Una ruta perfecta para un fin de semana de senderismo que destaca por su paisaje más espectacular

Muy cerca de dos de los pueblos más bonitos de Asturias, Cangas de Onís y Poncebos, se encuentra ésta espectacular ruta de senderismo. Un verdadero tesoro que discurre entre impresionantes acantilados y frondosos bosques, ofreciendo a lo excursionistas unas vistas espectaculares del entorno.

La Ruta del Cares es uno de los itinerarios de montaña más icónicos de los Picos de Europa. Este sendero, que sigue el cauce del río Cares, se caracteriza por discurrir a través de una impresionante garganta de gran altura. Excavado en la roca, el camino se adentra en túneles y se estrecha en varios tramos.

Ruta de senderismo del Cares

Este recorrido de ida y vuelta tiene unos 22 kilómetros y bordea la garganta del río Cares, compartida entre Asturias y León, hasta llegar a la localidad de Caín. El tiempo estimado para completar la ruta es de unas 7 horas ida y vuelta, aunque puede variar según el ritmo y las paradas.

A lo largo del recorrido, podrás disfrutar de vistas impresionantes desde varios miradores, como el de Panderrueda, que ofrece panorámicas del Macizo Central de Picos de Europa. También puedes visitar lugares interesantes como la cascada del Cares, que forma un salto de agua de unos 30 metros, o algunos de los puentes medievales sobre el río, algunos de origen romano.

Es una experiencia única e inolvidable que no debes perderte si viajas a Asturias o León en cualquier época del año. Es una manera diferente y emocionante de explorar esta región de España, repleta de naturaleza, historia y cultura. Te permitirá sentir la magia de sus paisajes y la calidez de su gente mientras respiras aire puro y disfrutas de entornos naturales impresionantes.

Recorrido

Los dos primeros kilómetros de la ruta de senderismo empezando en la parte asturiana son de subida, presentando un desnivel de 300 metros. No supone un gran esfuerzo si se lleva calzado de montaña y ropa deportiva adecuada. Esta subida termina en Los Collados, donde el sendero se nivela y se hace más accesible.

A partir de aquí, el segundo tramo transcurre por un desfiladero estrecho con un suelo de piedras y areniscas. No es complicado, siempre y cuando no se tenga vértigo y se camine con precaución, pegado a la pared de la montaña.

Más adelante, el sendero cruza varios túneles, la mayoría excavados en la parte más próxima a Caín.  Al avanzar por el tramo leonés, la garganta se estrecha y la vegetación aumenta, permitiendo una mejor vista del río. Aquí se empiezan a cruzar los populares puentes de la ruta, que conectan ambos lados del desfiladero.

El primero es el puente de Bolín, donde se encuentra una fuente natural para rellenar las cantimploras. Los Rebecos es el siguiente puente en el recorrido. La cueva junto al puente y las paredes del desfiladero tan próximas hacen de él uno de los puntos más fotogénicos de la ruta.

La última etapa del camino, que llega hasta el pueblo de Caín, discurre por túneles excavados en la roca. Las vistas desde sus ventanas son maravillosas. Ya cerca de la civilización, se puede parar a disfrutar de la gastronomía local. Antes de llegar al final de la ruta, o al principio si se hace en sentido inverso, se encuentra la presa y el salto de agua de Caín.

Consejos prácticos

Para disfrutar de la Ruta del Cares, es esencial llevar un calzado adecuado. Lo ideal es usar botas de montaña, que proporcionan el soporte y la tracción necesarios para los terrenos irregulares que se encuentran a lo largo del camino.

Además, es recomendable llevar una mochila ligera con agua y algo de comida. Esto te permitirá mantenerte hidratado y con energía durante toda la ruta, especialmente en las partes más exigentes.

El tiempo en la garganta es muy variable. En verano, aunque puede hacer mucho calor, también es posible que caiga algún chubasco. Por eso, es importante llevar ropa adecuada y cómoda que te proteja tanto del sol como de la lluvia. La mejor época para realizar la Ruta del Cares es de mayo a octubre, cuando las condiciones climáticas son más favorables.

Es crucial no salirse del sendero principal, ya que hay otros caminos sin definir que utilizan los pastores. Mantente siempre en la ruta señalizada para evitar cualquier tipo de peligro.

Cangas de Onís

Cangas de Onís, la capital del concejo homónimo, está situada en el valle formado por los ríos Sella y Güeña. Éste pintoresco lugar alberga varios monumentos históricos que destacan por su valor arquitectónico y cultural.

El más emblemático es el Puente Romano, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931. Este puente, con sus cinco arcos (tres de ellos apuntados), es especialmente conocido por la reproducción de la Cruz de la Victoria que cuelga del arco central. Otra edificación destacada es la ermita de Santa Cruz, que se remonta a la antigüedad, construida originalmente sobre un dolmen en el año 437.