mano de obra insuficiente. ¿El problema? Las ayudas por desempleo que «fomentan» seguir en el paro, según denuncian los propios agricultores, que se han visto obligados a proponer que, «de manera extraordinaria», se pueda contratar legalmente a los inmigrantes irregulares que residen en la provincia y «desean una oportunidad».
Según los datos que maneja la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), de momento sólo está asegurada la mitad de la mano de obra que hace falta (unos 10.000 trabajadores) para la campaña de aceituna en Granada. Desde el Gobierno no se ha aportado «ninguna solución efectiva» ante este «grave problema» y el tiempo se echa encima, denuncia Asaja, que también culpa a la reforma laboral por ignorar la «eventualidad intrínseca del trabajo agrario».
Ante la falta de trabajadores, la Comisión de Flujos Migratorios se ha reunido este miércoles en la sede de la Subdelegación del Gobierno en Granada para analizar las necesidades de contratación de inmigrantes de cara a la próxima campaña de aceituna, que arrancará a finales de noviembre. Los agricultores han mostrado su preocupación por la posible pérdida de la «aceptable» cosecha de este año, estimada en 103.300 toneladas de aceite, algo más del doble que la «pésima» campaña anterior.
Asaja ha emitido un comunicado señalando que desde hace varios meses el sector viene alertando de este «grave problema» que históricamente «atenaza» al campo granadino, y que cada vez ven «más incongruente y más irresoluble» por distintos factores. El primero, la «imposibilidad» de contratar trabajadores en origen por «las extremadas complicaciones burocráticas y costes añadidos» que esto acarrea (un contrato mínimo de trabajo de tres meses, organizar viajes, dar alojamiento, gestionar visados y permisos…).
A ello se suman «las políticas nacionales de subsidios por desempleo que fomentan que no se quiera trabajar para seguir cobrando las prestaciones» y la reforma laboral de 2022, que «no tiene en cuenta la eventualidad intrínseca del trabajo agrario».
A día de hoy, añaden, «sólo está asegurada la mitad de la mano de obra que se necesita», por lo que aún faltan 5.000 trabajadores, pero desde el Gobierno «no se ha dado ninguna solución efectiva» en respuesta a las medidas planteadas desde las asociaciones agrarias y cooperativas.
Asaja Granada recalca que la falta de mano de obra en el campo es «estructural» y por ello se debe trabajar «coordinadamente» desde las Administraciones para abordar la problemática, pero lo «acuciante» en estas fechas es «salvar» la campaña actual de recogida de aceituna en la provincia, por lo que recurren a una petición «extraordinaria»: regular inmigrantes que residen en Granada de forma irregular, tapar el agujero laboral y que los agricultores puedan sacar adelante sus cosechas.