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Las fábricas de coches cerrarán hasta 2 semanas en 2021 por la subida del impuesto de matriculación

china, aranceles, coches de combustión
Andrea Aguado
  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Malas noticias para el sector de la automoción. La subida del impuesto de matriculación -conocido por las administraciones como tributo especial sobre determinados medios de transporte (IEDMT)- provocará que las factorías de los fabricantes automovilísticos en España realicen cierres puntuales hasta acumular dos semanas de parón en la producción, ante la caída de las ventas por el aumento del precio en un contexto de crisis económica derivada por los efectos de la pandemia del covid-19.

Así lo han confirmado fuentes conocedoras de la situación a OKDIARIO, que han explicado que «las matriculaciones de 2021 tampoco conquistaran el millón de unidades vendidas y cerrarán con niveles similares a los de 2020 por la subida de las tasas que deben pagar los consumidores para matricular su coche. Un escenario que tendrá un efectos directo en la producción y el empleo de las factorías en España».

No obstante, aseguran que «la situación podría ser mucho más preocupante, ya que las factorías españolas -18 en total- exportan el 85% de su producción a mercados internacionales entre los que destaca Alemania y Francia, donde ya se ha conseguido neutralizar los efectos del alza del impuesto de matriculaciones estableciendo una serie de modificaciones para que la normativa WLTP funcione sin disparar los tributos». Por lo tanto, el 15% de los vehículos que se fabrican en España van a sufrir los estragos de este hachazo fiscal.

La caída de las ventas por el aumento de los precios de hasta un 15% provocará que los fabricantes se lancen en los próximos meses a reajustar sus calendarios de producción del año 2021 con el objetivo de reajustar el ensamblaje de unidades con la demanda de los consumidores -lastrada desde que la crisis del coronavirus comenzó a dar sus primeros coletazos en el mes de marzo provocando el ‘cerrojazo’ del sector para prevenir casos positivos por covid-19-.

«Los ajustes en el calendario para adaptar la producción de unidades a la demanda puede sumar a final del año dos semanas de parón en las factorías de los fabricante automovilísticos en España», calculan. Un escenario que se traducirá en parones puntuales de días o incluso horas hasta acumular dos semanas en 2021. No obstante, este cálculo podría incrementarse por los efectos derivados de la crisis del coronavirus, que continúa lastrando la confianza de los consumidores hasta acumular un desplome de un 35% de las ventas hasta noviembre.

Sánchez no frena la subida del precio

El sector de la automoción ha mostrado su gran preocupación por la mala situación en la que se encuentra el mercado de vehículos en el último año, que se dificultará a partir de enero de 2021 por la subida del impuesto de matriculación. Mientras, el Gobierno de Pedro Sánchez no parece estar dispuesto a frenar este hachazo fiscal, ya que tan sólo quedan dos semanas para su entrada en vigor -enero 2021-.

«El aumento de la fiscalidad supone un obstáculo para las ventas de vehículos nuevos, y por lo tanto para la renovación del parque automovilístico en España».

Así lo ha demostrado el Ejecutivo hace una semana en el Congreso de los Diputados tumbando una enmienda a los Presupuesto Generales del Estado (PGE) del grupo popular. Una disposición que recoge una de las peticiones más formulada por el sector desde que se puso en marcha la normativa WLTP -orquestada por la Comisión Europea (CE) en 2018-. Un «no» que llega tras la promesa de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, a las principales patronales del sector en la Mesa de la Automoción celebrada el pasado 23 de noviembre en Zaragoza.

Ante este escenario, el sector avisa a Sánchez de que «el 50% de los vehículos que se vendan en 2021 verán incrementada su tributación en el momento de la compra por la entrada en funcionamiento de la normativa europea WLTP, que no busca incrementar la fiscalidad sino medir mejor las emisiones de los vehículos, pero en España, sí implica una subida del impuesto de los vehículos del 5%».

Adiós al Plan Renove 

«El aumento de la fiscalidad supone un obstáculo para las ventas de vehículos nuevos, y por lo tanto para la renovación del parque automovilístico en España», explican. Un golpe que ni el programa de renovación del parque circulante -más conocido como plan Renove- va a poder compensar e incluso podría ver todos sus efectos diluidos por la subida de los precios.

Mientras, el plan Renove sigue sin dar los resultados que esperaba el Ejecutivo -que lanzó esta serie de medidas para frenar los efectos de la crisis del coronavirus en el sector de la automoción- ya que sólo se han movilizado un 10% de los fondos destinados para reactivar la demanda y eliminar la desconfianza de los consumidores.

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