El padre Hamel, degollado por el ISIS en Normandía, tenía 86 años y sustituía al párroco titular
Nadie está a salvo en Francia de la oleada de ataques islamistas. Este martes, un sacerdote retirado ha sido degollado por dos terroristas que han entrado en la parroquia del pequeño pueblo de Saint Etienne du Rouvray, junto a Ruán, en la región de Normandía. Los asaltantes tomaron rehenes dentro de la iglesia, asesinaron al sacerdote y, poco después fueron abatidos por los agentes antiterroristas enviados al lugar de los hechos.
El arzobispo de Ruán, Dominique Lebrun, ha confirmado que el cura asesinado es Jacques Hamel, un sacerdote de 86 años auxiliar de la parroquia de Seine- Maritime que fuer ordenado hace 58 años y hace ya 10 que se retiró del servicio. El padre Hamel solicitó instalarse en la parroquia de Saint Etienne du Rouvray, donde sustituía por temporadas al párroco, Auguste Moanda-Phuati.
Pocas horas más tarde, el autodenominado Estado Islámico reivindicaba el atentado. Según la ‘agencia’ de noticias Amaq, vinculada a la organización yihadista, el ISIS ha identificado a los asaltantes como “dos soldados de Estado Islámico”.
«Un buen sacerdote»
Según el diario L`Express, uno de los feligreses ha señalado que el sacerdote que ha dado este martes su vida por la libertad religiosa era un hombre que “asumió sus funciones hasta el final” y que “era un buen sacerdote al que todos conocían mucho”.
El arzobispo de Ruán ha decidido abandonar la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra estos días en Cracovia para regresar a su diócesis en Normandía, tras el asesinato del sacerdote. “Esta noche estaré en mi diócesis, con las familias y la comunidad, que están conmocionadas”, ha dicho Lebrun desde Cracovia, donde hoy comienza la JMJ, según informa Infovaticana.
«Los jóvenes presentes en Cracovia son el futuro de la humanidad, le spido que no cedan a las tentaciones del odio y la violencia», ha continuado. «Deben ser apóstoles de la oración y la fraternidad entre los hombres”, concluyó invitando a los no creyentes a sumarse al llanto por esta tragedia.
El párroco de Saint-Etienne-du-Rouvray, quien podría haber estado en el lugar del padre Hamel, no sabñia cómo reaccionar: «Nunca habíamos recibido ninguna amenaza”. Y ha querido recordar con cariño al sacerdote degollado: «A pesar de su avanzada edad, el padre Hamel todavía seguía sirviendo a los demás”.
El Papa Francisco, quien este miércoles se unirá a la JMJ de Cracovia, se ha mostrado “particularmente afectado por este acto de violencia durante una misa” e “implora la paz de Dios para todo el mundo” y pide “al Señor inspirar a todos los pensamientos de reconciliación y hermandad tras este nuevo suceso”.