Condenado a 13 años de cárcel por corrupción el líder de la ‘Gürtel’ del PNV Alfredo de Miguel
La Audiencia Provincial de Álava ha condenado al ex diputado foral de Administración Local y Equilibrio Territorial a 13 años y tres meses de prisión por corrupción.
La ‘Gürtel’ del PNV estalla a los nacionalistas vascos en pleno proceso para la conformación de Gobierno con Pedro Sánchez. La Audiencia Provincial de Álava ha condenado al ex diputado foral de Administración Local y Equilibrio Territorial Alfredo de Miguel, alto cargo del PNV, a 13 años y tres meses de prisión por diferentes delitos vinculados a la corrupción: asociación ilícita, cohecho, tráfico de influencias y malversación de fondos públicos. Sin embargo, el tribunal sentenciador ha fijado el cumplimiento máximo de la pena en nueve años de cárcel.
El órgano judicial alavés ha dado a conocer este martes el fallo del ‘caso de Miguel’, el mayor proceso por corrupción celebrado nunca en el País Vasco, donde han sido juzgados los responsables de una trama vinculada a ex dirigentes del PNV, bajo la presidencia de Iñigo Urkullu, y dedicada al cobro de comisiones ilegales a cambio de la adjudicación de contratos públicos.
Para ello se creó un entramado societario, en 2005, por el responsable del aparato del PNV en Álava, Alfredo De Miguel -entonces número 2 del partido en Álava y responsable de financiación, obras y servicios para los ayuntamientos alaveses y de urbanismo en la provincia; y, vicepresidente de la entidad de Ahorros ‘Caja Vital’ primera entidad financiera de Alava, actual Kutxabank- y los dirigentes del PNV Aitor Tellería y Koldo Ochandiano, sentenciados con duras condenas: seis años y nueve meses de prisión.
Todos los procesados, ahora condenados, aprovecharon su posición y sus relaciones políticas y administrativas, derivadas de los puestos que ocupaban, para beneficio económico propio y para favorecer a terceros siempre afines a su formación.
Con el objetivo de lograrlo, los acusados idearon un sistema de asignación irregular de contratos y adjudicaciones de obra pública, en diferentes entes y administraciones gobernados por el PNV, por los que los empresarios próximos al entorno nacionalista vasco pagaron ‘mordidas’ ilegales. En algunos casos, reconoce la sentencia, fueron necesarias operaciones urbanísticas de recalificación de suelo, que se formalizaron a través de contratos simulados.
Fiscalía
En la calificación definitiva, el Fiscal Jefe de la Audiencia Provincial de Alava comparó los hechos con las prácticas seguidas por la mafia siciliana, calificando a De Miguel como ‘el Padrino’. Este defendía los movimientos opacos de dinero por estar amenazado por ETA, hecho desmentido en juicio por un informe de la Policía Nacional.
Apenas se ha podido recuperar una mínima parte de ese dinero negro en manos o cuentas de los acusados, que siempre han defendido que no era para ellos.
Una de las empresas de la trama fue Landaburu Etxea, S.L., sociedad mediante la que el PNV compró el edificio de la céntrica plaza de la Virgen Blanca de Vitoria, donde se encuentra la sede central del PNV en Alava. La reforma necesaria para su acondicionamiento fue realizada por otra empresa de la red de corrupción, Construcciones Hierro, señalada en muchas de las operaciones investigadas.
Por la ausencia de Fiscalía anticorrupción en la Comunidad Autónoma del País Vasco, este último hecho, así como los contratos públicos en los que participaban durante años las empresas de la causa, no fueron investigados. Pero el caso de la Sede deja en evidencia la relación directa de la trama con operaciones que beneficiaban directa o indirectamente al partido y a su financiación.
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