El Gobierno estudia que las sicav vuelvan a estar bajo el control de Hacienda
El Gobierno estudia la posibilidad de que las Sociedades de Inversión de Capital Variable (sicav)
La reforma de la regulación de las sicav se enmarca en la negociación presupuestaria que Hacienda mantiene con Podemos
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha dicho este jueves que el Gobierno estudia la posibilidad de que las Sociedades de Inversión de Capital Variable (sicav) vuelvan a estar bajo el control de la Agencia Tributaria, en lugar de bajo la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
«Estamos viendo la posibilidad de meter mayores controles, mayores mecanismos de regulación al objeto de que (las sicav) se destinen a aquello para lo que han sido diseñadas y no para ocultar rentas o ser opacas al fisco», ha afirmado Montero en declaraciones a Antena 3.
La reforma de la regulación de las sicav se enmarca en la negociación presupuestaria que Hacienda mantiene con Podemos y que ya está «prácticamente cerrada» en lo que al IRPF se refiere, según Montero, que ha confirmado que «por debajo de 140.000 no se van a tocar ni rentas de capital ni rentas del trabajo».
Además, ha explicado que no se está trabajando «en ningún otro contexto» para gravar más a las grandes fortunas «salvo pequeños ajustes de última hora».
Modificaciones de las condiciones
Pedro Sánchez no quería ceder a las pretensiones de Unidos Podemos en lo que respecta a eliminar las sociedades de inversión de capital variable (Sicav).
La medida del actual gobierno en cuanto a la posibilidad de eliminar las Sicav podría tener sin embargo una doble incidencia, según explican desde BlackBird: “La primera, que los inversores decidan traspasar las Sicav a Luxemburgo, y la segunda, que las conviertan en fondos, que en algunos casos nos darían más ventajas”.
Podemos lleva tiempo persiguiendo a este vehículo financiero por tributar al 1%, en lugar del tipo general (28%). Sin embargo, habría que recordar a Iglesias, Montero, Echenique y compañía que hablamos de, exactamente, el mismo trato que reciben los fondos de inversión.
La gran diferencia entre sendos vehículos: que las Sicav requieren un importe inicial de 2,4 millones de euros para su constitución, que deben aportar, mínimo, cien accionistas. Pero, ya lo saben, quien hace la Ley hace la trampa. El truco: un rico que ponga una gran parte del total, y 99 ‘mariachis’ que aporten una inversión mínima para poder alcanzar los cien inversores requeridos.